martes, 21 de enero de 2025

LA PASIÓN POR EGIPTO

 

Comenzó el presente año, y no se puede perder la oportunidad de leer un buen libro, como parte de un proceso de descubrimiento personal, más de alguien que ha tenido que tomar drásticas decisiones: antes de la pandemia, le iban a regalar un viaje internacional grande y familiar, pero como implicaba ciertas humillaciones, lo desechó, decisión de la cual jamás se arrepiente. No se puede pasar de alto que la lectura es el mejor pasatiempo a la hora de buscar un plan de entretenimiento y educación a la vez; mucha gente preferiría la rumba o dormir, pero un libro es el mejo antídoto contra la cultura y la intolerancia. El libro de la presente columna tiene un tema bastante interesante: la obsesión en la Europa a principios del Siglo XIX, con el ascenso y posterior caída del trono de Francia de Napoleón Bonaparte, quien luego de conquistar una buena porción del Viejo Continente, así como de la zona occidental de Asia y el norte de África, lo perdió todo en Waterloo, saliendo para la prisión de la Isla de Santa Helena, donde falleció en 1821; así mismo, se habla de su relación con uno de los expertos más importantes sobre la Cultura y la Historia Egipcia; el Francés Jean Francois Champolion, partiendo de uno de los objetos más valiosos: la Piedra de Rosetta.

 

¿Qué es la Piedra de Rosetta? Es una roca hallada en el Egipto profundo, donde se puede leer un manuscrito, que está compuesto de varios idiomas; egipcio, griego, árabe y copto, entre otros. En palabras sencillas, habla de un decreto emitido en el año 196 antes de Cristo, donde el imperio que había entonces a la orilla del bajo Nilo, disponía del modo de vivir de sus habitantes (bajo el reinado de Tolomeo Epífanes). Basta recordar que para esa época, Egipto ya no era el imperio poderoso donde los faraones disponían sobre medio mundo; ya había llegado Alejandro Magno y había impuesto sus costumbres, así como la llegada de los romanos también empezaba a influir en el modo de vida. Esta “joya”, al igual que la mayoría de las reliquias saqueadas por los europeos a lo largo de dos quinientos años aproximadamente, tuvo que pasar por manos inescrupulosas de cazadores de fortuna (legales e ilegales), estar bajo intrigas (incluso de los Papas de la aún incipiente Iglesia Católica). Incluso, para que Champolion pudiese acceder a esta maravilla, tuvo in sinnúmero de piedras en el camino y malos tratos por parte de bandidos.

 

¿Jean Francois Champolion? Fue un joven de clase media baja de la Francia no aristocrática, quien quedó a muy temprana edad, bajo la tutela de su hermano mayor Jacques (Profesional en Biblioteca y Documentación), quien en cierta forma, le hizo despertar en su hermano menor, la pasión por la historia, la arqueología y los idiomas. Jean Francois no tuvo un título profesional, pero sus estudios le hicieron un carácter de curiosidad y obsesión por las maravillas de la historia antigua, a tal punto que llegó a ser uno de los Consejeros Mayores de Napoleón Bonaparte, incluso tuvieron varios debates sobre las reliquias, en una forma respetuosa (podía ser alguien que le hablaba al oído del autoproclamado Emperador, no solo de Francia, de toda Europa. Su trabajo con estas maravillas lo llevó a viajar por toda Europa y Egipto, para tener acceso a estas maravillas históricas, pese a que tuvo grandes enemigos como el Inglés Young, así como unos cuantos diplomáticos europeos en Egipto con negocios turbios. Su trabajo, incluso, sobrevivió unos años más luego de la caída y muerte de Bonaparte, ganándose el respeto y la fama, pero murió a los 42 años, en Marsella, por una enfermedad.

 

De Napoleón Bonaparte, ya se sabe todo; francés con ascendencia italiana, fue un militar muy hábil, con uno de los amores más sonados en la Europa de los Siglos XVIII y XIX: Josefina. Su invasión a España, trajo consigo unos de los fenómenos irreversibles para la Historia: la independencia de varios países del Nuevo Continente: América. Su autocoronación en París (donde estuvo el joven Simón Bolívar), fue uno de los acontecimientos más importantes; Francia venía de la revolución de 1789, pero la república aún no terminaba de consolidarse, lo que aprovechó muy bien Napoleón (Culibajito, como Petro y Uribe) para subir al trono, emprender la conquista regional pero años más tarde sucumbió y en un intento desesperado por retomar el poder, cayó preso en la célebre Batalla de Waterloo. En el libro, también se habla de como empezaron a surgir los célebres Jeroglíficos (si bien eran de idioma egipcio en un principio, luego fueron tomando rasgos griegos, romanos, árabes y coptos, principalmente), de que relataban las grandes epopeyas de sus faraones, así como de su vida familiar (con tragedias incluidas), pero lo principal; demuestra la Mitología Egipcia, que tuvo una influencia poderosa en la conformación del mundo de hoy. Su autor es Daniel Meyerson, quien ha dictado cátedras en la Universidad de Columbia, nada más y nada menos.

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