Como si no fuesen suficientes las metidas de pata de este
Gobierno (desgobierno) Petro, como por ejemplo poner a trabajar en la SIC a un
par de bodegueras e incitadoras a la violencia (Cielo Rusinque y Lalis), ahora
se le suma en el campo ambiental (aparte de la guerra contra Gorgona), que pone
en duda la afición hacia el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible; las
opiniones de la Ministra de Agricultura sobre el comercio de aletas de tiburón
que los pone en peligro de extinción. Ni la embarrada de la insulina del
mismo presidente logra opacar esta opinión preocupante, llena de demagogia
populista propia de un gobierno que poco tiene de gobernabilidad y seriedad,
caracterizándose por sus excentricidades y falta de sentido común por el país. Ni
hablar de la terna a la fiscalía, donde para la candidata más opcionada, Amelia
Pérez, las opiniones salidas de tono de su esposo (Gregorio Oviedo) la tienen a
punto de salir de la baraja. Ni siquiera un contrato de asesoría que tuvo en la
Administración Distrital del ExAlcalde Gustavo Francisco, le habían ocasionado
tantos problemas. Este gobierno resultó ser un cambio, pero de 360 grados
para seguir siendo más de lo mismo, y quiere reelegirse indefinidamente, como
lo quiso hacer Álvaro Uribe Vélez.
¿Cuál fue la metida de pata astronómica de Jennifer
Mojica, la Ministra de Agricultura? Según El Colombiano, durante una reunión
con comunidades en Buenaventura (Valle), la ministra manifestó lo siguiente: “No puede pensarse que es más valioso la vida de los
tiburones que de las personas. Un
decreto odioso, un decreto ‘yuppie’ dice nuestro presidente Gustavo
Petro, de los ‘yuppicitos’, de
los gomelos como quienes toman estas decisiones dándole no solo la
espalda, dando de verdad una muestra clara de lo que es el racismo”. La mayoría de Líderes Ambientales en Colombia, no se
caracterizan por ser yuppies ni gomelos: es imposible imaginar a Andrea
Padilla, Francisco Vera, Andrés Hurtado, Manuel Rodríguez (ExMinistro del Medio
Ambiente) gomeleando en la Zona Rosa o en la Zona T de Bogotá, hablando, o sea.
Ni Sandra Bessudo ni la Ministra actual del Medio Ambiente, Susana Muhamad, se
pueden considerar yuppies. Como que la Ministra, cumpliendo de echar paja
demagógica en reuniones con la comunidad, se le fueron las luces, tal vez
queriendo congraciarse con el mismo Presidente o con el poder en la sombra
(Laura Sarabia), dejando una vez en ridículo a este Gobierno (desgobierno), que
está recurriendo cada día más a sus bodegas para conformar un equipo mediocre
de Gobierno (desgobierno).
¿Respuesta de los Ambientalistas? La Senadora y Líder
Ambiental Andrea Padilla, según Cambio Colombia, le dio unas cuantas palabras a
la metida de pata de la Ministra de Agricultura: "¿Naturaleza,
tanto como a las personas, con la convicción de que hay para todos y de que
todos merecemos y tenemos derechos, somos 'gomelos' o 'yuppies'? Esos términos, infantiles y clasistas,
desprecian una causa vital, noble y justa, además de urgente y prioritaria. ¿O es que cree que la
COP16 de biodiversidad será una andanada de 'yuppies' que vendrán a imponer su
visión colonial? Porque su narrativa suena a esto, ministra". Y
para rematar, dijo lo siguiente: "cuidado
con el discurso de la 'ancestralidad' que es profundamente paternalista,
racista y colonial. Tampoco desprecie el conocimiento, los saberes, que incluso
quienes hemos hecho doctorado (endeudándonos o no) estamos para aportar". Tiene toda la razón
la Senadora, no se puede recurrir al viejo y gastado discurso de la desigualdad
social (que existe, pero no debe ser motivo de populismo) ni el resentimiento
entre las razas para tratar de ganar flores inmerecidas por querer ganar apoyo
entre la gente, que está empezando a entender que no hubo cambio ni se van a
cumplir las promesas.
¿Qué pasa con las Aletas de Tiburón? Dicen que son muy
alimenticias, con poderes afrodisíacos, y se consumen mucho en el Lejano
Oriente. Pero también ha conllevado a la cuasi extinción de esta especie
marina, por cuanto sin las aletas, es imposible que los mismos tiburones
sobrevivan en el mar. Lamentablemente, hay unos
cuantos piratas y mercenarios en todos los océanos del mundo, haciendo negocio
con semejante desgracia, sin importar el daño ambiental que están ocasionando. Ahora, hay comunidades en el Pacífico que piden que se les
permita este negocio, supuestamente para subsistir; deberían sugerirles de la
manera más amable y cordial que podrían hacer Criaderos de Tiburones
especializados para tal fin, porque no se puede seguir extinguiendo esta
especie marina, ni a punta de demagogia populista y mamerta se van a solucionar
todos los problemas que han tenido las comunidades del Océano Pacífico a lo
largo de 200 años de Patria Boba. De lo contrario, cuando se acaben los
tiburones, ¿seguirán con las ballenas jorobadas, los delfines o quien sabe? Es
un tema para tratarlo con cuidado y con mucho análisis, no con charlatanería
populista.
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