Según
cuentan viejas leyendas, el Río Bogotá
es el cuerpo acuoso más contaminado del mundo, y con muchos
argumentos. No solo porque acumula las
basuras y desidias, tanto del Distrito Capital como del Departamento de
Cundinamarca, sino porque en medio de su tristeza y suciedad se lleva por
delante al Salto del Tequendama, también al Río Magdalena en Girardot
(Cundinamarca). Se pueden ver desde pequeños fragmentos de dulces y heces
fecales hasta muebles y electrodomésticos, pasando incluso por los cadáveres de
animales y seres humanos, producto de una falta de Conciencia Ambiental en un
País Inviable; muestra el lado más
infame de este triste país del Sagrado Corazón de Jesús, según el Inquisidor,
perdón, Procurador, quien ha guardado un silencio peculiar frente al tema
(¿será que la Orden de San Pío X, a la cual pertenece, considerará al Medio
Ambiente y al Desarrollo Sostenible como pecados capitales? Todo indicaría que sí).
Basta con pasar a su lado, para sentir las náuseas, producto de sus fétidos
olores y su depresión de aguas negras, pesadas y con el alma muerta, como diría
un poeta anónimo.
En
la columna Río Bogotá, la Reconversión (16/04/2014), se hablaba de la
problemática que hay y de supuestos planes para su salvación, que pese a haber
fallos de altas instancias judiciales para ponerlos en práctica, aún no se ha
hecho nada. La reflexión final de esta columna dice lo siguiente: “Todos
deben contribuir al rescate del Río Bogotá, trabajar en plan preventivo y
pedagógico, empezar su limpieza en su nacimiento, sus afluentes, impedir que la
Planta del Salitre colapse (ya no da abasto con su misión y visión), y que
cuando llegue al Magdalena, contribuya a la limpieza de este último”. ¿Qué ha pasado desde entonces? Casi nada. Tan
solo trabaja en plena forma la Planta de Tratamiento del Salitre, a veces sobre
pasando su capacidad idónea porque no se ha hecho más infraestructura en la
materia, es como si el cuerpo de agua fuese invisible para las autoridades
ambientales nacionales, regionales y locales. Tan solo lo miran para campañas
electoreras populistas, de izquierda y derecha, que es lo que abunda por estas
tierras macondianas.
La
Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), (célebre por haberle dado
posada laboral a Diego Bravo, antiguo colaborador del Procurador Ordoñez,
exgerente de la EAAB en la Bogotá Humana con el caso de las basuras, y ahora el
poder en la sombra de Aguas Capital), presentó en el año 2010 un documento
titulado “PLAN DE GESTIÓN SOCIAL PARA LA
COMPRA DE ÁREAS Y DERECHOS ADQUIRIDOS SOBRE
LOS TERRENOS QUE REQUIERE EL
PROYECTO DE ADECUACIÓN HIDRÁULICA Y RECUPERACIÓN AMBIENTAL DEL RÍO BOGOTÁ
– COLOMBIA”, donde se hacen
diagnósticos, se presentan planes con fases respectivas, presupuestos y cuadros
comparativos, supuestamente para el bienestar del Río Bogotá. Es un
documento de 166 páginas, bien presentado, bien elaborado en el papel, con
datos sumamente interesantes, pero que se encuentra archivado en las
bibliotecas, porque de su implementación, no se ha dicho ni se ha hecho mayor
cosa. ¿Consecuencias? El río sigue su agonía mientras la dirigencia política
hace fiestas con el presupuesto para este fin. No hay derecho.
Eso sí,
la rapacidad política ha hecho de las suyas en este caso. Los roces entre el
Alcalde Petro (pendiente de sanciones) y el Exgobernador de Cundinamarca,
Álvaro Cruz (ahora con el lío del Carrusel de la Contratación) condujeron a que
lo poco que se ha hecho en el caso, quedase al garete, sin ningún rumbo ni
dirección. Ni hablar de las Administraciones Nacionales, principalmente los
reelectos Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, se han preocupado por el tema, ya
que han considerado al Medio Ambiente y al Desarrollo Sostenible como asuntos
de costura, nombrando como ministros, directores de car´s, licencias
ambientales y demás, a personal no muy idóneo en la materia, tan solo cercanos
a mineras, petroleras, industrias y demás, que pretenden eludir los compromisos
ambientales requeridos para que exista el equilibrio entre la flora y la fauna,
junto con la infraestructura necesaria para el progreso del país.
Regresando
al tema del Carrusel de la Contratación, el río Bogotá ha sido uno de sus
mayores damnificados, por cuanto varios de sus recursos fueron desviados a los
bolsillos de los Morenos Rojas, Nules, Galofres, Emilios Tapias, Álvaros
Dávilas y demás compadres del todo vale. Eso sí, como este concubinato
politiquero fue orquestado por miembros del Polo Democrático y del Uribismo,
les tocará a los Candidatos a la Alcaldía Mayor de Bogotá, Clara López y
Francisco Santos, respectivamente, salir a responder por esta situación, así
digan que son inocentes, pero no pueden evitar su Responsabilidad Política. Y
lo peor, se está cumpliendo la sentencia: como
van las cosas, el río no va a recibir ni cuidados paliativos.
PD1: A
Casanare se lo está carcomiendo su grosera clase politiquera.
PD2: ¿Porqué
tanta obsesión del Uribismo en acabar con Noticias Uno? No hay derecho.
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