martes, 12 de julio de 2022

INFORME FINAL

 

El pasado 28 de junio, la Comisión de la Verdad presentó su informe final, con base en un trabajo de varios meses, con testimonios de víctimas del conflicto colombiano en su mayoría, sobre las causas y consecuencias del mismo, haciendo unas recomendaciones, que no son de obligatorio cumplimiento, pero que necesariamente deben llevar a una reflexión sobre esta violencia que tiene a Colombia en una tristeza profunda. En un solemne acto en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, con varias víctimas, personajes de la actividad colombiana y con el desplante (cobardía) del Gobierno (desgobierno) Duque, el Presidente de dicha Entidad, Francisco de Roux S.J hizo un sentido discurso donde se cuestionó el papel de indiferencia que han tenido el Estado y la Sociedad frente a esta ola de terror y desangre que se ha venido presentando desde hace más de cincuenta y cinco años; que no solo ha sido una simple confrontación entre el mismo Estado Colombiano y la antigua guerrilla de las Farc, sino también la participación de otros actores como el ELN, las AUC, la corrupción política que también carcomió las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, y la indebida participación de ciertos miembros de la sociedad, causando irreversibles consecuencias en varios aspectos, para un país que anhela vivir en paz algún día.

 

¿Cómo se puede mirar este documento de 890 páginas que recoge los testimonios de 30 mil víctimas aproximadamente, quienes hicieron su aporte de manera libre y voluntaria? Esto puede ser definido en el siguiente párrafo extraído del sitio web de la Comisión de la Verdad, en una entrevista concedida por Eduardo Pizarro, Analista de la Violencia en Colombia: Colombia requiere tanto de una verdad judicial como una verdad histórica, la verdad judicial se refiere fundamentalmente a quién le hizo qué a quién, es decir, determinar las responsabilidades individuales y las circunstancias específicas en las cuales hubo centenares de miles de víctimas en Colombia”. Sin la verdad expuesta al público, jamás se podrá lograr esa paz que tanto se busca; esta verdad debe ser aclarada no con ánimo de venganza, sino con sanción, reparación y resarcimiento de todas las víctimas de esta guerra absurda (que no merece llamarse civil, porque del adjetivo no tiene nada), no es resumir a una Inseguridad Antidemocrática, perdón, Seguridad Democrática, donde lo importante es contar la cantidad de muertos que hay (todo vale); NO, es mirar al pasado para idear en el presente, la mejor estrategia para recuperar el rumbo en el futuro del país.

 

¿Qué dicen los integrantes de la misma (Comisión de la Verdad) sobre lo que quieren expresar y los siguientes pasos a seguir para explicar al pueblo colombiano sobre lo que paso y sus consecuencias? En un informe especial de France 24, el Comisionado Oscar Castañeda Lasso afirma lo siguiente: "el protagonismo de las víctimas…las que proponen las recomendaciones para la no repetición, son consejos de personas que ya tuvieron que pasar por el conflicto armado y que experimentaron un sufrimiento muy grande". Así mismo, la Comisionada Lucía Gonzales afirma sobre los pasos a seguir al mismo medio de comunicación: “el país y por todos los medios masivos de comunicación y comunitarios y alternativos contando la esencia de lo que hemos encontrado y que el país debe conocer y le sirve para construir esos propósitos de futuro”, sobre que la divulgación y concertación con un país aún adolorido por todo que ha pasado, y para eso, tendrán un plazo de 60 días contados a partir de la fecha de la presentación de este informe, donde sin lugar a dudas, tendrán que contar con el apoyo del Gobierno Entrante de Gustavo Petro y Francia Márquez (quienes estuvieron en el Acto de Presentación en el Jorge Eliécer Gaitán).

 

Más allá de las ampollas que levante, principalmente de quienes se oponen a la Paz como un método de solución a los problemas que agobian a este Macondo, y que si se va a leer el documento o no, tenga en cuenta que Francisco de Roux S.J (de la misma comunidad del Papa Francisco, un aliado del Proceso de Paz), Lucía Gonzales y el Padre Leyner Palacios fueron hasta Rionegro a recoger el testimonio del principal amigo de la guerra, Álvaro Uribe Vélez, en una reunión con muchos tropiezos (insultos de Tomás y Jerónimo Uribe Moreno hacia los visitantes), pero que sirvió para que un país empezase a mirar la guerra, no solo desde un punto de vista balístico, sino también de la desigualdad social que aún reina, del despojo de tierras a campesinos, indígenas y afros; sobre el provecho que han sacado de la violencia la clase politiquera corrupta, y principalmente, el porqué debe mirarse lo bueno de que haya paz aquí. Por eso, independiente del concepto que se tenga sobre la historia colombiana, antes de emitir un concepto u opinión, tenga en cuenta de que hay víctimas directas e indirectas, que aún padecen las consecuencias de la guerra, que no es cuestión de bandoleros y pistolas, es de buscar la justicia social.


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