Sin lugar a dudas, uno de los Proyectos Legislativos que
más ha generado expectativa en los últimos días, es el de JURISDICCIÓN AGRARIA;
ya que tiene que ver con tierras, el principal punto de surgimiento del
conflicto interno colombiano, que durante 60 años ha causado enormes daños y
muerte al país; mientras el 1% de los habitantes poseen el 85% de las
tierras fértiles, el 99% restante se tiene que resignar a lo peor. Es el
primer punto del Acuerdo de Paz suscrito entre el Estado Colombiano y la
antigua guerrilla de las Farc, y de mayor incumplimiento dada las condiciones
que impuso el anterior Gobierno (desgobierno) de Iván Duque, opositor a este
acuerdo. Su principal objetivo es saldar la deuda que se tiene con el
campesinado colombiano, quien ha sido despojado de casi todas sus tierras
mediante artimañas y violencia por unos poderosos (legales e ilegales), a
quienes no les importa el bienestar común, sino aumentar el dinero dentro de
sus bolsillos. Como todo proyecto de Reforma Constitucional, tuvo que enfrentar
ocho debates en el legislativo y luego deberá aprobar el examen ante la Corte
Constitucional para ser una realidad y que, si hay buenas intenciones de
aplicarlo, logrará solucionar el principal problema de Colombia; la inequidad
en el tema de distribución de tierras, en un país de vocación agrícola.
El Senador y antiguo integrante de las Farc, Julián Gallo
manifestó lo siguiente luego de la aprobación (Senado): “La aprobación de este acto legislativo daría
cumplimiento a uno de los aspectos más importantes acordados en la Habana, toda
vez que en el punto uno de la reforma rural integral se acordó la creación de
la jurisdicción agraria como reconocimiento del estado, que los conflictos
alrededor de la tenencia, el uso y la propiedad de la tierra, han estado en la
base causal del conflicto a lo largo de nuestra historia… Estamos convencidos
que en la medida en que la justicia se haga presente en los territorios, y los
campesinos tengan acceso a la justicia, vamos a poder desactivar gran parte de
la conflictividad que en nuestro país se ha generado alrededor de la tierra,
que casi siempre hemos tenido que resolver por medios violentos”. Ojalá las partes involucradas en el
Acuerdo de Paz hagan realidad este propósito y no se sigan viendo desplazamientos
forzados ni masacres, ni mucho menos robo de tierras bajo leguleyadas
peligrosas, que la tierra pertenezca a sus justos dueños, que no sea más el
motivo de discordia, y mucho menos de guerra.
Así mismo, en la misma página web de la Cámara
Alta (Senado), el Senador del Pacto Histórico (movimiento gobiernista),
Alexander López manifestó lo siguiente: "permitirá que iniciemos el
camino de la paz, de la reforma agraria, y de la protección de derechos a las
víctimas del conflicto armado. El acto legislativo no crea una nueva corte, por
el contrario, fortalece la figura de jurisdicción agraria y rural, con la cual
se tendrán más jueces que se dedicarán a tramitar miles de procesos que en caso
de tierras están estancados, y que en su mayoría son causas del campesinado
colombiano que buscan se les restituyan sus derechos”. Sin lugar a dudas,
será un camino largo y lleno de retos a superar, por cuanto los despojadores de
tierras querrán conservarlas con el todo vale, mientras que sus justos dueños,
con todo derecho, darán la batalla para recuperarlas; entre ellos están el
mismo campesinado, las comunidades étnicas y la población afro. Son más de un
millón de kilómetros cuadrados donde hay tierras despojadas con muchos
problemas, la mayoría sometidas al narcotráfico y la delincuencia, desde hace
más de cincuenta años, donde se ha visto involucrada la clase política y
dirigente de este país del sagrado corazón de Jesús.
Dos observaciones
importantes se hacen con respecto al tema; el primero, es hecho por la
Periodista Katerin Erazo en Pares: “La Jurisdicción Agraria y Rural
no solo se enfocará en la resolución de conflictos, sino que también buscará
promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra, tanto de manera
individual como asociativa. Además, se establecerá un trazador presupuestal
para hacer seguimiento al gasto e inversión destinados a la población campesina
en las zonas rurales y rurales dispersas. Esto permitirá un mejor
direccionamiento de los recursos para satisfacer las necesidades de las
comunidades campesinas”. Y el otro en De Justicia, por
Carlos Quezada: “La jurisdicción agraria no solamente debe
tener un enfoque abiertamente redistributivo que parta de la necesidad de
transformar la injusta y antieconómica concentración de la propiedad, sino que
debe incorporar enfoques diferenciales de género, culturales y territoriales”.
Se deberán eliminar todas las animadversiones religiosas y tradicionalistas
del Siglo XIX que han venido reinando durante años en Colombia, para hacer de
la Jurisdicción Agraria y Rural, una realidad confiable para el pueblo, y que
el Gobierno de turno entienda que debe brindarle todo su apoyo, para que se
pueda dar un paso importante en la Paz. Petro, a dejar un poco la terquedad y
la soberbia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario