martes, 4 de octubre de 2022

EL KARMA DE BOGOTÁ

 

El autor de la presente columna lleva más de 40 años viviendo en esta Selva de Cemento llamada Bogotá D.C, aunque fue llamada Santafé de Bogotá D.C durante los últimos diez años del siglo pasado. Y sin lugar a dudas, la inseguridad ha sido el principal karma de esta ciudad de su fundación, sin que haya habido una estrategia efectiva para combatirla; personalmente, se han vivido episodios desagradables como asalto a casa, robo de libros universitarios (sacados de la maleta de estudiante universitario) y de un celular (cuando eran las simples panelas). Salir a las calles de esta urbe es un gran reto, ya que en cualquier lugar pueden aparecer los amigos de lo ajeno, unos simples cacos, otros con armamento; pero la mejor arma hoy para combatirla es con el dicho sabio de la Cultura Ciudadana: NO DAR PAPAYA. Hay que llevar documentos, celulares, relojes y demás, lo más seguro posible en el cuerpo, en lo posible no contestar llamadas en la calle, andar con los ojos abiertos y los oídos despiertos, no recibir comidas de extraños y tratar de hacer diligencias en horas diurnas. Si bien las autoridades no se encuentran en su mejor momento, reportar cualquier novedad delictiva que se haya vivido.

 

¿Qué pasa con Bogotá Cuidadora? Si bien la administración de Claudia López ha tenido todo su tiempo para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la capital colombiana, la inseguridad ha sido su principal karma, no solo porque la percepción (nunca se dejará de lado) ha aumentado, también la llegada de grupos ilegales (microtráfico principalmente) ha contribuido con la paranoia reinante. La Secretaría de Seguridad (entidad creada en la administración del uribista Enrique Peñalosa) parece no dar abasto, ir en camino contrario hacia la combatividad efectiva a la delincuencia y criminalidad, no tener el suficiente material para luchar de una manera pronta; pero también se debe admitir que no contribuye mucho la situación de la Policía Nacional (entidad dependiente del Gobierno Nacional), con en el Gobierno de Iván Duque (gestor de varios desplantes a la Bogotá Cuidadora) y el de Gustavo Petro (ojalá contribuya positivamente a calmar la situación). Es cierto que se debe tener paciencia y calma, pero también es preciso que se implementen medidas efectivas para contrarrestar la situación, así la percepción siga siendo inmodificable.

 

¿Qué es la Percepción de Inseguridad? Es un mal que padecen los habitantes de las urbes en todo el mundo; es difícil pensar que en New York se sienta seguro luego del once de septiembre de 2001; o París luego de los atentados de los grupos islámicos radicales, algo similar en Londres; ni siquiera Río de Janeiro se escapa con los altos niveles de inseguridad. Después de que se vive un acontecimiento de inseguridad urbana, la desconfianza queda ahí y trae consigo la percepción de que no se puede estar seguro en ninguna parte, que se siente que en cualquier momento le puede pasar a uno un acontecimiento mínimo desagradable. No solo se vive en grandes urbes, sino en pequeñas que han tenido que sentir en carne viva el conflicto armado interno en Colombia, como el caso de varias poblaciones en el norte del departamento del Cauca, en la zona del Catatumbo (Norte de Santander), Bajo Cauca Antioqueño, San Vicente del Caguán (Caquetá), Tumaco, Buenaventura, entre otros. Muchos dirán que es un problema para el Gobierno Nacional y que las autoridades locales se deben quedar quietas, lo cual es absurdo, deben trabajar coordinada y mancomunadamente, los escuadrones de inseguridad trabajan en todos los rincones del país, ya que su principal objetivo es lucrarse del delito y si tienen que recurrir a lo que sea para hacer de las suyas, lo harán.

 

¿Qué dice la Secretaría de Seguridad? En junio pasado, salieron declaraciones sobre la materia del Jefe de ese Despacho, Aníbal Fernández de Soto sobre la materia, entre las cuales se cuenta el siguiente párrafo: “Si nos comparamos con otras grandes ciudades del país, encontramos que Bogotá tiene la menor tasa de homicidios a nivel nacional con 6 casos por cada 100.000 habitantes en lo corrido de este semestre; es un gran logro, una gran noticia, y un reconocimiento a la Policía por las acciones que realizan a diario”. Se debe reconocer el trabajo positivo, pero también no va al lugar compararse con las demás urbes del país, más pequeñas en extensión y población. Aquí debería venir una serie de medidas y trabajos coordinados con el Gobierno Nacional, como la definición de a quien debe obedecer la Policía en una situación de esta índole (sin tener que recurrir a pedir conceptos de ambas entidades (local y nacional)). También se debería recurrir a la Cultura Ciudadana, ya que está demostrado que la Pedagogía es una gran aliada a la hora de implementar acciones de seguridad; y que quienes se quejan e insultan a la Administración Distrital a través de Redes Sociales (la mayoría queriendo sacar réditos políticos), presenten sus propuestas para analizarlas y en caso de ser positivas, implementarlas; del resto, que se queden callados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario