En días pasados, se dio a conocer una determinación del
Gobierno de Estados Unidos frente a la lucha contra el narcotráfico (decisión
que había sido tomada en 2020, bajo el mandato de Donald Trump); se
suspendió el monitoreo de cultivos ilícitos en Colombia; lo cual fue tomado
por algunos simpatizantes del actual gobierno colombiano como un triunfo
(cuando en realidad no lo es), puesto que es una acción temporal y es mejor
tener claro lo que se va a hacer en materia de drogas, si se va a replantear o
se va a continuar con el mismo sometimiento, pero ya es hora de tomar
decisiones importantes en la materia, y no dejarlo al garete, ¿cierto Gustavo
Francisco? Anotando que los últimos monitoreos habían arrojado una superficie
de 234 mil hectáreas de cultivos ilícitos, algo que escandalizó a Raimundo y a
todo el mundo (datos de 2022, bajo los gobiernos de Duque y Petro) Dicen que en
Estados Unidos se están enfocando en la lucha contra el fentanilo (drogas
sintéticas) que a diario mata unas 200 personas y que su poder de adicción es
superior al de los alucinógenos (hay que prevenir la llegada del fentanilo a
Colombia, sino es que ya está por aquí), pero es mejor estar alerta.
“Actualmente,
en materia de seguridad y salud pública, el fentanilo es más peligroso que la
coca, la coca en Colombia ha traído más violencia e inestabilidad”, manifestó
en entrevista un alto funcionario del gobierno gringo (El Universal de
Cartagena), y así mismo, determinaron que mientras tanto, se aferrarán a los
datos que suministre la Organización de las Naciones Unidas sobre el monitoreo,
que tampoco ha sido favorable al país en los últimos tres años. Aún no se
sabe las implicaciones que esto pueda tener en la misma lucha, pero el
Exembajador de EEUU en Colombia, Kevin Whitaker dijo que la persecución a los
capos y las extradiciones continuarán como si nada. Es la mejor oportunidad
para proponer el cambio de la política antidrogas como lo ha dado a entender en
varias oportunidades, el Presidente Gustavo Petro, pero ya es hora de que se
tenga algo claro en la materia, pues nada hay específico hasta el momento, y lo
que más preocupa, es que el gobierno está dejando este (con otros temas) al
garete y no se puede meter en más líos internacionales; Colombia ha puesto el
mayor número de víctimas en esta lucha perdida y no se puede dar el lujo de ser
pasiva o ser inexistente en esta materia, hay que hacer el replanteamiento.
¿Qué
dice el Gobierno Colombiano frente a esta suspensión? El Ministro de Justicia,
Néstor Osuna, ha dicho que esta decisión no afectará el trabajo que haga en
esta materia el Gobierno Nacional, pero falta saber que acciones se van a
tomar, porque ya se está cumpliendo el primer año de mandato, y nada que se
definen acciones frente a esta materia. Por su parte, la Embajada de Estados
Unidos en Colombia, en un comunicado (El Universal de Cartagena), manifestó lo
siguiente: “Colombia y Estados Unidos abordan el impacto negativo de la
economía de las drogas ilegales desde un amplio espectro que comprende el daño
causado por el consumo y los eslabones del tráfico en su totalidad”. Pero
lo más triste es que el Gobierno
colombiano, parece estar improvisando en la materia, y más cuando hay
una decisión que le puede traer menos dolores de cabeza; no se puede imaginar
cuando haya medidas más duras. Pero hay algo más grave; en vista de que en
el 2025 el Partido Republicano podría regresar a la Casa Blanca, y su dureza
frente a este flagelo es más dura (glifosato, bala y extradiciones a la lata),
no se ve al Gobierno Petro preparado para afrontar en su final un reto tan
difícil.
Ejemplo,
la Representante a la Cámara por la Florida, María Elvira Salazar
(ultraconservadora y antilatina), (El Espectador) ha dicho lo siguiente por las
Redes Sociales: “tomarnos en serio el fentanilo no significa que se acabe la
lucha contra la cocaína, que causa una de cada cinco muertes por drogas en EE.
UU.”.. “Y la mayor parte viene de Colombia, donde el cultivo de coca superará
la cifra histórica de 300 mil hectáreas. ¡No más excusas por su fracaso, Sr. Presidente!”.
Es hora de hacer un cambio inmediato en la lucha antidrogas, llevar el
debate ante la ONU para que se cambie ese modelo represivo y judicial por uno
preventivo y de salud, donde no se tenga que depender de lo que digan las
grandes potencias (o sus líderes, en sus delirios de grandeza). Hay que ser
serios en la materia, aprovechar esta oportunidad para evitar más muertes en
Colombia, no quedarse impávidos frente a lo que ocurre, que el gobierno
colombiano trabaje seriamente sin tener que recurrir a las falsas adulaciones
de sus bodegas en las redes sociales, ir legalizando (de a poco) los cultivos
ilícitos pequeños que son administrados por campesinos, afros e indígenas que
dependen de ellos.
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