martes, 3 de septiembre de 2024

CONTRA BOGOTÁ II

 

Desde que asumió la Presidencia de la República el pasado siete de agosto de 2022, Gustavo Petro se ha empeñado en atravesarse como mula en la vía a los proyectos que se están llevando a cabo en las grandes ciudades del país, principalmente en Bogotá. Su arrogancia y la impotencia que le produce haber desaprovechado la Alcaldía Mayor entre el primero de enero de 2012 y la misma fecha de 2016, lo ha conducido hacia creerse dueño del Distrito Capital, que puede definir que se hace y que no se hace; incluso; presionar a la población de manera indebida, a que voten por él o por quienes son afines a su ideología y egolatría. En la actualidad, esto también se estaría aplicando en Antioquia (Túnel del Toyo), Manizales y Caldas (Aeropuerto del Café), Barranquilla (pérdida de los Juegos Panamericanos 2027), Cali (Sistema de Transporte Mío), Bucaramanga (Metrolínea), entre otros. En su campaña presidencial, su equipo de trabajo hablaba de generar crisis explícitas para imponer sus criterios, y no solo aplica a la salud; también en los temas anteriormente mencionados y para Bogotá DC, hay dos ejemplos claros: Metro y el Hospital San Juan de Dios. Quiere dejar a la Etnia Cósmica vuelta nada, mientras se hace el bobo con la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela.

 

En el caso del metro, es claro que propuso un Metro Subterráneo (que puede sonar razonable) para la ciudad. Le dieron un cheque simbólico en 2015, para que se iniciaran los correspondientes estudios de factibilidad para proceder a iniciar lo antes posible la obra, anhelada por el Distrito Capital desde hace más de setenta años. ¿Qué pasó? No se hizo nada, el Burgomaestre de la Bogotá Humana dejó morir el tema, lo que condujo al Gobierno Nacional de ese entonces, encabezado por el Presidente Juan Manuel Santos y el correspondiente Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas a desechar con justa causa la obra, y eligiesen el Metro Elevado (Primera Línea) de Enrique Peñalosa, quien hizo la firma del contrato de inicio de obras, ya con el Presidente Iván Duque. El Exministro Cárdenas frente a las acusaciones del propio Petro, manifestó lo siguiente (Infobae): “Presidente, me siento muy orgulloso de ser el ministro que aprobó las vigencias futuras y consiguió los créditos para que Bogotá esté construyendo el Metro”. Y frente a los posibles actos de sabotaje del Gobierno (Desgobierno) Petro contra el proyecto, dijo: “Tanta filosofía lo está llevando a perder el sentido común, mientras en el país no para la muerte de soldados que dan la vida por su patria, mientras el hambre y la pobreza aumentan, mientras la corrupción aparece en cada noticia” …  “(Gustavo Petro) va a dejar a Bogotá sin metro y a Colombia sin cambio”.

 

El otro frente de batalla de un Gobierno (Desgobierno) que prometió ser “El Cambio” para terminar siendo “Más de lo Mismo”, es el Hospital San Juan de Dios, que en medio de una crisis económica, cesó sus operaciones en 2001, antes de 11 de septiembre. Desde entonces se han hecho esfuerzos por recuperar el Centro Hospitalario para la capital colombiana. En 2016, la Administración de Enrique Peñalosa (Don Cemento), firmó un contrato para la recuperación del mismo con la empresa Copasa, para la construcción de una nueva torre para poner a trabajar de nuevo este Centro de Salud. Posteriormente, Claudia López y Carlos Fernando Galán trataron de poner en marcha dicho proyecto, pero una supuesta omisión (que parece un fake de la Bodega Petrista), hizo que el Ego que se encuentra actualmente en la Casa de Nariño, de forma arbitraria y sin justificación posible, junto con la Superintendencia de Salud (quien tiene a su cargo la Subred de Servicios del Suroriente de la Capital), armasen un escándalo. Mientras tanto, sigue la crisis explícita del San Juan de Dios, que agoniza lenta y dolorosamente.

 

Otros temas con el que el Gobierno (Desgobierno) Petro quiere matonear a Bogotá DC (ciudad que le dio el triunfo en las elecciones presidenciales de 2022), son la Región Metropolitana (que ya tiene tanto a Bogotá como a Soacha), el Tren de Cercanías (la rabia de cierto sector de la izquierda colombiana contra Cundinamarca), el Metrocable de San Cristóbal (obsesión de la Senadora Petrista María José Pizarro), y hasta de pronto el Nuevo Centro Deportivo El Campín. Cuando el ego le puede en temas de trabajar con los demás, es muy fregado continuar desempeñándose en altos cargos de la Nación, ¿cierto Gustavo Francisco? Y lo peor, es que así y todo, exige de manera irrespetuosa, que continúen su proyecto político en 2026. Hay un parecido con la Dictadura de Seguridad Democrática entre 2002 y 2006 (Álvaro Uribe Vélez), cuando desde sus “Consejos Comunales” o centros de adoración a “Carnitas y Huesitos”, decía que obra iba y que no (pasando por encima de los mandatarios locales) a lo largo y ancho del país, como si fuese un monarca. A Petro también le gustan esos aires de monarquía, donde no se le puede cuestionar nada.

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