Aunque
la calma de la pandemia se vislumbraría a mediados del año entrante, ya que el
proceso de vacunación se inició demasiado tarde en Colombia (ocho semanas de
retraso con respecto a la mayoría de los países de la región), incluso cuando
el promedio regional supera el 50% de la población vacunada, aquí ni siquiera
se llega al 40%, ya se está hablando de recuperar el turismo en el país,
algo que no solo depende de la pandemia, también del orden público (muy
deteriorado) y de las políticas gubernamentales (justo cuando no se ve al
gobierno nacional). Este turismo estaría enfocado en gente que se necesita
recuperar de los efectos, tanto físicos como psíquicos que le ha dejado este
coronavirus, buscando un clima agradable y de paso, recuperar posibles fuentes
de ingresos y empleo para las distintas regiones del país, empezando por las
que más han avanzado en temas de vacunación, incluso con terceras dosis y la
fase para infantes y adolescentes, como es el caso de la presente columna, en
el departamento del Quindío, que posiblemente sería el primero en alcanzar la
inmunidad de rebaño. Tiene la ventaja de ser una de las zonas más pequeñas en
área y su ubicación en el centro del país.
En
la página web del Ministerio de Salud, se puede leer la siguiente declaración
del Gobernador del Departamento del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo: "El
planteamiento en el que coincidimos es que, por qué no lograr, para el mes de
diciembre, que el Quindío sea promocionado como el primer destino nacional
bioseguro y que la gente tenga toda la confianza de venir, pasear, disfrutar
las bellezas naturales y las atracciones del departamento". Esto
suena bonito, pero también se debe tener en cuenta que la posibilidad de uno o
varios picos de la pandemia son inminentes, no solo por el atraso en la
vacunación, sino también por seguridad y la falta de cultura ciudadana que se
está dando en los últimos días, donde la falta de cuidado es notoria, la gente
ya sale a la calle sin tapabocas, se vienen unos días sin iva donde las
peloteras serán las notables, y se están relajando las medidas de cuidado en
todas partes, ya que la economía nacional no aguanta más. Pero si bien el
Quindío ha hecho su tarea en materia de vacunación, hay otras regiones en el
país como la costa pacífica, que aún se encuentran muy atrasadas en la materia,
razón suficiente para desconfiar, más si es una tarea nacional, que se
explicará a continuación.
En
días pasados, como lo informa el diario La República (Bogotá), Colombia ha
sido seleccionada como uno de los cinco destinos turísticos líderes por estar
adelante en la vacunación, con fecha del 16 de febrero de 2021. Pero ya se
encuentra en inmediaciones de final de año, y esta vacunación no ha avanzado lo
suficiente como para echar voladores y asumir retos de manera irresponsable. El
Gobierno (desgobierno) no puede estar metiéndose en cuanta bobada se le ocurra,
ni exponer a la población a mayores problemas de los que tiene; luego, si
quiere recuperar este renglón importante de la economía nacional, debe hacerlo
pero de forma prudente que se puede evitar unos picos de contagio tan grandes
como el que hubo a mitad de año (con 27000 contagio diarios y 650 muertes en
promedio); bueno, ya hay gente viajando a veranear en diversas zonas de
Colombia y el mundo (el autor de la presente columna lo ha hecho), en grupos
familiares o pequeños, para evitar problemas de salubridad posteriores; luego
no se entiende porque el país se está metiendo en unas vacalocas cuando aún no
hay certeza de que va a ocurrir con el covid19.
Regresando
al departamento del Quindío, se han visto y hay que reconocer, los avances en
la materia, pero también le están exigiendo con justa causa a la gente, seguir
con las medidas de bioseguridad, como el tapabocas, el distanciamiento, la
aireación de los espacios privados y evitar al máximo las aglomeraciones. Pero
si se quiere mirar más allá de los entornos locales y nacionales, en EEUU y
Reino Unido, donde el porcentaje de población vacunada casi que duplica a
Colombia, aún hay muchas reservas sobre aperturas, ya que la variante Delta aún
tiene fuerza como para llevarse por delante muchas vidas, sin que le dé
remordimiento. Ah, y no se puede olvidar la variante mu, posiblemente originada
en este país de Uribe y Petro (otras dos especies de virus de intolerancia).
Que se debe dar apertura sí, que se deben recuperar las fuentes de ingresos y
empleos lo más pronto posible, también. Pero ojo, se debe hacer cuando la
vacunación en el país se haya hecho de manera masiva y efectiva, cuando el
Ministerio de Salud y el DAPRE hayan avanzado lo suficiente en la compra de
vacunas (que no se vuelva a repetir la mamadera de gallo, como la de la
multinacional Moderna).
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