Como si no fuera
suficiente con la Ley de Murphy (“todo lo que está mal, es susceptible de
empeorar”), el Desgobierno Benedetti – Montealegre – Saade – Petro, en una
actitud para las peores dictaduras, ahora quiere cambiar a las malas, sin
ningún Plan de Trabajo ni cuentas claras, el sistema de suministro de
pasaportes a los (las) ciudadanos (as) colombianos (as), como si temiese una
diáspora debido al deterioro del panorama en “Colombia, Potencia Mundial de la
Vida”. El ego de su demente dirigencia, que no dialoga con nadie, ni
escucha (si acaso a su mantequerío de bodega que hasta espacios televisivos tienen
en el pasquín (RTVC) de Hollman Morris, Santiago Moure, William Parra y Antonio
Morales. Mientras Colombia se desangra en una ola de violencia que se asemeja a
las masacres de los años ochentas y noventas, el actual ocupante de la Casa de
Nariño vuelve a cazar peleas con Trumpilio para luego tener que recular y
quedar como un soberano cuatro letras. Si bien las cifras económicas aún son
buenas (en su mayoría por la acción de la Junta Directiva del Banco de la
República, que aún es independiente), en cualquier momento, con miras a comprar
votos para las elecciones del año entrante, este desgobierno se aprestaría a
cometer cualquier locura, ya que decidieron hacer un falso positivo con la
Regla Fiscal.
¿Qué pasa con los
Pasaportes? Desde que llegó a la presidencia el siete de agosto de 2022, este
Desgobierno ha tenido entre sus objetivos a destruir, la labor de Thomas Greg
& Sons, en el tema de la logística para las elecciones y para los
pasaportes, que cada vez son más reconocidos por la calidad de sus datos y la
seguridad que imprimen. Bajo el pretexto de que nunca se había hecho una
licitación para el tema, el primer canciller y ahora primer conspirador, Álvaro
Leyva Durán, se dedicó a tratar de cancelar dicho contrato a las buenas o a las
malas, pero no pudo. Luego vino Luis Gilberto Murillo y le tocó prorrogar
el contrato vigente porque aún no se cuenta con la infraestructura ni con la
plata necesaria para hacer un trabajo que requeriría aproximadamente un año
para ponerlo en marcha, sumando el tiempo que se contempla para que las partes
involucradas en el contrato, salgan lo más satisfechas posible. Dicen que el
hijo del primer conspirador se encuentra muy involucrado en este problema,
sería bueno que aclarase su rol en este caso; algo tan delicado como el
documento de presentación en el exterior no se puede tratar a las patadas.
Luego llegó Laura
Sanabria, quien desde un principio denunció que no se podía hacer un cambio tan
abrupto; los supuestos contratados para este caso, la Casa de la Moneda de
Portugal, parece no tener mayor conocimiento de este peligroso proyecto del
Desgobierno colombiano. Es más, la entidad lusitana dice que podría empezar
un proceso si le dan 35 semanas para desarrollarlo, y que se tendría que
incluir a una empresa francesa Imprimiere Nationale, que si es experta en la
materia, luego, ¿porqué no acudir directamente a ella?, ¿cuestión de “comisiones”?
Pero Gustavo Francisco (en su afán de sacar a la principal rival de
Benedetti en la Casa de Nariño), decidió nombrar como Jefe de Gabinete y
Canciller en la Sombra al Pastor Alfredo Saade, antes uribista, luego
vargasllerista y ahora petrista consumado, quien brama a los cuatro vientos la
reelección del ojibrotado durante veinte años, que peligro. Saltándose las
reglas y echando por todos lados su machismo y misoginia, el Pastorsucho Saade
dio la orden en la Cancillería de ponerle talanqueras a la entrega de
pasaportes, para crear una crisis explícita, tal como ocurrió con el sector
salud, sin que se vean soluciones cercanas para la coyuntura.
Supuestamente, el
nuevo modelo de pasaportes tendría que empezar a trabajar el próximo primero de
septiembre, pero lo que es cierto es que no existe nada para lo anteriormente
dicho, ni siquiera se conoce el documento que han suscrito los gobiernos de Colombia
y Portugal, para la materia, la Canciller Sanabria renunció dejando
constancia de la problemática que se podría venir y que si no se toman las
medidas adecuadas, ser ciudadano (a) colombiano (a) de nacimiento, podría
volverse un motivo de vergüenza con un remedo de pasaporte nuevo. Ahora
nombraron a Rosa Villavicencio como Canciller Encargada, quien tampoco podrá
darle solución a este embrollo, y más cuando el Pastorsucho Saade se ha
posesionado a las malas de la Casa de San Carlos, mientras que Gustavo
Francisco y su cofradía de Desgobierno continúan cazando peleas absurdas y
metiendo al país en berenjenales innecesarios, más cuando la democracia está
debilitada por la paranoia del “Golpe Blando”, similar a la que hubo bajo la
disculpa de “Amenaza Terrorista”. Mientras tanto, seguirá rodando la mentira
sobre problemas de elecciones, para que Gustavo Francisco, en una intervención
descarada e ilegal en política, siga buscando votos para su cofradía, e imponer
un modelo antidemocrático, similar a esa mal llamada Seguridad Democrática.
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