En
medio de la crisis ambiental por los efectos (en algunos casos, ya
irreversibles) por el Cambio Climático, se han presentado varios llamados de
atención de voces expertas en la materia, sin que los líderes de turno hayan
hecho significativo para enfrentar el problema. No solo por la desaparición
de fauna y flora, también por el deterioro de las condiciones de la vida
humana, en un mundo cada vez más llevado por la ira que por la sensatez, donde
prevalecen los intereses particulares sobre los comunitarios, y la guerra se
considera como la mejor solución a todos los problemas, lo cual es absurdo. Colombia
no se podía escapar a este problemita, donde su gobierno (desgobierno) se niega
a reconocer la existencia de un Acuerdo de Paz suscrito entre el Estado
Colombiano y la antigua guerrilla de las Farc, el cual es de obligatorio
cumplimiento, y su no implementación ha ocasionado graves efectos al Medio
Ambiente y al Desarrollo Sostenible, como lo hicieron saber en días pasados un
grupo de científicos importantes, mediante una misiva dirigida a Ivanchis,
publicada por la Revista Science; a continuación se analizarán unos párrafos de
este documento, para ver que tienen razón los expertos y que así no le guste al
gobiernito que dejó podrir la economía naranja, tendrá que reflexionar en la
materia y actuar, así le quede un año largo de período constitucional.
“Un
tratado Latinoamericano que pedía esfuerzos multilaterales en materia de
sostenibilidad y protección ambiental, así como la implementación del proyecto
de Especialidad Agraria, una iniciativa alineada con los objetivos del Acuerdo
de Paz que habría facilitado las resoluciones de históricas disputas de tierra”. El
tema principal de este párrafo es el Acuerdo de Escazú, el cual no solo
compromete a los países a proteger el Medio Ambiente y el Desarrollo
Sostenible, sino también y principalmente, a proteger a sus Liderazgos. Es
bien sabido que el gobierno (desgobierno) de Iván Duque obedece a los
lineamientos del eterno y cansón expresidente Álvaro Uribe Vélez, donde estos
temas no tienen cabida, por cuanto se consideran de ideología progresista, en
contra de la plomacera que proponen. El asesinato y la desaparición de estos
líderes y liderezas ha crecido de forma alarmante, así como la indiferencia
frente a la deforestación de grandes hectáreas de reserva ambiental por
intereses nefastos en su mayoría del sector de la ganadería (¿cierto José
Félix?). Ni hablar del tratamiento al tema del narcotráfico, donde quieren
imponer el glifosato a la lata, sin importar las consecuencias que pueda traer.
“El
rápido incremento de la violencia, pobreza e inequidad, que coinciden con las
acciones de Duque contra el proceso de paz, han creado condiciones sociales que
pueden acelerar la disrupción de ecosistemas amenazados, incluyendo bosques y
páramos, que proveen indispensables beneficios para Colombia e, incluso, más
allá de sus fronteras”. Era previsible que a un gobierno que,
en campaña, mostró su desprecio al Acuerdo de Paz, trataría de ponerle todas
las trabas al mismo, incluso lo demostró en el plebiscito del pasado dos de
octubre de 2016, cuando dijo NO bajo las disculpas de la ideología de género y
el rayo homosexualizador. Pero resulta curioso y triste, que el lema de
Ivanchis, Martuchis y compañía, sea “Paz con Legalidad”, y si hay algo que se
ha deteriorado desde el siete de agosto de 2018, es el orden público, por
cuanto empezaron a tener relevancia las alianzas entre disidentes, elenos y
carteles de la droga para mantener la cadena productiva de los alucinógenos.
Sumando que, habiendo Alto Comisionado para la Paz, no se han producido
diálogos con estos grupos para generar un posible desescalamiento de esta
violencia. Ni hablar de los efectos antiambientales (deforestación, atentados
contra las infraestructuras, desaparición de especies endémicas de flora y fauna
ocasionados). Y al gobierno de Uribe en Cuerpo Ajeno, le importa un asterisco.
“Los
científicos tenemos que levantar la voz para educar a candidatos y votantes
sobre las consecuencias socioambientales de sus acciones”. Uno
de los puntos más polémicos de la carta, por cuanto se están refiriendo
directamente a las elecciones legislativas y ejecutivas del año entrante, por
cuanto consideran que la mejor opción para el país sería un gobierno que
respete e implemente el Acuerdo de Paz, así como tenga al Medio Ambiente y el
Desarrollo Sostenible como ejes fundamentales de Progreso y Bienestar. Este
gobierno (desgobierno) así como un no autorizado líder de la oposición (a quien
los ocho millones de votos obtenidos el 17 de junio de 2018, se le subieron a
la cabeza), NO son los más representativos de los postulados que se emiten en
la presente carta, se deberían buscar más opciones que puedan sentar las bases
para un país más justo, equitativo y respetuoso de su flora y fauna, para que
haya una Verdadera Paz con Justicia Social, UN PAÍS INCLUYENTE. Por algo, la
Constitución de 1991, da espacio para todas las fuerzas políticas que quieran
ir al debate con respeto y escuchando a los demás, en vez de ir por las armas,
¿no creen?
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