Colombia arranca muy mal en materia ambiental el 2024,
con incendios forestales, la mayoría provocados por manos criminales, como
si el Cambio Climático quisiese aportar lo suyo para desestabilizar más de lo
que está, el horizonte del país. Si bien es el momento de que la nación
esté unida, es muy difícil por cuanto el supuesto gobierno de Petro y la
supuesta oposición (repartida en migajas entre el uribismo, vargasllerismo y
peñalosismo); no dejan hacer nada ni quieren hacer algo positivo (como,
palabras más, palabras menos, lo afirma Claudia López, ExAcaldesa de Bogotá). Desde
luego, las temperaturas han aumentado, a tal punto de que en Bogotá es normal
marcar hasta 25 grados centígrados, así como unos solazos que han hecho
aumentar la venta de protectores y bloqueadores solares; en Cundinamarca (sobre
las márgenes del río Magdalena), se han registrado datos de hasta 40 grados
centígrados, lo que es absurdo, pero se debe tener en cuenta de que en este
país del sagrado corazón de Jesús, la Conciencia Ambiental no es un recurso
electorero, luego es desechada. Sobre todo, que tres casos emblemáticos han
sido los más llamativos.
El primero tiene que ver con los cerros orientales en
Bogotá. Se han presentado incendio a lo largo y ancho de los mismos, donde si
tiene razón la Ministra de Ambiente (Susana Muhamad), se han visto manos
criminales y garrafas de gasolina que han hecho que la calidad del aire se vea
empobrecida, y ya sea necesario, recurrir con más frecuencia al tapabocas,
similar a las épocas duras de la pandemia. Dos casos han llamado la atención en
los últimos días: el Cerro El Cable, uno de los más altos del Distrito Capital,
ya que allá se encuentran ubicados las antenas de Medios de Comunicación y es
una de las zonas más custodiadas por seguridad. El incendio, que fue provocado
criminalmente, duró varios días en ser controlado, y su humareda aún ronda los
cielos de la Atenas Suramericana, y sus aromas aún siguen perjudicando las
zonas de vivienda orientales. El otro, tiene que ver con el Sendero de la
Quebrada las Delicias, un corredor de ecoturismo que es visitado por miles de
personas todos los días, de espectáculos naturales difíciles de describir; es
una lástima que las llamas le hayan hecho un daño tenaz, si bien está
totalmente extinguido el fuego, tardará mucho tiempo en ser recuperado. Vale
la pena destacar el trabajo coordinado por la Administración Distrital,
Autoridades y Bomberos; la unión hace la fuerza y la sensatez para enfrentar
problemas como este.
El segundo caso tiene que ver con el Parque Nacional
Natural Santurbán y más concretamente el Páramo de Berlín. Una de las mayores
reservas de Frailejones del mundo, se vio terriblemente afectada por una serie
de incendios, en su mayoría actos criminales que fueron grabados en videos y
viralizados a través de las diferentes redes sociales. Cientos de hectáreas se
vieron afectadas y frailejones de cientos de años que se encontraban presentes,
fueron arrasados por las llamas, y para recuperar totalmente esta área, se
necesitarán más de cien años, así ya se puedan contar con matas de reserva, que
fueron producidas en criaderos especiales. Lo más triste de este caso, es
que no se vio un contacto fluido entre las autoridades locales y el gobierno
nacional, además, queda un interrogante; ¿un incendio en una zona que ha sido
apetecida por la minería a gran escala, tanto legal como ilegal? En cuanto
a la comunicación de entidades, es difícil pedirle sensatez tanto al Gobierno
Petro como a la Gobernación de Juvenal Díaz Mateus, y la Alcaldía de
Bucaramanga en cabeza de Jaime Andrés Beltrán. Aunque ya el fuego fue
prácticamente extinguido, se dio el primer vistazo de lo que serán las
relaciones tensas entre el gobierno nacional y los gobiernos locales hasta el
siete de agosto de 2026, se supone.
El tercer caso tiene que ver con el Páramo de las
Hermosas, declarada Reserva Natural y ubicada en la Cordillera Central (entre
los departamentos de Valle del Cauca y Tolima); un sector que en épocas
pasadas fue zona de desplazamiento y parqueo de grupos ilegales con fines de
narcotráfico. Cientos de hectáreas fueron calcinadas por el fuego (falta
por establecer si hubo manos criminales por ahí), y también tardará varios
años, incluso un siglo para ser recuperado totalmente. El trabajo de extinción
del fuego fue realizado en su mayoría por los Gobiernos locales, en cabeza de
las gobernaciones del Tolima y del Valle del Cauca, porque del Gobierno
Nacional no se vio mayor cosa, lamentablemente; porque si bien la Ministra de
Ambiente ha estado muy atenta al tema; al Director General de Bomberos, por no
estar de acuerdo con ciertas directrices del Gobierno Petro, lo echaron inmisericordemente.
Y, por otro lado, la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD),
que debió apersonarse de toda esta problemática desde un principio, está
acéfala ya que Olmedo (la ficha politiquera de Julián Bedoya), su Director, no
sabe nada en esta materia y ya fue suspendido por la Contraloría General de la
República, por casos de corrupción.
PD: el Ministerio de Salud se encuentra en manos, de
alguien que afirma que las vacunas contra el Covid19 tienen microchips de
espionaje, se ha mostrado tibia frente a la pérdida por desuso de un millón de
estas dosis. Coincidencias.
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