Uno de los puntos más importantes del Acuerdo de Paz, el de Verdad, es la
Justicia, Verdad y Reparación a las Víctimas del Conflicto Interno en Colombia,
que duró más de 60 años, y cuyo posconflicto puede durar un tiempo similar. Fue
el punto que tomó más tiempo, que le puso más talanqueras a los diálogos que se
estaban llevando a cabo en La Habana (Cuba), que se tomó más de un año para ser
acordado en el papel, con la construcción de un Tribunal llamado Justicia
Especial para la Paz (JEP), de carácter transicional. Tantos acontecimientos
que afectaron el Derecho Internacional Humanitario (DIH), no se podían pasar
por los sistemas de justicia tradicionales, los cuales se caracterizan más por
la impunidad que por la efectividad. Para que se sepa la Verdad, se haga una
Justicia Efectiva y una Reparación acorde a las necesidades de las Víctimas
(eje central del Acuerdo firmado en el Teatro Colón), teniendo presente las
pautas dadas por la Organización de las Naciones Unidad (ONU) y de la Corte
Penal Internacional, es que la JEP ha estado trabajando a lo largo de siete
años, a pesar de los saboteos del Uribismo y el Petrismo. Los puntos
acordados en este tema, son los más polémicos del Acuerdo, haciendo que los
ataques de los Opositores a la Paz y amigos del Negocio de la Guerra, lo
ataquen constantemente.
Pero como toda expectativa tiene su respuesta, y luego de mucho tiempo de
trabajo con polémicas y cuestionamientos diarios, la JEP promulgó sus dos
primeras sentencias que deberán ser cumplidas y acatadas, así como se da el
derecho a las correspondientes apelaciones. La primera tiene que ver con la
condena a los antiguos integrantes del Secretariado de la extinta guerrilla de
las FARC, tal como se puede leer en este párrafo del escrito correspondiente
(Portal para la Paz): “En
cumplimiento de lo establecido en el Acuerdo de Paz el último Secretariado de
las FARC-EP fue condenado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) con la
máxima Sanción Propia. Deberán trabajar por 8 años en la búsqueda de personas
desaparecidas, acción integral contra minas, recuperación del medio ambiente y
reparación simbólica… “Nunca más el secuestro como medio de guerra. Nunca más
una vida rota en nombre de un propósito político, nunca más”, Alejandro Ramelli, presidente de la JEP.
Ya hay una condena para este delito grave, propia del Acuerdo, que no debe
interferir con la Justicia Tradicional, cuyo objetivo es tener a las Víctimas
como Objetivo Principal del mismo.
El siguiente fallo se dio
contra 12 exintegrantes del Ejército Nacional de Colombia por “Falsos
Positivos”, tal como se lee en el siguiente párrafo del diario El País de
España: “Los sancionados no eran altos mandos militares, sino mandos medios,
pues los oficiales de mayor rango no han aceptado su responsabilidad y
enfrentan un juicio con penas más altas, de hasta 20 años de cárcel. Los
sancionados este jueves son Hernán Gómez Naranjo, Guillermo Gutiérrez Riveros,
Efraín Andrade Perea, Manuel Valentín Padilla Espitia, Elkin Leonardo Burgos, Eduard
Álvarez Mejía, José de Jesús Rueda Quintero, Carlos Andrés Lora Cabrales, Yeris
Andrés Gómez Coronel, Juan Carlos Soto Sepúlveda, Alex José Mercado Sierra y
Elkin Rojas. Algunos de ellos han pasado tiempo en prisión por procesos
judiciales en la Fiscalía. Por ello, la JEP aplicó sanciones diferenciadas que
descuentan el tiempo ya cumplido en prisión: mientras algunos deberán completar
cinco o seis años de sanción, otros tendrán que cumplir siete u ocho”. La
JEP respeta y no se entromete en el sistema tradicional de justicia y pone
condenas con base en lo acordado, y si bien no son muy altas en tiempo, por lo
menos tienen la esperanza de que esclarezcan todos los casos del Conflicto
Interno Colombiano.
Ya salieron voces a favor y en contra de
dichas sentencias. Eso sí, las más valiosas son de las víctimas principales,
como Luz Mélida Ocampo (Cambio Colombia): “La sentencia nos deja un
sentimiento de dolor, de decepción. El fallo no concretó todo el
sufrimiento que se vivió en el secuestro. No se justifica que en ocho años no
haya claridad. Nos quedamos con las manos cruzadas. Es una justicia a medias”. Otra
voz el la del Expresidente Juan Manuel Santos: “Respetemos la decisión de
la JEP. Es tardía, sí. Incompleta para muchos, también. Pero es una clara
derrota jurídica del secretariado y sobre todo una advertencia moral: la
violencia no puede definir el futuro de Colombia”. Los victimarios
de ambos casos se comprometieron a acatar y cumplir los fallos al pie de la
letra, pero para eso sería bueno que el actual gobierno nacional (que se
mantiene volando en la Etnia Cósmica) hiciese los giros correspondientes para
este caso, sin pedir leyes de punto final que si le darían oportunidad a la
impunidad total y que el conflicto interno armado siguiese con mayor sangre
derramada y más victimizaciones. El Acuerdo de Paz se debe cumplir y respetar.