El Parque Nacional
de Bogotá es uno de los símbolos más representativos de la capital colombiana,
donde aún se puede respirar aire limpio, salir a caminar con la familia y
disfrutar de una tarde serena. Ha sido escenario de importantes
acontecimientos de la Vida Nacional, así como punto de referencia para desfiles
y marchas. Es primordial cuidarlo para que siga contribuyendo a la mejora
de la calidad del aire en el Distrito Capital; pero en los últimos años, debido
al Conflicto Interno Colombiano, ha sido punto de recibimiento de miles de
desplazados, que aún no tienen posibilidades de regreso a sus zonas de origen,
dado que el Estado Colombiano no posee la suficiente logística y astucia para
hacer las cosas que la Constitución de 1991 le exige para la seguridad y la
asistencia a todos los sitios del país, incluso los más remotos. La
imposibilidad de los Gobiernos de Turno para hacer las cosas que deben hacer,
ha tenido como principal consecuencia tener en la mira a esta Reserva Forestal
como un lugar para hacer sus propuestas y hacerse escuchar; unas de manera
pacífica y otras no tanto, donde se utilizan menores de edad como escudos
protectores y material de chantaje.
La comunidad Emberá
es originaria de las estribaciones de la Cordillera Occidental, límites entre
los Departamentos de Antioquia, Caldas, Chocó y Risaralda. Han padecido a lo
largo de su historia, múltiples problemas de orden público, como la invasión de
colonos armados y peligrosos, así como el olvido de un Estado Paquidérmico y
Politiquero. Las matanzas y el terrorismo los han hecho desplazarse a otros
sitios del país, principalmente Bogotá D.C, donde algunos de sus miembros se
encuentran desde hace más de cuarenta años. Pero han sido manipulados por
catervas politiqueras (de extrema derecha e izquierda), que les han inculcado
de manera venenosa, el hecho de que es mejor quedarse en el frío capitalino, a
la espera de migajas y limosnas, en vez de pedir garantías para su regreso a la
tierra de origen. Y lo peor, es que los han inducido a las vías de hecho como
las que se han presentado en los últimos tres años en zonas del Parque Nacional
(primero el costado sur y ahora en el costado norte), exponiéndolos irresponsablemente
al frío y la humillación. Les han ofrecido desde el Distrito Capital sitios
para albergue, principalmente para los niños, pero ciertos líderes manoseados
por la politiquería no les permiten nada.
¿Quiénes son estos
líderes? Son señores que se encuentran bien vestidos, con chompas para el frío,
que toman trago todo el día, humillan a las mujeres y niños emberá, se llevan
la mayoría de la ayuda económica que reciben, y lo peor, se encuentran divididos
en lo que pretenden: unos el regreso a sus tierras de origen (que es lo
correcto), mientras que otros quieren seguir bebiendo y consumiendo de las
limosnas, sin importarles nada el bienestar de sus comunidades. Cuando el
autor de la presente columna se encontraba estudiando en la universidad (de
treinta a treinta y cinco años antes), ya podía ver las galladas de miembros de
esta comunidad deambulando por las calles del centro de Bogotá D.C, pidiendo la
limosna y en algunos casos, siendo agresivos con la gente. Hasta no hace mucho
tiempo, era común ver hombres y mujeres emberá colándose en la estación de
Transmilenio de la Avenida Caracas con calle 19, sin que nadie les pudiese
decir nada, a veces iban armados de cuchillo. Pero las diferencias entre los
Gobiernos (Nacional y Distrital) ha impedido darle una solución efectiva a esta
problemática, incluso incumpliéndose puntos del Acuerdo de Paz, el de Verdad,
entre el Estado Colombiano y la antigua guerrilla de las Farc.
¿Qué dice el
Gobierno Nacional? Se ha mostrado indiferente al tema, con un rumor que corre
por ahí; habría miembros del Desgobierno actual (Benedetti – Petro) que han
incitado a los jefes de esta comunidad a seguir teniendo como objetivo de
politiquería, que hagan los que les dé la gana con este sitio, que lo
destruyan. En los últimos días, la Directora de la Unidad Nacional para las
Víctimas, Gloria Cuartas, manifestó lo siguiente (La FM): "Se identifica que, en la
actualidad, la comunidad emberá ubicada en Bogotá cuenta con cerca de 15
liderazgos que no llegan a consensos. Por lo tanto, se determina, citar una
mesa entre Bogotá, Gobierno nacional y los líderes para llegar a un acuerdo
sobre las peticiones".
Así mismo, ha protestado porque dizque al Distrito solo le interesa la
estética del parque (lo que interesa es la existencia del mismo luego de estas
acciones de hecho, señora). ¿Qué dice el Distrito? El Alcalde Carlos
Fernando Galán manifestó lo siguiente (El Colombiano): “Bogotá no puede
seguir pagando por los incumplimientos del Gobierno
Nacional, la
situación que está pasando la comunidad emberá, como se sabe, es por los
reclamos para retornar a su territorio”. Sumando un fallo de tutela de 2023, que obliga al
Estado Colombiano, a regresar con todas las garantías de seguridad y
asistencia, a esta comunidad, a su zona de origen.
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