Como si el Puerto de Buenaventura (Valle del Cauca) no le
faltasen más problemas, aparte de los de seguridad y servicios básicos, ahora
llega el tema del Muelle 13, no solo por los impactos que podría tener en lo
económico para el país, también en lo ambiental ya que es una zona de cargue y
descargue de carbón, que sin un Plan de Manejo Ambiental adecuado, está
afectando la salud de miles de habitantes que viven en la zona circundante. El
principal puerto del Pacífico y por donde se mueve más del 60% de las
exportaciones e importaciones del país, aparte de cargar con el sambenito de no
ser una capital departamental ni distrital, no llama la atención suficiente del
Estado para que se hagan las inversiones y los proyectos necesarios para salir
adelante. Todavía tiene una sola vía de comunicación terrestre que fue
construida hace 70 años y que aún no responde a las necesidades de hoy
(derrumbes, bloqueos, mal pavimento, inseguridad), el aeropuerto que debería
ser internacional si acaso medio opera (solo van dos aerolíneas allá, si las
condiciones climáticas y técnicas lo permiten). Ni hablar de los problemas de
seguridad, allá se encuentran presentes todos los grupos ilegales que hay en el
país, haciendo de las suyas, las pandillas pululan por la zona urbana y rural,
sin que las autoridades puedan hacer algo.
El contrato de concesión con Ventura Group, una
multinacional, para el manejo del Muelle 13 de este Puerto, lleva muchos años poniéndose
en marcha, sin mayores controles que se deberían hacer. Según el Mintransporte
William Camargo, este muelle solo representa el 1.3% del movimiento comercial y
que si pasa a manos estatales, no tendría mayores efectos. Viendo lo que está
pasando con el Sistema de Salud (con los famosos decretos, medidas de
intervención y constreñimiento a EPS´s), es lógico que se deba desconfiar del
Gobierno (Desgobierno) Petro, porque no saben de donde vienen ni para donde
van. Pero lo peor no está aquí, sino en la forma como se decidió no renovar
el contrato a la multinacional. Según el mismo ministro en un debate en el
Congreso de la República; en diciembre del año anterior, se había decidido
prorrogar dicho contrato durante veinte años después, pero que cinco días
después se había reversado dicha decisión; lo que en un principio, le serviría
a Ventura a entablar una demanda contra el Estado Colombiano, que fácilmente
podría ganar, echándose una indemnización que en cantidades de billete,
equivaldría al presupuesto anual de Buenaventura; hubo desorganización en
esta materia por parte del Gobierno (Desgobierno) Petro.
Sin embargo, hay otra arista. El Ministerio del Medio
Ambiente con su Delegación, votó negativamente en el Consejo Directivo de la
ANI (donde primero dijeron sí y luego no, por mayorías, a la prórroga), con el
siguiente argumento en su informe (Cambio Colombia): “La
delegada del Ministerio de Ambiente advirtió que hay una explotación de carbón
presente en la zona que
afectaría la adhesión de Colombia a la COP28 con la que el Gobierno se
comprometió y que busca desincentivar el uso del petróleo,
el carbón y el gas. Los principios de precaución buscan evitar afectaciones que
después de que se generan son difíciles de modificar”. Esto
fue ratificado por el mismo Mintransporte Camargo en el Congreso de la
República. ES verdad que hay un problema ambiental y de salud en la zona, desde
que funciona la concesión (hace más de 33 años), que se debieron pedir las
explicaciones correspondientes a Ventura Group antes de tomarse una decisión
sobre si o no renovar la prórroga del contrato de concesión (algo que parece
jamás se hizo de forma correcta durante todo este tiempo), pero esas dos
decisiones contradictorias del Consejo Directivo de la ANI dejan muchos
sinsabores y millones de problemas al Estado Colombiano.
Regresando
al tema ambiental y de salubridad, se recomienda leer un informe especial que
apareció en El Espectador (26/05/2024), donde se habla de los problemas de
salud que han tenido las comunidades circundantes al Muelle 13, donde se puede
leer el siguiente párrafo: “Un muro de
unos 20 centímetros es todo lo que separa a los barrios Nayita y Mayolo del
patio donde la empresa Inatlantic, parte de Grupo Portuario y Ventura Group,
almacena el carbón a cielo abierto que luego embarca en el muelle 13 de Buenaventura.
Los habitantes de estos barrios llevan más de 20 años padeciendo el polvillo de
carbón que está siempre presente en sus vidas y en sus pulmones. Lo barren a
diario en sus casas, lo limpian del rostro de sus hijos al llegar del colegio y
lo recogen del agua que recolectan, pero siempre vuelve a aparecer”. Es infame que a lo largo de la concesión, solo se haya construido
un muro de 20 centímetros para contener en la medida necesaria, las partículas
de carbón que se han ido pasando a la vecindad, no hay derecho que no se haya
hecho nada al respecto, independiente si las comunidades llegaron antes o
después del muelle.
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