El
Plan Nacional de Desarrollo (PND) es la hoja de ruta que cada gobierno recién
asumido, debe tener para trabajar a lo
largo de su período presidencial; debería ser presentado inmediatamente gana
la presidencia, pero muchas veces por concertaciones, por “sugerencias” de la
clase política y por misterio, se presenta demasiado tarde (como en este caso,
casi siete meses luego de estar ya en trabajo), es la brújula que se tiene
para poder desarrollar su programa de gobierno (el cual prometió cumplir a
cabalidad en campaña, algo que nunca se ha hecho); varios han sido
descalificados en la Corte Constitucional por no cumplir requisitos mínimos de
trámite en el congreso o por querer pasarse por encima la Constitución
Nacional; luego debe ser objeto de mucho cuidado en el legislativo y en el
judicial, se supone que es un proyecto juicioso del ejecutivo y el
constituyente primario (el pueblo) debe velar por su estricto cumplimiento,
apoyando las cosas positivas y alertando sobre los aspectos negativos que
podría traer, y por ende, perjudicar al Estado. En el caso del Gobierno Petro,
se hicieron unas audiencias con las clases menos favorecidas (etnias, afros y
comunidades lejanas) lo cual es positivo, pero preocupa que el lenguaje
utilizado en los últimos días por el mismo presidente haga imposible llegar a
un acuerdo para que en el congreso se tramite lo mejor para el país.
El PND
de Petro se titula “Colombia, potencia mundial de la vida”, lo
cual concuerda con el discurso de la campaña electoral del Pacto Histórico, que
llevó a una Centro – Izquierda por primera vez a la Presidencia de Colombia. Entre
las definiciones que ha recibido el mismo, se encuentra la de la Líder Indígena
del Cauca, Flor Troches (Infobae): “Aquí están las razones por las cuales
millones de personas votamos; razones por las que hoy usted y su equipo de
gobierno están aquí. Este es un mandato popular, el pueblo no le está pidiendo
nada regalado, solo las bases justas y dignas para vivir”. Por eso la
importancia de que el pueblo esté vigilante sobre lo que se apruebe en el
Congreso, lo que quede luego del examen de constitucionalidad y lo que el
Gobierno aplique, que no solo se recurra al espejo retrovisor sobre el
gobierno anterior (en este caso, el desgobierno de Iván Duque); que por fin se
gane una batalla contra los altos niveles de desigualdad social que tiene
Colombia a nivel mundial, que alguna vez en la vida este país pueda tener algo
normal y honesto.
El
timonel de “Colombia, Potencia Mundial de la Vida”, es el Director Nacional de
Planeación, Jorge Iván Gonzales, manifestó lo siguiente (La República): “Combina
las voces manifiestas en los Diálogos Regionales Vinculantes con los
compromisos previos del Estado. Este es el primer Plan Nacional de Desarrollo
que desde el comienzo cuenta con la participación de todas las personas, que a
lo largo y ancho de Colombia han querido expresar sus opiniones acerca de los
proyectos estratégicos que garantizan mejores condiciones de vida”. Bueno,
ojalá tenga un trámite sano en el congreso, donde se deben escuchar todas las
voces expertas para que contribuyan al mismo, y se pueda lograr el mejor
trabajo concertado y acordado, para el bienestar del pueblo. Y si no, que lo
diga en sus propias palabras, el mismo Presidente Petro (Valora Analitik): “Hoy
necesitamos acabar el hambre de Colombia y no suplicando fuera de nuestras
fronteras. Parte de este cambio, que significa producir, es la base de la
riqueza, es lo que está consignado en ese PND”.
Señor Presidente, se requiere que se aplique estrictamente lo que usted dijo,
sin necesidad de discursos incendiarios,
con solo trabajar, es suficiente para que se logren los objetivos propuestos.
¿Qué
costo tendría el mismo PND “Colombia, Potencia Mundial de la Vida”? 1154
billones de pesos, equivalentes a los Presupuestos Generales que le restan al
presente gobierno. La meta de este PND (El Colombiano) es: “crear,
suprimir, reestructurar, fusionar, escindir, liquidar o integrar empresas de
generación, distribución y comercialización del sector eléctrico, con
participación mayoritariamente de la Nación”. Suena muy ambicioso, pero
se debe cumplir para evitarle al país otra frustración más, que este gobierno
que se supone alternativo, no quede como los anteriores de mucha palabrería y
poca acción (algo que parece ya estar dudando). Para este caso, se pueden tomar
las mismas palabras (Infobae) de la Vicepresidenta, Francia Márquez Mina: “deseos
de quienes participaron activamente de su construcción, incluyendo mujeres,
niñas y niños que estuvieron involucrados en los diálogos regionales. es la
voz” de comunidades raizales, indígenas, palenqueras, así como de la población
en condición de discapacidad y la comunidad LGBT+”.
Es importante tener presente lo que ha salido de boca de los mismos dirigentes
nacionales, para que al final de su gobierno se pueda hacer una evaluación
sensata, libre de sectarismos políticos (incluso, de indeseados influenciadores
en las Redes Sociales), de lo que se hizo y lo que no se hizo, para hacer
una elección de un nuevo gobierno que continue con lo positivo y pare
adecuadamente lo que trae problemas y hacer las reparaciones necesarias.
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