En
este país del Sagrado Corazón, no existe Conciencia Ambiental en sus tres
poderes; Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Por el lado del gobierno, las
entidades ambientales han brillado por su ausencia y por ser simple fortín
burocrático, en el congreso no se tramitan leyes ambientales serias puesto que
hay muchos intereses económicos ahí, y
en el judicial, el sueldo de un magistrado puede alcanzar para afectar el Medio
Ambiente y Desarrollo Sostenible. Todo esto, incluye desde los funcionarios
de alto rango (presidentes, ministros, congresistas, expresidentes, entes de
control y magistrados) hasta el ciudadano del común, quien no ha tenido
información suficiente y veraz sobre el cuidado de la fauna y flora de este
país, el cual, a pesar de todo, se encuentra en los primeros lugares a nivel
mundial. Bastaría recordar el famoso caso del Pozo Petrolero Gibraltar – 1,
donde los indígenas Uwa se oponían a los trabajos allá, ya que no se les había
informado adecuadamente sobre los riesgos que se podían presentar. ¿Qué
ocurrió? El gobierno de ese entonces emprendió una absurda lucha por hacer
presentar a la petrolera (BP Exploration) como una sierva de dios que solo
quería traer bienestar a Macondo, que eran de noble familia británica y con muy
buena educación. ¿Resultado? La perforación exploratoria se hizo a la brava, y
no se encontró propiamente petróleo; tan solo agua que no era comercial, se fue
la multinacional, y los Uwa continuaron en el abandono estatal, y lidiando con
las sandeces de farc, eln, auc y bacrim, sin olvidar al país vecino.
Regresando
al tema, en el círculo de los magistrados de la Corte Constitucional, se
encuentra alguien de nobles apellidos costeños, finos modales y agitada
actividad social. Para no manchar la presente columna no se mencionará su
nombre, pero se le conocerá como Magistratus Neronis (MN), quien al parecer
tiene unos polémicos negocios a nivel individual como familiar, que han
ocasionado graves daños ambientales y sostenibles, a lo largo y ancho de la
Costa Atlántica. Varios de estos casos, entre los cuales incluyen
favorecimientos a multinacionales de extraña manera con incomprensibles
argumentos, incluso se habla de plata de por medio (lo cual significaría la
putrefacción de la justicia colombiana, si es que la hay). Su defensa, la cual
ha sido apoyada y avivada por el Procurador, cristiano fanático, y opositor del
Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, ha querido dilatar el proceso de la
manera más leguleya; sumando el hecho de que su abogado defensor se ha basado
en la siguiente frase, palabras más, palabras menos: “La Ética no tiene que ver nada con la Profesión”. Esto suena a
desafío, para lo cual se puede apreciar en todas las artimañas utilizadas en la
Comisión de Absoluciones, perdón, Acusaciones de la Cámara de Representantes,
la cual deberá desaparecer con la implementación de la Reforma al Equilibrio de
Poderes.
Entre
las historias alrededor de MN, se encuentra una que lleva por título No hay como Dios, y es así: La Fundación
Forjando Futuros (cuyo otrora líder fue Orlando Avilés Guerra), denunció a
principios del presente año la usurpación de tierras en inmediaciones del municipio de Ayapel,
departamento de Córdoba. Entre dichos predios se encuentra la hacienda La
Corona, la cual mediante acciones legales de difícil comprensión, pasó a denominarse como el título de este
caso, entre cuyos dueños actuales se encuentra este magistrado. El doctor
ha rechazado las acusaciones, pero no ha dado los suficientes argumentos para
creerle, al contrario, el escándalo ha crecido a tales magnitudes que sus
colegas de la corte, han tratado de tomar distancia de él, incluso, este hombre
se ha referido en términos inapropiados hacia ellos, indignos de una
magistratura. No hay que olvidar que su defensa está apalancada por el
inquisidor, eh, procurador, quien tampoco se destaca por tener una conducta
apropiada, y eso, que se las da de muy religioso, moralista y oveja mansa; se
cree más papista que el papa Francisco.
El
otro caso tiene que ver con que MN construyó en inmediaciones de la Isla San
Bernardo, una especie de casa – atolón, sobre un coral, trayendo enormes daños
ambientales y sostenibles a la región. Fueron vertidas al Mar Caribe toneladas
de concreto, sin que hubiese los correspondientes cuidados que se necesitaban
para el caso. ¿Resultado? La pesca tradicional de los campesinos residentes se
ha visto reducida en más del 50%, y lo peor, es que el señor MN cree que con
rumbas y tragos se compone la situación. Eso no es así, es compensando el daño
ambiental hecho ahí, no solo con plata, sino con medidas para recuperar algo el
estado inicial del lecho. ¿Qué ha dicho MN? Nada, cree que puede manejar el
asunto como quiere. Si esto es así, no
es imaginable el impacto de los fallos de las cortes en material de fauna y
flora, como si fuese moneda de Fidupetrol.
PD1:
Una lágrima por Bacatá, la perrita a quien Bogotá Inhumana abandonó a su
suerte.
PD2:
Tanto reculeo venezolano sobre las áreas marinas y submarinas, es síntoma de
que en el futuro, con o sin comisión binacional, seguirán recurriendo al tema,
sean chavistas u oposición, para esconder sus problemas.
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