Parece que la modernidad (desde cualquier punto de vista)
llegó a Colombia, un país comúnmente mojigato y rezandero. Los tabúes sexuales
se pueden afrontar con respeto y sin ningún tipo de discriminación, los
preservativos y demás métodos anticonceptivos no constituyen ningún delito ni
ningún pecado (aunque no faltan los aullidos retrógrados por ahí); así como el
hecho de tener o no prole es una decisión de pareja, o en ciertos casos,
unipersonal; ese mandamiento de procrear para satisfacer a Dios dejó de ser
una cartilla de obligatorio cumplimiento. Se supone que la Constitución de
1991 es laica (no tiene preferencia por x o y religión, a diferencia de la de
1886, ultracatólica e intolerante), en los establecimientos educativos
oficiales, la religión dejó de ser una materia de obligatoria enseñanza, el
matrimonio civil (juzgado y/o notaría) es más respetable que los de camándula y
hostia. No se está imponiendo el ateísmo, cada quien es libre de elegir su
creencia religiosa o no tenerla; las iglesias dejaron de ser el centro de toda
población, los religiosos y las religiosas no pueden cruzar ciertos límites de
las vidas personales como lo hizo en otras épocas, Monseñor Builes en Antioquia
a principios del siglo anterior. Se debe resaltar el hecho de que se están
presentando menos tasas de nacimiento en todo el país.
Entre enero y julio de 2024 se presentaron un total de
255.055 nacimientos vivos, un 15.6% menos que en el mismo período de 2023, incluso,
hay una buena noticia de paso, los partos de adolescentes tuvieron una
reducción del 3.7% entre los mismos períodos. Ya esas familias con seis o
más descendientes han pasado a ser cosas del pasado y fotos sepia, teniendo en
cuenta de que a la hora de tener o no un bebé en el hogar, depende de factores
económicos y de decisión real de quien o quienes lo vayan a tener. Que no
vengan a decir que la legalización parcial del aborto ha sido la principal
causa, ya que desde 2006 cuando se abordó este tema en la Corte Constitucional;
el número de estas interrupciones voluntarias del embarazo no ha sido muy
grande, si bien aún hay barreras para acceder a este servicio de salud, lo
cierto es que la presencia de métodos anticonceptivos, así como de tratamientos
del día después, y una expansión de la educación sexual, han hecho de que a la
hora de la eyaculación y/o copulación, se piensen mejor las cosas para no tener
situaciones comprometedoras después; si sirvió el lema de “sin preservativos,
ni pío”.
Muchos dirán que no es un tema para tocar en esta
columna, pero si de algo está seguro el autor de la presente, es que la
responsabilidad sexual es la principal clave para una vida sana. No se puede
ir por ahí dejando embarazos ni nada por el estilo, la promiscuidad y la
fertilidad no van de la mano, son dos polos iguales, que no coordinan nada, y
al contrario, traen un sinnúmero de líos que con el tiempo, son difíciles de
solucionar. Es común ver que las parejas o las personas solas decidan tener
mascotas en vez de hijos (as) por criar; la ventaja radica en que las mascotas son
más fáciles de llevar, no requieren tanto complique en su cuidado, y ofrecen
igual o mayor amor a quienes les muestran su corazón. Que los centros
educativos se estén reduciendo, con casos de cierre definitivos, no quiere
decir que Colombia sea un país Farinelli (castrado), solo que se está
adquiriendo una Conciencia de Responsabilidad Sexual y Fértil, no es la
cantidad de criaturas que se traen al mundo la que define una familia, es la
calidad de personas que hay en la misma (que lo digan los antiguos carteles de
la droga, con muchos miembros pero casi nadie para confiar).
En los movimientos religiosos, seguirán presionando para
que se aumente la población de un país, así esté hecho trizas por la
corrupción, tanto de izquierda como de derecha, donde la polarización ha traído
muchas tragedias como el derramamiento de mucha sangre; la fertilidad es un
asunto de mucha responsabilidad como para ir haciendo cuentas alegres mientras
se está gozando el ratico; hay que leer sobre la procreación organizada, para
que este país no siga siendo un Terreno Pobre y Superpoblado, como lo es en la
actualidad la India. Puede que llegue el día en que sea un asunto de
preocuparse, como en la China y en Europa, donde la población se está
envejeciendo a ritmo duro, incluso, pidiendo a la gente de países
tercemundistas que se den una pasadita por allá (así sea con visa), para que
hagan su donación a la población futura; desde luego que las adopciones
(legales e ilegales) seguirán estando como una alternativa, pero es que traer
al mundo a un (a) bebé y criarlo, no es tan sencillo como las religiones lo
quieren aparecer, se debe manejar con guante de seda, porque depende de un
límite angosto, que define el paso de la sensatez a los problemas, y/o
viceversa.
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