Lamentablemente, en la jornada electoral de antier (28 de
julio), hubo una terrible afrenta (fraude, atraco, fleteo, hackeo, y demás)
contra lo poco que quedaba de democracia en Venezuela. Otra vez ese Régimen
Hampón encabezado por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, los Saab (Tarek el
Fiscal y Alex el Excolombiano), los Rodríguez (Jorge y Delcy Eloína) y demás
especies expertas en todo tipo de artimañas, se las arreglaron de forma
corrupta para seguir haciendo lo que se les venga en gana desde el Palacio de
Miraflores. Ojalá se revisen bien los resultados electorales y le den todas las
garantías a la Oposición (quienes en cabeza de María Corina Machado y Edmundo
González Urrutia), iban encabezando las encuestas. Toda esta manguala comenzó
desde la semana pasada cuando se impidió la llegada al país vecino de las
delegaciones que iban a observar las elecciones y escrutinios correspondientes;
solo dejaron entrar a parlamentarios latinoamericanos afines a ese tren del
régimen (casos Gloria Inés Flórez y Clara López, senadoras colombianas del
Pacto Histórico, petristas y muy afines al PSUV). Lo que vendrá en estos días,
será definitivo para ver si revive la Democracia en Venezuela, o de lo
contrario, la diáspora continuará en proporciones inimaginables y la
delincuencia (Tren de Aragua y Cartel de los Soles), seguirá delinquiendo en
todo el continente.
Ni hablar de sus corruptas Fuerzas Armadas, encabezadas
por el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, quien junto con ese tal
Maduro, agitaron el ambiente la semana anterior con que si no ganaban, se
vendría un baño de sangre porque solo se puede hacer lo que ese Régimen diga. La
verdad, es que si el régimen sigue, el baño de sangre continuará en el país
vecino y tratará de trasladarse a los demás países, sobre todo a aquellos que
ya empiezan a protestar por lo que pasó en el “sistema electoral más seguro del
mundo” (frase de un promotor de la Cultura Traqueta en Colombia). No se dejaron
entrar a los escrutinios ni acceder a las actas electorales a los testigos de
la oposición, hubo agresiones de los comandos chavistas (lamentablemente el
Gobierno (Desgobierno) Petro quiere imitarlas aquí en Colombia, de cara al
2026) atacaron puestos de votación, para impedir quienes iban con la oposición
pudiesen votar; hasta muertos hubo. Si no hay una presión internacional
suficiente para evitar un fraude de proporciones ilimitadas, Venezuela seguirá
siendo un Estado Paria, con el cual no se deben establecer relaciones
comerciales; no es de confiar; así hayan más de dos mil kilómetros de frontera.
Con toda la razón, las preocupaciones de los Gobiernos de Brasil y Chile.
Si ese Régimen Hampón continúa en el poder, se avizoraría
un conflicto armado con la Guyana (país al oriente de Venezuela), que en estos
momentos tiene un boom petrolero por los hallazgos que se han dado en la zona
del Essequibo; y ya se sabe que Maduro y Compañía están dispuestos a hacer
de las suyas para robarse el hidrocarburo; ya tienen minería ilegal asentada en
la Amazonía Venezolana, y siguen albergando y apoyando militarmente a grupos
armados ilegales como la Segunda Marquetalia y el EMC (traidores al Acuerdo de
Paz, el de Verdad), así como al desechable Ejército de Liberación Nacional
(ELN); entre tanto, el ingenuo Gobierno (Desgobierno) Petro sigue haciendo
diálogos con ellos en Caracas, cuando lo mejor sería trasladar las
correspondientes mesas hacia La Habana (Cuba), pero es verdad que no quieren
saber nada de la Paz firmada entre el Estado Colombiano (en cabeza del Gobierno
de Juan Manuel Santos) y la antigua
guerrilla de las Farc (en cabeza de Rodrigo Londoño “Timochenko). La otrora
Arabia Saudita del Hemisferio Occidental está a un paso de superar en
arbitrariedades a Corea del Norte.
El Gobierno Colombiano, aunque debe mantener la
prudencia, si debería exigir total transparencia en el conteo de los votos en
Venezuela, así como pedir todas las garantías a la oposición del país vecino. Y
si Maduro y Compañía se quedan en Miraflores, restringir las relaciones entre
los dos países, solo en asuntos de emergencia. ¿Qué está haciendo el actual
Embajador de Colombia en Caracas, y si se ha vuelto a saber del Embajador de
Venezuela en Bogotá? Porque nadie quiere hacer inversiones en el vecino
país ni tener mayor contacto, esa es la verdad. Pero como si no hubiera más
situaciones grotescas, ahora no solo quieren implantar ese tal sistema
electoral venezolano del nefasto CNE aquí en Colombia, ahora pretenden importar
gas natural venezolano de allá, con la disculpa de un ambientalismo gobiernista
que aún no se ve. En días pasados (W Radio), el Presidente de Ecopetrol,
Ricardo Roa (ExGerente Financiero de la Campaña Petro Presidente en 2022), dijo
lo siguiente: “nosotros
hemos identificado para el año 2025 un faltante de 83 Gbtud día de gas, esto es
algo equivalente al 88% de la demanda nacional… también obviamente está la
expectativa de la que siempre hemos hablado, de la importación de gas desde
Venezuela a través del gasoducto Antonio Ricaurte”. Es imposible algo así, ya que en el país
vecino no hay infraestructura para tal fin, y se debe estar preparado para la
traición de Maduro a Petro.