miércoles, 18 de enero de 2023

PAPAYA TOTAL

 

Si hay algo por lo que fue elegido el Gobierno de Gustavo Petro, fue el tema de enderezar el camino hacia la obtención de la Paz en Colombia, pero también en el que ha mostrado las mayores estupideces y su arrogancia. No es solo gobernar por las Redes Sociales, ni escuchando solo a sus Bodegas Aúlicas como se deben hacer las cosas, también es asesorándose de quienes tienen experiencia en esta clase de espinosos temas, es sabiendo tomar las mejores decisiones y efectuándolas de la manera más adecuada. El camino no es fácil, incluso se podría tomar más del tiempo de gobierno (cuatro años); pero en este sanedrín ciego, sordo y mudo; no quieren admitir que se han equivocado de manera grosera con el tema de la paz, y que cada vez que alguien les cuestiona por su mal actuar, le envían sus bodegas como abejas africanas en búsqueda de a quien picar. Por todo lo anterior, se hace necesario recordar de que hasta que no se vean mayores avances en el tema de la “Paz Total”, no se les puede creer, y más sabiendo de que varios miembros del actual regimiento nacional, le dieron la espalda al “Sí a la Paz”, durante el plebiscito del pasado dos de octubre de 2016.

 

¿Cómo inicia todo esto? El tema más prioritario es la obtención de la paz con el Ejército de Liberación Nacional, un grupo guerrillero amargado, comandado por unos “Viejitos Cagasecos, Pipilocos y Culichupados” como alias Gabino, Pablo Beltrán y Antonio García, quienes son atendidos como los reyes del universo, por el régimen de Nicolás Maduro (quien debe estar feliz dándole rienda suelta a su anticolombianismo). Faltó prudencia en el inicio de estos diálogos, por una de esas “extrañas alegrías” del Presidente Petro el pasado 31 de diciembre, al promulgar un extraño decreto, donde se definía un imaginario cese multilateral del fuego con elenos y demás grupos ilegales existentes en el país, en aras de la “Paz Total”. Todo iba bien, salvo por un detalle; no le consultó al ELN sobre este material, y su comando (de la tercera edad) se escandalizó y en un comunicado gritó a los cuatro vientos que jamás se les había consultado sobre ese fin y que los diálogos se encuentran en crisis, y que sería más fácil su rompimiento que su continuidad; al gobierno desordenado y mete la pata, no le quedó otra alternativa que viajar a Caracas, a pedirle de rodillas a Antonio García y compañía, que siguiesen trabajando; los resultados son inciertos, y en caso de un rompimiento, sería el mayor fracaso para un gobierno de izquierda, que supuestamente quiere la paz.

 

El otro caso, menos grave, pero igual de preocupante, es el menosprecio del Acuerdo de Paz, ya suscrito, entre el Estado Colombiano y la antigua guerrilla de las Farc, que ya está en marcha, así el Desgobierno de Iván Duque lo haya ninguneado de la manera más cínica y descarada, tan solo para complacer el ego de Carnitas y Huesitos. Quieren retornar al mismo a la traidora Segunda Marquetalia, al mando del bandido “Iván Márquez”, quien bajo un supuesto montaje del ExFiscal Néstor Humberto Martínez (quien jamás será digno de confianza, pero no ha sido comprobado aún el delito de ese montaje), se regresó a las armas y la ilegalidad, con complacencia del actual gobierno venezolano, con varios compinches (los finados Jesús Santrich, El Paisa, Romaña, entre otros). La advertencia fue realizada (con argumentos suficientes) por el ExJefe de la Delegación Gubernamental de los Diálogos en la Habana (Cuba) y actual Senador, Humberto de la Calle, pero en el congreso fue recibido con improperios por parte de ciertos congresistas de ese tal Pacto Histórico, ¿cierto ExSenador Gustavo Bolívar? Cuando se quiere imponer un estilo de paz destruyendo lo que se ha realizado en la materia, es “volver trizas el camino hacia una paz estable, duradera y total”. Es dar Papaya Total.

 

Se insiste en que es mejor desconfiar del trabajo en materia de búsqueda de la paz del actual gobierno (ojalá corrija su camino y logre algo en este sentido); puesto que no se ha parado seria y responsablemente en la materia. El Comisionado de Paz, Danilo Rueda, no ha querido escuchar a nadie, así como es un error craso llevar a la delegación del gobierno en los “diálogos” con el ELN a José Félix Lafaurie, uribista y defensor de la guerra (nada de raro sería que pusiese algunas talanqueras), ni hablar de los Senadores Iván Cepeda y Roy Barreras (defensor de una reforma política que la abriría el camino a la resurrección de la reelección presidencial inmediata, ojo). ¿Y el Presidente Petro qué? Tan solo hace unos días, por la presión ejercida, salió a decirle al ELN que no se podían quedar en el camino de la guerra, y anuló algunos artículos del polémico decreto del cese multilateral del fuego; si pretendía un premio nobel por esto, se le embolató, y si quería darle confianza a las FFMM sobre el tema, la cosa se les puso a mordiscos.

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