martes, 30 de septiembre de 2025

EL TRABAJO DE LA JEP

 

Uno de los puntos más importantes del Acuerdo de Paz, el de Verdad, es la Justicia, Verdad y Reparación a las Víctimas del Conflicto Interno en Colombia, que duró más de 60 años, y cuyo posconflicto puede durar un tiempo similar. Fue el punto que tomó más tiempo, que le puso más talanqueras a los diálogos que se estaban llevando a cabo en La Habana (Cuba), que se tomó más de un año para ser acordado en el papel, con la construcción de un Tribunal llamado Justicia Especial para la Paz (JEP), de carácter transicional. Tantos acontecimientos que afectaron el Derecho Internacional Humanitario (DIH), no se podían pasar por los sistemas de justicia tradicionales, los cuales se caracterizan más por la impunidad que por la efectividad. Para que se sepa la Verdad, se haga una Justicia Efectiva y una Reparación acorde a las necesidades de las Víctimas (eje central del Acuerdo firmado en el Teatro Colón), teniendo presente las pautas dadas por la Organización de las Naciones Unidad (ONU) y de la Corte Penal Internacional, es que la JEP ha estado trabajando a lo largo de siete años, a pesar de los saboteos del Uribismo y el Petrismo. Los puntos acordados en este tema, son los más polémicos del Acuerdo, haciendo que los ataques de los Opositores a la Paz y amigos del Negocio de la Guerra, lo ataquen constantemente.

 

Pero como toda expectativa tiene su respuesta, y luego de mucho tiempo de trabajo con polémicas y cuestionamientos diarios, la JEP promulgó sus dos primeras sentencias que deberán ser cumplidas y acatadas, así como se da el derecho a las correspondientes apelaciones. La primera tiene que ver con la condena a los antiguos integrantes del Secretariado de la extinta guerrilla de las FARC, tal como se puede leer en este párrafo del escrito correspondiente (Portal para la Paz): En cumplimiento de lo establecido en el Acuerdo de Paz el último Secretariado de las FARC-EP fue condenado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) con la máxima Sanción Propia. Deberán trabajar por 8 años en la búsqueda de personas desaparecidas, acción integral contra minas, recuperación del medio ambiente y reparación simbólica… “Nunca más el secuestro como medio de guerra. Nunca más una vida rota en nombre de un propósito político, nunca más”, Alejandro Ramelli, presidente de la JEP. Ya hay una condena para este delito grave, propia del Acuerdo, que no debe interferir con la Justicia Tradicional, cuyo objetivo es tener a las Víctimas como Objetivo Principal del mismo.

 

El siguiente fallo se dio contra 12 exintegrantes del Ejército Nacional de Colombia por “Falsos Positivos”, tal como se lee en el siguiente párrafo del diario El País de España: “Los sancionados no eran altos mandos militares, sino mandos medios, pues los oficiales de mayor rango no han aceptado su responsabilidad y enfrentan un juicio con penas más altas, de hasta 20 años de cárcel. Los sancionados este jueves son Hernán Gómez Naranjo, Guillermo Gutiérrez Riveros, Efraín Andrade Perea, Manuel Valentín Padilla Espitia, Elkin Leonardo Burgos, Eduard Álvarez Mejía, José de Jesús Rueda Quintero, Carlos Andrés Lora Cabrales, Yeris Andrés Gómez Coronel, Juan Carlos Soto Sepúlveda, Alex José Mercado Sierra y Elkin Rojas. Algunos de ellos han pasado tiempo en prisión por procesos judiciales en la Fiscalía. Por ello, la JEP aplicó sanciones diferenciadas que descuentan el tiempo ya cumplido en prisión: mientras algunos deberán completar cinco o seis años de sanción, otros tendrán que cumplir siete u ocho”. La JEP respeta y no se entromete en el sistema tradicional de justicia y pone condenas con base en lo acordado, y si bien no son muy altas en tiempo, por lo menos tienen la esperanza de que esclarezcan todos los casos del Conflicto Interno Colombiano.

 

Ya salieron voces a favor y en contra de dichas sentencias. Eso sí, las más valiosas son de las víctimas principales, como Luz Mélida Ocampo (Cambio Colombia): “La sentencia nos deja un sentimiento de dolor, de decepción. El fallo no concretó todo el sufrimiento que se vivió en el secuestro. No se justifica que en ocho años no haya claridad. Nos quedamos con las manos cruzadas. Es una justicia a medias”. Otra voz el la del Expresidente Juan Manuel Santos: “Respetemos la decisión de la JEP. Es tardía, sí. Incompleta para muchos, también. Pero es una clara derrota jurídica del secretariado y sobre todo una advertencia moral: la violencia no puede definir el futuro de Colombia”. Los victimarios de ambos casos se comprometieron a acatar y cumplir los fallos al pie de la letra, pero para eso sería bueno que el actual gobierno nacional (que se mantiene volando en la Etnia Cósmica) hiciese los giros correspondientes para este caso, sin pedir leyes de punto final que si le darían oportunidad a la impunidad total y que el conflicto interno armado siguiese con mayor sangre derramada y más victimizaciones. El Acuerdo de Paz se debe cumplir y respetar.

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