La Reforma Pensional tenía un camino más fácil y sano que
la Reforma a la Salud y la Reforma Laboral; en ese sentido, le compite a la
Reforma a la Educación y tal vez, a la Reforma Agraria, todas propuestas
por el Gobierno (Desgobierno) de Gustavo Petro. En casi dos años que va del
“Cambio” para ser más de lo mismo, solo la Reforma Tributaria presentada por el
Ministro de Hacienda en ese entonces, Antonio José Ocampo, tuvo un camino
expedito aunque tuvo modificaciones, pero se está aplicando con buenos
dividendos relativamente. Sí, es cierto que Gustavo Petro se hizo elegir como
un gobierno de cambio, y tal vez de ahí nazca la idea de reformarlo todo y
proponer, como es su derecho y a su vez, el deber que le asigna la Constitución
de 1991. Puede que las reformas en sí no sean esos monstruos que van a torturar
y a comerse a pedazos el país, pero la actitud de ciertos integrantes del
Gobierno (Desgobierno) Nacional, empezando por el mismo presidente, dejan
muchas dudas acerca de las intensiones que se tienen con las mismas, unos por
ahí, dicen que sería la plataforma política (o politiquera) con miras a las
elecciones de 2026, donde Petro (si respeta la institucionalidad), ya no estará
en la contienda electoral.
Luego de ires y venires, cuando se calmó el ambiente
luego del hundimiento de la Reforma a la Salud en la Comisión Séptima del
Senado, se dio el debate en la misma corporación a la Reforma Pensional que no
tuvo mayores inconvenientes, solo tuvo un cambio importante: el umbral de
pensiones para que sea responsabilidad de Colpensiones es 2.3 salarios mínimos
mensuales legales y vigentes, lo que hoy en día equivalen a tres millones de
pesos aproximadamente. Se había anotado el Gobierno (Desgobierno) un éxito en
medio de todos los problemas que hay, incluso, se tomaron selfies con miembros
de la Bancada de Gobierno, ¿cierto Ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, y
Presidente de Colpensiones, Jaime Dussán Calderón? Pero, ¿qué tan viable es
dicho umbral? Expertos en dicha materia, como Andrés Felipe Izquierdo
(Consultora Integral de Soluciones Profesionales), afirmó lo siguiente
(Portafolio): “Si la reducción no va acompañada de
reformas paramétricas como edad, tasas de reemplazo, periodo de liquidación del
IBL y tasas de aporte no va a contribuir a una mayor sostenibilidad fiscal de
sistema a mediano y largo plazo”. Se debe aclarar que el umbral inicial
era de tres salarios mínimos, o sea, cuatro millones de pesos.
Pero la primera voz escandalosa, se llevó a cabo por Fabio Arias
Giraldo, Presidente de la Central Unitaria de los Trabajadores (CUT), quien le
habla al oído al Presidente Petro y muy amigo de paros y marchas, dijo esto (Infobae):
“Porque evidentemente eso favorece es a los fondos privados en
el hecho de que van a mantener mayores cotizantes y va a reducir exactamente la
posibilidad del régimen de prima media para los trabajadores, insistiremos ante
el Congreso de la República”. Esto podría
ser perfectamente un fake, porque si hay un grupo de afectados con esta
reforma, son los Fondos Privados de Pensiones, quienes incluso ya no podrían
administrar las pensiones de por lo menos el 50% de su personal laboral,
quienes ganan entre dos y 2.3 salarios mínimos mensuales legales y vigentes. Es
más, con la reforma, les quitarían buena parte de su sostenibilidad económica y
la disponibilidad de dinero para responder por sus obligaciones, se vería en
problemas de vaciamiento. Se recuerda que hoy en día, el modo de liquidar las
pensiones en los fondos privados, es diferente al de Colpensiones; en los
primeros es el promedio de todo lo que han ahorrado en 1145 semanas de trabajo,
mientras que en el segundo es el 75%, promedio de cotización de diez años,
luego de 1300 semanas. Las edades siguen de 57 años para mujeres y 62 para
hombres.
Después de que se surtiera el
debate en el Senado, el Presidente Petro apareció en un sorpresivo discurso
televisivo, manifestando lo siguiente (Caracol Radio): “El sistema pensional actual es
profundamente injusto y desigual. Solo 1 de cada 4 personas llegan a la edad con el
derecho a una pensión justa. 1 de cada 8 mujeres se pensiona. La mitad de
quienes trabajan no cotizan y no tendrán pensión. Colombia es el
segundo país con el mayor nivel de desigualdad en la vejez en América
Latina. Esta es una realidad que queremos transformar”… “que sean 4 salarios
mínimos legales vigentes”. En pocas
palabras, desconoce el umbral acordado de 2.3 salarios mínimos, y quiere imponer
uno de cuatro salarios mínimos, lo cual es absurdo. Puede que tenga razón en
cuanto al nivel de desigualdad, pero también es importante tener en cuenta que
un sistema pensional de un país no se le puede entregar de todo al Estado, ya
que no cuenta con las suficientes herramientas para hacerlo sostenible, y que
se podría transformar en un poco de politiquería y corrupción, con miras a
elecciones legislativas y ejecutivas.
PD: ¿Dónde quedó la Reforma a la Justicia?
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