Una vez más se sienta a dialogar el Estado Colombiano
(Gobierno Petro) con la guerrilla dogmática y fregada del Ejército de
Liberación Nacional (ELN), de corte maoísta y sectario. Muchos dicen que es más
difícil tratar a los elenos que a los otroras farcos, dado que tienen un método
de demostrar su “política” de una manera más radical, basta con mirar las
justificaciones que hacía uno de sus máximos líderes en vida, el españolete
“Cura Manuel Pérez” sobre la voladura constante del oleoducto Caño Limón – Coveñas.
Pero como dicen por ahí, de la perseverancia algo quedará, se mira con algo
de esperanza la retoma de este posible acuerdo de paz, luego de que quedara
suspendido a raíz del carro bomba contra la Escuela General de Policía “General
Santander” el pasado 17 de enero de 2019, sumándole el hecho de que el Gobierno
(Desgobierno) de Iván Duque, no quiso buscar mayor chance para la Paz en
Colombia; incluso, se rumora de que se firmaría un Cese Bilateral del Fuego
entre esta guerrilla y el Gobierno de Juan Manuel Santos en agosto de 2018,
pero Angelino Garzón, a nombre del recién electo gobierno de Iván Duque en ese
entonces, se le atravesó a esta posibilidad. Es que aún la guerra es un negocio
para las extremas izquierda y derecha.
En días pasados ya se instaló la Mesa de Diálogos en
Caracas (Venezuela, un país cuya clase política, tanto chavista como opositora
no es de confiar), con la presencia del Alto Comisionado para la Paz (Danilo
Rueda) como el Jefe Militar Eleno alias “Antonio García”. Ya varios países como
Cuba, Noruega, México y Chile han aceptado tener un papel importante, bien sea
como acompañantes o como garantes. Han llegado personajes de la sociedad
colombiana a la mesa, como el Polémico y Fhüribista José Félix Lafaurie, quien
se ha manifestado a favor de volver trizas el Acuerdo de Paz entre el Estado
Colombiano y las Farc, también esposo de la Senadora Guerrerista del Centro
Democrático, María Fernanda Cabal (quien no está de acuerdo con la decisión de
Lafaurie, aunque lo dejará ir a Caracas); muchos dicen que es bueno que más
sectores entren a los diálogos, pero deja un aire de preocupación de que el
Gobierno Petro no esté apoyando decididamente la implementación del Acuerdo de
Paz Vigente (¿el fhüribismo estará ilusionado con que se vuelva trizas?). Por
todo eso, hay que estar vigilantes de como se desarrollen los mismos y los
resultados que emitan.
También es cierto que los elenos durante la falsa paz con
legalidad del gobierno (desgobierno) de Uribe en Cuerpo Ajeno (Ivanchis Duque),
triplicaron en cantidad su cantidad de miembros en tropa, así como
intensificaron sus acciones, a punto de que son respetados por ciertos miembros
del Gobierno Tirando de Nicolás Maduro, que tienen rodeadas a las disidencias
de las Farc (sin desconocer que aún tienen un poder peligroso), que pueden
hacer paros armados en ciertas zonas del país, con consecuencias nefastas para
la población; de ahí la importancia de buscar el diálogo para amainar por lo
menos, esta situación. Otro factor para tener en cuenta con los elenos es
que los frentes son más autónomos, por consiguiente, un cese de fuego con ellos
es más complicado, ya que a un jefe de frente le puede gustar la idea, pero a
otro no, y su dirigencia mayor no pueden y no quieren hacer mayor cosa frente a
este problema. Y nada de raro fuese que llegase el final del Gobierno Petro en
agosto de 2026 sin que se haya logrado mayores avances en la materia, aunque
llevan la ventaja de retomar lo positivo que se ha dejado en los intentos
anteriores, para ver si se puede llegar a unos mínimos, y convencer a los
opositores a la paz, que es mejor que la guerra.
Alias “Pablo Beltrán”, al instalarse la mesa, pronunció
las siguientes palabras (Euronews): "Esta mesa debe ser, y
apuntamos a que sea, un instrumento de cambio, de esa ola de cambios que pide
la sociedad colombiana, y esperamos no fallar a esa expectativa". Frases
similares y con las mismas palabras se han escuchado en ocasiones anteriores,
incluso en Quito (Ecuador), La Habana (Cuba) y Maguncia (Alemania), sin que se
vean hechos de voluntad reales. Es por lo anterior que hoy se exigen
resultados inmediatos a estos diálogos, ya que es la mayor apuesta del país hoy
en día, ya que se no se resiste más este conflicto colombiano, ni el Gobierno
Petro puede pretender que le den un Premio Nobel de Paz. Importante la
presencia de la Organización de las Naciones Unidas, ya que pueden ser el
máximo garante de que todo se esté realizando con la verdad y la honestidad, de
ambas partes, para un reto mayor. Si bien es mejor soñar con la posibilidad de
Paz Total algún día, también es cierto que cierta soberbia de los integrantes
del Gobierno Petro, hacen que se tema en otro fracaso y la paz siga siendo un
sueño, “y los sueños, sueños son”. De ahí a que hay que estar vigilantes con
todos los sentidos.
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