En días pasados se llevaron a cabo las elecciones
presidenciales en Guatemala, pasando a segunda vuelta los candidatos Sandra
Torres (viuda de un expresidente) y Bernardo Arévalo (hijo de un expresidente,
depuesto por un golpe militar). La campaña transcurría normalmente hasta que
ciertos anticomunistas que se encuentran en los entes judiciales de dicho país,
en un afán de imponer a la derecha en una nación azotada por golpes de estado,
guerras civiles y catástrofes naturales, le declararon la guerra a muerte al
movimiento político “Semillas”, el cual avaló la candidatura de Arévalo, con
ideas progresistas, sin llegar al izquierdismo extremo de Nicaragua, Cuba y
Venezuela. Los allanamientos, las absurdas cancelaciones de licencia, los fakes
y las persecuciones a líderes políticos de dicho movimiento comenzaron; llegó
el día de la segunda vuelta donde Arévalo se impuso con un contundente 60% del
electorado frente a un 35% de Doña Sandra. Se pensaba que todo pararía y que la
transición de gobiernos democráticos no tendría problemas el próximo 14 de
enero de 2024, pero el asunto se está tornando peor, ya que la persecución ha
aumentado de intensidad, y el rumor de saboteos a la llegada de Arévalo a la
Presidencia de la República (bien ganada) han comenzado a regarse por todo el
continente.
Hubo un aparente llamado a la calma y a la transición
pacífica del presidente actual, Alejandro Giammatei, de ideología derechista y
religiosa; con el siguiente mensaje en las Redes Sociales (CNN en Español): “Utilizaremos
la metodología planteada por el presidente electo” ... “Exhorto al presidente
electo a que en las reuniones participen las personas que se ocuparán de
dirigir los ministerios y secretarías, con el fin de garantizar la efectividad
del proceso y que el cambio de autoridades no sea un obstáculo para que las
instituciones sigan trabajando”. Hubo unos pocos días en que hubo
reuniones y acoplamientos de tema, pero la mala fé de la Fiscalía General de Guatemala
y otros entes judiciales hicieron que Arévalo y su equipo tuviesen que retirar
de dichas reuniones, para sentar una voz de protesta por la persecución
(similar a ciertos casos en Nicaragua), ya que consideran que no tienen las
garantías necesarias tanto para asumir la presidencia como para desarrollar un
gobierno democrático en el período que les corresponde (2024 – 2028). Ojo,
esto podría pasar en cualquier país latinoamericano en cualquier momento, sin
importar si el gobierno que hay es de derecha o izquierda; incluyendo a
Colombia, donde existen dos líderes politiqueros que son muy amigos de estas
jugaditas “Estilo Macías”, que prefieren el todo vale.
En
una entrevista concedida al informativo Infobae, Bernardo Arévalo evocó como su
padre, el Expresidente, Juan José Arévalo quien debía gobernar entre 1945 y
1951, fue víctima de chantajes y montajes de opositores, se dice que incluyendo
al Embajador de Estados Unidos de ese entonces, para que se fuera, pero como no
lo quiso hacer, lo tumbaron descaradamente. En la misma entrevista, el
Presidente Electo afirmó lo siguiente: “Efectivamente, nosotros estamos actuando ante
la Corte Suprema de Justicia y ante la Corte de Constitucionalidad (CC). Y
confiamos en que termine de calificar este asalto a la legalidad y al orden
constitucional y deseche todo lo que se ha venido actuando espuriamente por la
Fiscalía y el juzgado séptimo. El trabajo de la defensa de la democracia hay
que hacerlo adentro de la institucionalidad”. Ojo que se está refiriendo a respetar la institucionalidad del país,
así le estén negando sus derechos constitucionales, algo que se debe resaltar,
por cuanto en estos países tropicales y bananeros, sus políticos no son muy
amigos de respetar las constituciones ni las instituciones democráticas, cuando
las cosas no son de su favoritismo; por ejemplo, Pinochet, Ortega, Maduro,
Bolsonaro, Uribe, Evo Morales y demás especímenes.
Las autoridades electorales han confirmado el
triunfo del Presidente Bernardo Arévalo y su fórmula vicepresidencial, Karin
Herrera, pero la personería jurídica del movimiento político “Semillas”, fue
cancelada por autoridades judiciales, lo que demuestra que le harán la
guerra ciertos sectores para que no asuman sus funciones constitucionales desde
el próximo 14 de enero. "Nada puede
impedir legalmente que tomemos posesión el 14 de enero de 2024 tal y como está
establecido en la constitución"; lo
ratificó el presidente electo en una entrevista a Euronews, y se espera que sea
así; incluso el actual gobierno de Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU. Ni
la intentona golpista de Donald Trump siendo presidente y sin reconocer su
derrota en la campaña reeleccionista, el seis de enero de 2021 había sido tan
escandalosa como este caso, donde incluso los políticos casi que se tomaron a
la fuerza la CICIG hace unos años, mandando al destierro a quien la presidía, en ese entonces, el hoy
Ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez. Como que los legados de caos y
sangre de dictadores como Efraín Ríos Montt siguen rondando por ahí para que
ciertos politiqueros sigan haciendo de las suyas, impidiendo al pueblo a
acceder a sus derechos constitucionales.
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