El Presidente de la más baja
imagen de favorabilidad, tal vez por dárselas de muy play, se dispuso a
hacer un periplo por Glasgow (Escocia), Dubai (Emiratos Árabes Unidos) y
Jerusalén (Israel), donde fueron más célebres las polémicas y las metidas de
pata que los logros conseguidos. Por dárselas de muy ambientalista, terminó
haciendo un oso más grande que el polar, y encima de todo, la metida de pata de
su Ministro de Defensa, Diego Molano (con el más pobre desempeño) le declaró la
guerra a Irán, un estado con quien se mantienen relaciones diplomáticas desde
1976, sin ningún problema; un territorio de gran riqueza cultural e histórica.
Pero esa cumbre tampoco se lució por dar soluciones al problema del Cambio
Climático que afecta al mundo entero, como diría la activista Greta Thunberg,
solo fue un “bla, bla, bla”, donde no tuvieron más alternativas que proponerse
objetivos a largo plazo, demorando la transición que se requiere para recuperar
en algo, la sostenibilidad del planeta tierra; así a las grandes
multinacionales de las energías fósiles no les guste, ni a los grandes líderes
del mundo les simpatice, porque aún la cultura del progreso impuesto y sin
tener en cuenta a nadie, aún persiste.
Entre las cosas que prometió
Ivanchis para finalmente no cumplir, afirmó que radicaría en el Congreso Colombiano,
el Acuerdo de Escazú que aún no ha sido ratificado, pero que fue enviado sin
mensaje de urgencia (ya se sabe que naufragará), a pesar de las palabras del
Viceministro del Medio Ambiente, Francisco Cruz (El Espectador): “Desde el
Ministerio de Ambiente estaremos en cada uno de los escenarios, de los debates,
defendiendo esa radicación que se presentó sin mensaje de urgencia, así como
fue el compromiso del presidente que, al 30 de octubre, lo estaríamos
presentando. El viernes a las 5:00 p.m. fue radicado en el Congreso”. Empezando
que la propia bancada de gobierno se opone férreamente al Tratado, aduciendo que
impediría la inversión extranjera, así como sería un acto de sumisión frente al
castrochavismo, algo que es inaceptable en el Centro Democrático, aún en manos
del imputado Álvaro Uribe Vélez, quien parece estar perdiendo influencia en el
país, debido a su situación jurídica. ¿Será que el conservador y antiambientalista
Juan Diego Gómez (Presidente del Senado) y la polémica Jennifer Arias (Presidente
de la Cámara, con su Anatolio vote sí, permitirán el trámite de este proyecto)
Dudoso.
Pero continuando con las voces opositoras al Acuerdo
de Escazú, y afines al gobierno (desgobierno), se encuentra una en particular,
la del Representante a la Cámara por el Centro Democrático, Juan David Vélez,
quien manifestó lo siguiente en twitter: “Error garrafal del ministro
Correa al volver a radicar el proyecto de ley que busca ratificar Acuerdo de
Escazú. La socialización del acuerdo ha confirmado el rechazo de la totalidad
del sector productivo del país y la problemática de riesgo a nuestra soberanía
jurídica”, refiriéndose a Carlos Correa, Ministro del Medio
Ambiente. Como que el polémico congresista no sabe que la socialización se
debe hacer con las comunidades que se pueden ver beneficiadas y/o afectadas por
los proyectos que harían en sus zonas, los sectores productivos, y que la soberanía
jurídica es para acatarla por ambas partes; para lo anterior, se hacen los
respectivos estudios de factibilidad para determinar si se pueden hacer o no, y
en caso de las dudas ambientales, sociales y sostenibles, se hacen los
correspondientes estudios de impacto para proponer los planes de manejo, que se
deberán cumplir al pie de la palabra, bajo la vigilancia de las autoridades
ambientales correspondientes. El Acuerdo de Escazú no es ningún embeleco
comunista, señor congresista, lea un poco más.
Pero regresando al periplo de
Ivanchis en Glasgow (con una nutrida delegación familiar, sin tener una razón
válida); donde la foto con Joe Biden (quien parece decirle a Jill: “nos topamos
a quién no queríamos ver, el gordito del glifosato y que quiere dañar el Acuerdo
de Paz”), no le sirvió de nada ni llevar en el viaje a la Alcaldesa de Bogotá,
Claudia López, quien hizo una agenda más pequeña, pero que a esta hora, genera
más resultados; tuvo que encontrarse con las fuertes palabras del Líder
Ambiental, Francisco Javier Vera Manzanares (Infobae): “Me he
encontrado con varios presidentes del mundo, pero quisiera hablar tan solo con
el mío para que escuche a los jóvenes. Quiero decirle (al presidente Duque) que
sea más comprometido, sincero, responsable con los compromisos climáticos de
Colombia. Que dé un ejemplo real, no como el que se ha dicho que está dando, al
mundo y a Latinoamérica en general”. Simplemente está afirmando una verdad que se
sabe, a los Líderes Ambientales y Sociales, no los escuchan, es más, los están
matando miserablemente, con la pasividad de este gobierno (desgobierno)
nacional, ¿será que por eso, le saca el bulto al Acuerdo de Escazú, ya que uno
de sus principales objetivos, es la protección de estas voces necesarias para
la comunidad?
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