Después
de muchos ires y venires, se llegó a un Acuerdo para la Explotación Minera
en el Páramo de Santurbán (Santander), que, si bien no logra aclarar totalmente
las dudas sobre sus efectos en el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, por
lo menos pone en la mesa la importancia de vigilar el ecosistema y hacer
visible la realidad que vive de una región, cuyo sustento se basa
mayoritariamente en la agricultura, la ganadería y la minería, independiente de
estar o no de acuerdo. De ahí la importancia para vigilar el cumplimiento
estricto de dicho documento para que la región sea la principal beneficiada,
así como se respete el entorno natural y los ingresos que provengan de la
actividad minera se utilicen correctamente, que el Plan de Manejo Ambiental
correspondiente, se lleve a cabo de forma rígida, y lo más importante;
demostrar que el diálogo con las comunidades es el principal factor para llevar
al estado y al progreso a las zonas rurales, sin que haya afectaciones graves y
que las multinacionales sean responsables en los trabajos que vayan a llevar a
cabo; eso sí, respetando la voluntad de las comunidades, dada todas las implicaciones
de orden social que conllevan este tipo de proyectos, incluyendo las de orden
público.
En días pasados, con las siguientes palabras (El Tiempo),
el Alcalde de Vetas, Hernán Bautista, anunció la llegada del acuerdo: “Los vetanos nos sentimos felices
de poder avanzar en un proceso tan tedioso como fue definir el aspecto técnico
y científico para poder moldear esa línea del páramo que define el futuro de
nuestro territorio”, aseguró…"la comunidad de Vetas celebra
que el Ministerio de Ambiente se haya comprometido a corregir los errores
cartográficos que inicialmente había propuesto y en los que acaparaban más área
y toda la comunidad se veía afectada". Lo positivo es que se
haya podido llegar a un acuerdo con la comunidad frente a una actividad tan
delicada y que, si no se hace con responsabilidad, puede ser peligrosa, como la
minería a gran escala, que puede traer beneficios a la región (algo que no se
puede desconocer), respetando las zonas de Reserva Ambiental (el páramo a más
de 3000 metros sobre el nivel del mar) que provee de agua a más de dos millones
de personas en Santander y Norte de Santander. Como se contempla en el
documento firmado, la zona de Santurbán que podrá tener explotación minera
corresponderá al 30 % de su superficie, ojalá se cumpla al pie de la letra.
Seguirán
persistiendo las voces que le temen a la explotación minera (entre las que se
encuentra, el autor de la presente columna), como las del Ambientalista José Ángel
Mejía, expuestas a Edward Herrera (UNAB): “Aunque en la parte del páramo de
Santurbán el proceso de las multinacionales está en la etapa de exploración,
ésta puede ser peligrosa?, el corredor del páramo es el que alimenta el recurso
hídrico de la población de Bucaramanga; los yacimientos poco a poco están
perdiendo su capacidad de producción hídrica, la explotación va a ser a cielo
abierto, los efectos ya se están viendo, porque en el agua del río Suratá hasta
hace un año se podía bañar, ahora no sirve ni para regar las matas, lleva
mercurio?”. Ojo que se anota que ya se están presentando niveles de
mercurio, y eso, que aparentemente, la minería que se desarrolla en su mayoría
es de carácter artesanal, luego como parece irreversible la minería
industrial y a gran escala, se requiere el estricto cumplimiento del Manejo
Ambiental, así como la ejecución de todas las medidas necesarias para reparar
los daños hechos, tanto ambientales, como sociales y económicas.
Sobre la importancia ambiental e hídrica
del Páramo de Santurbán, se quiere dejar las siguientes frases expuestas por el
Fotógrafo y Ambientalista (Aida – Américas): “Cuando conocí este páramo y lo retraté, me di cuenta que debía seguir
visitándolo. Me inspiró a seguir más con mi pasión por la fotografía” … “En su máxima
expresión, vemos que tiene potencial y es algo que podemos perder. Son muchas
las razones para conservarlo” … “Muchos no lo
ven así y casi siempre lo ven con ojos de ganancias por la explotación minera”
… “Desde que conocí el páramo de Santurbán, me di cuenta que se puede llegar
más cerca del cielo”. Mejor
dicho, hay que hacer todo lo que esté al alcance para proteger a esta Maravilla
Natural, que, si bien se van a hacer actividades, hay que vigilar el
cumplimiento de todos los parámetros ambientales y sostenibles que se deban
cumplir, así como respetar las actividades agrícolas, ganaderas y minería
artesanal presentes, pero algo más importante; preservar la fuente de agua para
más de dos millones y medio de personas que colindan en la región. Porque
nadie va a querer oro y/o mercurio en su cuerpo, porque se contaminan los
cuerpos acuosos (algo que no debe ocurrir), ni que se genere violencia por la
realización de dichas actividades, ¿no les parece?
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