martes, 7 de octubre de 2025

BOGOTÁ EN LA BASURA

 

Uno de los problemas más grandes que ha tenido que soportar la Atenas Suramericana es el de las Basuras; a lo largo de 487 años de existencia, ha tenido que soportar este desagradable problema no solo por la falta de Conciencia Ambiental de sus moradores, también por la falta de acciones efectivas de sus Administraciones Locales, que lo han visto más como una retahíla de promesas populistas que como un problema a solucionar. Ya no se puede andar por ninguna calle sin que se vean los papeles, comida regada, heces fecales de toda índole, incluso objetos de grupos ilegales y mentiras de la politiquería, haciendo desagradable el panorama a lo largo y ancho de la Capital Colombiana. Para la muestra, el siguiente botón: en días pasados, el autor de la presente columna se encontraba caminando en inmediaciones de la I.E.D Manuela Beltrán, en la Avenida Caracas con calle 57; el andén se encontraba invadido por cantidades desbordantes de basura, como si hubiera ocurrido un hostigamiento terrorista en la zona, y lo que más preocupa, es una zona muy concurrida por menores de edad (ya que ese colegio está ahí). Las canecas públicas prácticamente han sido convertidas por objetivos militares de vándalos que se unen a cualquier causa para hacer de las suyas, y como están apoyados por el Desgobierno Nacional de la Etnia Cósmica.

 

Ni la administración actual de Carlos Fernando Galán se ha logrado ponerse a la altura de proporcionar una solución efectiva, cuando está llegando a la mitad de tiempo de su mandato. En días pasados tuvo un enorme fracaso con su propuesta de un Nuevo Sistema de Recolección de Basuras; le tocó echar la Directora de la UAESP y elegir un Nuevo Director, esperando a que trabaje en este tema como debe ser, porque las basuras están ahogando a los nueve millones de habitantes del Distrito Capital. Ahora, esta papaya ha sido aprovechada de forma infame por el Desgobierno de la Etnia Cósmica para hacerle bullying a la Administración Capitalina y tratar de obtener réditos politiqueros con miras a las elecciones legislativas y ejecutivas de 2026. La situación se empieza a parecer a la de diciembre de 2012, cuando la Bogotá Humana (Inhumana) de Gustavo Francisco Petro Urrego (Alias “Sin Visa EEUU”) decidió cambiar de manera irresponsable y no planificada, el sistema de recolección de basuras, lo que originó un problema sanitario de dimensiones similares al de la pandemia; otro poco, y el Inquisidor Ordoñez hace ostias con la situación.

 

Claro que se deben tener en cuenta las dificultades de logística y seguridad que deben afrontar los Operadores del Sistema, los carros no pueden llegar a ciertas calles y zonas por su tamaño, la agresión de habitantes de la calle hacia los empleados de dichas empresas, las dificultades climáticas que trae los 2600 metros más cerca de las estrellas y del frío, por no mencionar otros casos. Y que en el Cabildo Distrital no se ve mayor disposición a debatir seriamente sobre el asunto para definir una estrategia clara que le dé más limpieza a Bogotá; hay que recordar que en el Legislativo Distrital abunda el populismo, la politiquería y la ordinariez, sobre el debate, la responsabilidad y el trabajo. En un trabajo muy bueno que ha hecho Greenpeace sobre este problemilla, se puede leer el siguiente párrafo: Para 2050, Bogotá debería ser una capital global, atractiva y sostenible económica, social y ambientalmente. Una ciudad en donde sea la ciudadanía la protagonista de las transformaciones, en donde el gobierno distrital esté al servicio de la gente y en donde sin importar en qué barrio vivan las personas, puedan acceder a los servicios esenciales, moverse tranquilamente y vivir en condiciones dignas, humanas y seguras”. Al paso que va, ni para el 2250 se podría conseguir este objetivo.

 

En la página web del Distrito Capital se puede leer el siguiente párrafo sobre las basuras: “En ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ trabajamos por una gestión responsable de los residuos y entornos más limpios”. Pero los resultados no se están viendo por ninguna parte, y la ciudad parece estar a punto de una emergencia sanitaria, sin que nadie haga o proponga algo para evitar otro problema a la ciudad, tan grande como el de la Seguridad. Ojalá que con la llegada de una nueva Administración Nacional el año entrante, se pueda coordinar un trabajo serio y responsable con el Distrito para empezar a mejorar el terrible problema de contaminación, ahora que se recuerda la irresponsable frase del ExAlcalde Enrique Peñalosa en 2017: “en ocho años, se podrá nadar en el Río Bogotá”. Y ocho años después, el cuerpo de agua sigue muerto y lleno de basuras y escombros; esto no puede seguir así, debe haber mayor responsabilidad administrativa, algo que no le gusta mucho al uribismo y al petrismo en Colombia. No quisiera imaginarse en unos años a Bogotá convertida en un tugurio hindú, donde las basuras ocupan grandes extensiones y tienen bastante altura, y los chulos fuesen los reyes del panorama.

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