La Paz Total, aparte de convertirse en un tema aburridor
y desagradable, se ha convertido hasta ahora en el mayor fracaso del Gobierno
(Desgobierno) de Gustavo Francisco Petro Urrego. No solo ha querido volver trizas el Acuerdo de Paz (el de
Verdad) vigente con la antigua guerrilla de las Farc, firmado hace ocho años
entre el Estado Colombiano (bajo el Gobierno de Juan Manuel Santos) y ese grupo,
con la excusa de la Ley de Punto Final (cuyos promotores principales son el
ExCanciller Álvaro Leyva Durán y el ExFiscal Eduardo Montealegre Linet), sino
que el manejo del orden público actual ha sido una colcha de fracasos, no hay
coordinación entre el Ejecutivo y las Fuerzas Armadas, para la muestra, la
nefasta eliminación de los Comandos Conjuntos; también la poca empatía que ha
dado este Gobierno (Desgobierno) Nacional hacia los Mandatarios Locales, basta
recordar que al Pacto Histórico no le fue bien en las elecciones regionales del
29 de octubre de 2023; aparte de reducirle bajos extrañas circunstancias los
presupuestos para obras prioritarias en las regiones, sino que matonean a los y
las responsables de dichas administraciones a través de las redes sociales. Mejor
dicho, además de ser una Guerra Total lo que se está viviendo en el país,
también se está sintiendo un Encarte Total.
¿Qué ha pasado con los diálogos con el Ejército de
Liberación Nacional, alias ELN? No hace mucho, se cumplieron dos años del
inicio de dichos diálogos de paz, pero están estancados y sin posibilidades de
un retorno al objetivo principal: la Paz. Para iniciar, se escogió la peor
sede para llevar a cabo este proyecto, la ciudad de Caracas (en la Venezuela
del Dictador Nicolás Maduro Moros y su séquito de bandidos); allá no les
interesa que haya paz en Colombia, ya que están acostumbrados como el mal
vecino: a tratar de sacarle provecho a los problemas que pasan aquí, ¿cierto
Diosdado Cabello? El ELN sigue haciendo de las suyas, como el ataque miserable
en Anorí (Antioquia), donde asesinaron a cinco soldados profesionales, cuya
base militar se encuentra enseguida de una zona PDET (definidas en el Acuerdo
de Paz, el de Verdad). Mientras los cabecillas de este grupo terrorista (aún se
le puede seguir llamando así), los decrépitos Antonio García y Pablo Beltrán
insisten en que no entregarán las armas, sus cuadrillas en Colombia siguen
haciendo de las suyas, beneficiándose del narcotráfico y sembrando terror y
muerte en donde aparece. Presidente Petro, no se les puede seguir insistiendo
en el amor, toca combatirlo con organización y estrategias efectivas.
Disidencias Terroristas que traicionaron el Acuerdo de
Paz (el de Verdad). Supuestamente, se llevan a cabo unos diálogos, con todas
las divisiones que hay, tanto en la Segunda Marquetalia (del Cobarde Iván
Márquez) como el Estado Mayor Central (del Narcotraficante Iván Mordisco),
mucho nombre honorífico a una caterva de hampones. Se siguen beneficiando del
narcotráfico, cometiendo crímenes contra el Derecho Internacional Humanitario,
y refugiándose en los brazos del Cartel de los Soles; no se sabe si el mismo
Márquez está vivo o muerto, ni la suerte de Iván Mordisco, o cuantas divisiones
por cuentas del narcotráfico hay en ambos bandos, ni siquiera parece haber una
hoja de ruta en estos casos. Aún no se han resuelto asuntos internos desde
que decidieron regresar a la clandestinidad en 2019, a un año de inicio del
Gobierno (Desgobierno) de Iván Duque; muchas cosas se quedarán sin saber porque
varios de sus protagonistas están muertos por reyertas entre sí (El Paisa,
Jesús Santrich, Gentil Duarte); así como la famosa teoría del entrampamiento en
2018, se ha ido diluyendo para pasar a ser una mentira bien utilizada con
propósitos criminales. Ya han traicionado varios Diálogos de Paz, que les va a
importar seguir haciendo daño.
Finalmente, los paramilitares. Muy lamentable el acto
bochornoso donde Gustavo Petro y Salvatore Mancuso se dieron un abrazo,
intercambiaron sombreros (un circo total); cuando estos paramilitares ni
siquiera han querido pedir perdón y reparar a sus víctimas. Todo parece
indicar que al Gobierno (Desgobierno) actual tan solo le interesa lo que puedan
decir estos ilegales contra ciertos sectores de la oposición, pero la Paz
Total, nada de nada. Ni hablar de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia
(AGC), quienes supuestamente quieren mostrar interés en dialogar, pero siguen
con sus narconegocios, amenazando y asesinando líderes sociales, siguen
delinquiendo. No se ve una solución real a la vista, pero toca enviar un
mensaje claro al Gobierno (Desgobierno) actual: es mejor que se bajen de esa
nube de que le darán un Premio Nobel de Paz a Gustavo Petro, que el poco o nulo
apoyo que le dio el ahora Presidente al “Sí a la Paz”, para el plebiscito del
dos de octubre de 2016, le está pasando cuenta de cobro, con el tema de la Paz
se debe tener un apoyo a todos los intentos de diálogo, pero también a una solución
militar, sin irrespetar a la población civil.
PD: terrible que las Curules de Víctimas en la Cámara de
Representantes, tengan espacio para alguien quien irrespeta a las víctimas,
¿cierto Miguel Polo Polo?
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