El fracaso de la
Paz Total en el Gobierno – Desgobierno de Gustavo Francisco Petro Urrego, ha
traído una barbarie en varias zonas del país como la Cuenca del Patía y el
Guaviare; pero en la presente columna se va a tratar uno de los temas más
complejos que ha tenido el país a lo largo de más de 200 años de Patria Boba;
el Catatumbo. Una región con muchas riquezas y maravillas, con una gente trabajadora
y echada para adelante, ha sido víctima del abandono estatal por siempre, de
los ilegales que han hecho de las suyas para allá, y del país vecino
(Venezuela) que ha querido sacar provecho político y económico a lo que se vive
en esta zona de frontera (al estilo de ciertas plazas de mercado, donde los
problemas de un puesto llevan a los dueños de los cercanos a tratar de aumentar
sus ventas). Una región rica en petróleo así como en cultivos de pan coger, se
ha visto sometida a todo tipo de vejámenes por los ilegales, principalmente por
el grupo terrorista “Ejército de Liberación Nacional”, no solo con la
infraestructura petrolera y energética, también asesinando población civil de
forma miserable, como ha ocurrido en los últimos días a raíz de la guerra
declarada contra las disidencias de las Farc.
¿Pero que ha
llevado a este desmadre del orden púbico y a la correspondiente desangre?
Primero, una clase política mediocre y corrupta, que han estado en la
Parapolítica y en los diversos Carruseles del Hampa. No hay derecho a que el
Norte de Santander, y principalmente, Cúcuta (su capital), tenga las tasas de
desempleo e informalismo más altas del país (compitiendo con el Chocó y la
Guajira). Se supone que como zona de frontera debería tener una estabilidad
económica, pues aún se imagina a Venezuela como la Arabia Saudita del
Hemisferio Occidental; pero resulta que está en manos de un Cartel de los Soles
(con el Tren de Aragua como su ejército de actividades en todo el continente),
que solo les interesa el narcotráfico, la minería ilegal y las alianzas con
delincuentes; fue muy terrible la humillación del número dos del chavismo
(Diosdado Cabello) a campesinos colombianos que cruzaron la frontera para
protegerse de la balacera que se produjo en inmediaciones del Catatumbo
colombiano. El Gobierno colombiano debería restringir al máximo los contactos
con el régimen de Maduro, Diosdado y demás bandoleros, no se puede confiar en
ellos y más aún, si hacen ejercicios militares en zona de frontera.
Otro aspecto
inadmisible de los últimos días es la cantidad de visitas estilo avispa, de
ciertos integrantes de la Pobre Oposición en Colombia. Un ejemplo, el día en
que Maduro se posesionaba ilegalmente en el Palacio de Miraflores en Caracas
(Venezuela), el Expresidente Álvaro Uribe Vélez llegó a Cúcuta a un mitin con
integrantes de la Oposición Venezolana, a pedir una Intervención Militar (si
bien no mencionó el adjetivo, se sabe que no era humanitaria) en Venezuela para
sacar a las malas al régimen dictatorial, con un desangre que podría haber
traído consecuencias nefastas para Colombia. Y aquí es donde se le deja un
mensaje duro a la Oposición (María Corina, Edmundo, Leopoldo, Lilian y demás);
si siguen haciendo alianzas indebidas con el fhüribismo colombiano y demás
grupos de ultraderecha, seguirán fracasando en su lucha por el restablecimiento
de la democracia en la Patria de Simón Bolívar. Ni hablar del ridículo
sobrevuelo que hizo el delfín Miguel Uribe Turbay para decir cosas
irrelevantes. El Catatumbo necesita acción estatal ya, con base en la confianza
que se debería generar (aunque hoy es nula) entre el Gobierno actual y el
Pueblo Colombiano, no como una coyuntura electoral para el año entrante, como
un compromiso de honor.
Se debe destacar la
labor de las autoridades locales de la zona, como el Alcalde de Cúcuta que se
ha esmerado en brindarle todo tipo de ayuda a la población desplazada, así como
las FFMM en la evacuación de esta población. Ojalá pronto se reestablezcan las
condiciones normales para su regreso a su lugar de vivienda; pero el
Gobierno Nacional (aparte del innecesario viaje a Haití), ha permanecido tibio
(¿temor al régimen de Maduro y Diosdado, así como a los elenos, con quienes ya
fracasaron los diálogos de Paz?), no hay acciones del DPS (Gustavo Bolívar solo
vive tomándose selfies y cazando peleas), de pronto la presencia del Mininterior
Cristo (cucuteño de nacimiento) en la zona, pero el Mindefensa perdido y la
Vicepresidenta (desaparecida, de malas). Ya el sector privado ha comenzado
a movilizarse para llevar ayudas a la región (así los insulte el petrista Fabio
Arias Giraldo, presidente áulico de la CUT). Lo cierto es que la Paz Total ha
sido el mayor fracaso del Gobierno – Desgobierno Petro, y eso que le falta algo
más de año y medio para irse de la Casa de Nariño. Ojalá el Decreto de
Conmoción Interior sirva para algo, y no sea un instrumento para imponer una
Reforma Tributaria. ¿Dónde andará el Ministro de Salud, el cascarrabias
Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez?