martes, 2 de noviembre de 2021

MINGAS Y PAROS

 

En estos tiempos de crisis social, no solo por la pandemia, también por la ineptitud de un gobierno (desgobierno) nacional, así como por la desigualdad social que ha reinado durante más de 200 años, ha provocado diferentes estallidos sociales, entre ellos las mingas indígenas. Han tenido razones justas, pero también no ha faltado la politiquería de turno que se ha querido apropiar de estas manifestaciones para mantener réditos en las elecciones del año entrante. También se podría responsabilizar a las administraciones locales, pero se debe tener en cuenta que es un problema nacional, que ha incluido el desplazamiento masivo interno por el conflicto interno, que ha llevado a comunidades campesinas, afro y étnicas a salir hacia los centros urbanos en búsqueda de mejores oportunidades, así como manifestar su voz de inconformidad frente a la pasividad de los gobiernos nacionales para proporcionar de una vez por todas, las soluciones a los problemas que padecen, empezando por la nula presencia del estado en las regiones más apartadas del país; donde solo llegan para hacerles promesas electoreras que nunca se cumplirán, y que si se llegan a cuestionar a quienes mintieron, se podría estar en peligro de seguridad.

 

En la columna Minga 2020 (27/10/2020), se hizo la siguiente reflexión: Su llegada a Bogotá DC, fue un motivo de fiesta para su gente, quienes salieron a recibirla, con aplausos y amabilidad, para manifestar su apoyo a la misma, empezaron sus marchas el lunes 19 de octubre con una caminata desde el Palacio de los Deportes hasta la Plaza de Bolívar, …fue que en la Plaza de Bolívar, apenas terminaban sus actos, se disponían a limpiar la misma, dejándola tal como debe estar; sin lugar a dudas, dando una lección de Cultura Ciudadana a los fríos habitantes de estrato mil de la capital colombiana (incluyendo la señora guache del video, y el sordo desgobierno de Invanchis)”. En el caso de la toma indígena al Parque Nacional de Bogotá, se ha visto en su mayoría unas manifestaciones pacíficas, aunque no han faltado las diferentes agitaciones hacia la violencia por parte de genios oportunistas a través de fakenews en las redes sociales. Eso sí, se debe criticar las posturas extremistas de ciertos dirigentes de las comunidades étnicas, que prácticamente han dicho que no quieren regresar a sus territorios de origen, sino seguir viviendo de la caridad de la gente, algo que es muy triste, porque sería aceptar la derrota frente a los grandes usurpadores de tierra y generadores de violencia.

 

Pero algo peor se está dando, desde el inicio del paro nacional el pasado 28 de febrero, se han visto a unos cuantos agitadores (la mayoría pertenecientes a un pacto por ahí), que han impuesto el concepto de que para hacerse escuchar, no solo debe hacer marchas y tomas pacíficas, también generar vandalismo y daños contra personas que nada tienen que ver en el asunto, generando graves problemas de orden público y poniendo a las diferentes administraciones locales en unas sin salidas, ya que al gobierno (desgobierno) nacional no le interesa mucho  este tipo de temas, por cuanto su ideología solo le permite ver la solución militar y el glifosato como el calmante para todo, en un concepto absurdo. Los Puertos Resistencias y los Portales Resistencias que en un principio tuvieron apoyo, hoy son rechazado por la comunidad, ya que se han vuelto focos de violencia e inseguridad, así como centros de rumbas sin fin, donde se bebe y se mete a la lata, y terminando en peleas callejeras. Ni hablar de las provocaciones politiqueras, como se dio durante el Paro Nacional, cierta concejala de Bogotá DC, perteneciente a una oposición de izquierda radical, manifestó en las redes sociales que en ambulancias se llevaban diferentes armas para el ESMAD, dando como resultado el ataque a una misión médica en inmediaciones del Portal Américas, lamentable.

 

 

En declaraciones a la Agencia EFE, el líder indígena y de la toma del Parque Nacional, Yondy Rojas, manifestó lo siguiente: "La guerra no es de 60 días, la guerra lleva más de 60 años en Colombia. Eso es lo que los políticos no entienden"…"Nosotros nos encontramos acá porque hay un incumplimiento total hacia las comunidades y los compañeros indígenas que han sido víctimas de la violencia en Colombia"…"La guerra no es de 60 días, la guerra lleva más de 60 años en Colombia. Eso es lo que los políticos no entienden". Desde la Administración Distrital se defienden y han manifestado que se han dado los correspondientes subsidios que se han decretado por el estado de emergencia correspondiente a una pandemia que se demorará en irse; pero denuncian (deben tener sus pruebas) de que estos dineros han sido malgastados por parte de unos cuantos dirigentes de estas comunidades desplazadas, y que querrían seguir en las mismas. Mientras se aclaran estos malos entendidos, valdría la pena indagar sobre la pasividad de la Unidad Nacional de Víctimas frente a esta problemática; claro que de un desgobierno nacional no se puede esperar mucho.

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