En el actual
Desgobierno del Presidente de Papel, Gustavo Petro, y de Facto, Armando
Benedetti, se ha puesto en marcha una cruzada absurda (por no decir estúpida)
contra las Energías Fósiles, bajo el falso pretexto de contribuir a
contrarrestar el Cambio Climático y darle paso a las Energías Limpias. Sabiendo
que la mayoría de los ingresos económicos por concepto de exportaciones
provienen de los hidrocarburos, además de que hay un buen potencial de campos
gasíferos en el país (tanto en la parte continental como en la plataforma
marina) y que se requiere trabajar en los mismos para evitar que se ahonde las
escasez de estos recursos, se ha hecho todo lo contrario, empezando por el
nombramiento de la decreciente Irene Vélez en la Agencia Nacional de Licencias
Ambientales (ANLA), que se encarga de darle el visto bueno ambiental a todos
estos proyectos, pero es bien sabido que esta señora tiene una animadversión al
sector energético, que tuvo su mayor eco durante su paso por el Ministerio de
Minas. El país se encuentra a pocos pasos de tener que importar gas, no
porque falte, sino porque no han permitido trabajar en este sector, gracias al
ambientalismo mal administrado y demagógico de la supuesta “Potencia de la
Vida”.
No se sabe bien que
tiene el Señor de la Agenda Privada, más conocido como el Presidente de Papel,
alias Gustavo Francisco Petro Urrego contra los hidrocarburos, puesto que a
Ecopetrol su Presidente Ricardo Roa, la tiene al borde del colapso financiero,
así como ciertos cobros que se le están haciendo desde la Dirección de Aduanas
e Impuestos Nacionales (DIAN), por algo es que la Shell está vendiendo sus
activos en un proyecto gasífero aún sin desarrollar. Prometieron fuentes de
Energías Fósiles, pero nada de nada, al contrario, están desmantelando un
proyecto de Energía Eólica en la Guajira (tierra de la polémica Marta Peralta
Epiayú), el Oleoducto Caño Limón – Coveñas se encuentra abandonado a su suerte,
ha estado más tiempo detenido que en operación. Ni hablar de lo que ha
pasado con Sirius y Komodo, que están a punto de pasar a mejor vida; ahora, lo
que se va a comentar es algo personal del autor de la presente columna; en
2018, cuando Petro perdió las elecciones con Duque (quien no se caracterizó por
su trabajo), el entonces candidato perdedor vetó a este humilde servidor en las
redes sociales durante un buen tiempo. Como quien dice por ahí, en el 2026, el
Pacto Histórico ya perdió ese posible voto.
En el Informativo
“Trochando sin Fronteras”, salió un artículo de Ricardo Apolinar propone lo
siguiente: “Por
eso debe quedar claro que el Estado es propietario de los recursos
petroleros y en consecuencia tiene sobre los mismos el uso, goce y disposición
exclusivamente. De esta forma, la propiedad de los mismos le es
inembargable, imprescriptible e inalienable, además de recuperar la
soberanía de un recurso que resulta determinante para el bienestar social de
largo plazo”. Si,
el Estado es el Dueño de los Recursos Energéticos, y debe trabajar por su utilización
para sacarle máximo provecho y abrirle espacio a las Energías Limpias, las
cuales su logística aún depende de los medios con Energías Fósiles, algo que
este Gobierno – Desgobierno no ha querido admitir, en medio de su arrogancia e
ineficiencia. En el mismo escrito, se resalta como una estrategia: “La
planificación del desarrollo de la industria petrolera tendrá un instrumento
para prever los impactos sociales y ambientales. En tal sentido, la
planificación de los proyectos deberá garantizar la articulación de los
sectores populares en aras de mitigar estos impactos y los mecanismos de
realización”. Es cuestión de aplicar la normativa que se tiene
actualmente, sin sesgos ideológicos ni lanzando al país de forma irresponsable
a una escasez energética.
Otro artículo que
trata de manera sensata el tema se encuentra en el sitio web de Brigard Urrutia
Abogados, donde dice lo siguiente: “La Resolución 40031 de 2025 del Ministerio de Minas y
Energía (MinMinas) adopta el Plan de Abastecimiento de Gas Natural para el
período 2023-2032, con el objetivo de asegurar el suministro y transporte
eficiente de gas natural en Colombia. El plan establece una serie de proyectos
clave, entre ellos, la ampliación de la capacidad de transporte en diversos
tramos del Sistema Nacional de Transporte (SNT), la construcción de gasoductos
estratégicos para conectar regiones clave como Bogotá, Cúcuta y el Valle
Inferior del Magdalena (VIM) con el SNT, y el establecimiento de una
infraestructura de almacenamiento y regasificación de gas natural licuado (GNL)
en La Guajira”. Esto
suena muy bien, y se reconoce que el Ministerio de Minas se esforzó por hacer
un buen documento, pero, su aplicación viene precedida por la animadversión que
el actual Gobierno – Desgobierno tiene contra este sector, sin saber por qué. Sumando,
el hecho que desde diciembre del presente año, empezaría a llegar gas
proveniente de Venezuela, si es que Maduro y Diosdado no deciden otra cosa,
bajo criterios politiqueros.
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