La guerra a muerte que le ha declarado el Gobierno
(Desgobierno) Petro al Sector Hidrocarburos no tiene nombre ni justificación, mucho
más cuando la Unión Sindical Obrera (Uso, Sindicato de Ecopetrol), le endosó
buena parte de su personal para que llegara a la Casa de Nariño. Es cierto
que debe haber una transición energética, pero se debe hacer de manera
organizada y adecuada para que los impactos sobre el empleo y la economía sean
mínimos y fácilmente reversibles, sumando el hecho de que los niveles de gases
contaminantes que Colombia contribuye a la sobrevivencia del planeta, no pasan
del 0.1%, y que el petróleo y sus derivados aún son la principal fuente de
ingresos por exportaciones (correspondiente al 60%) y uno de los principales
generadores de empleo. Se puede estar de acuerdo con Gustavo Francisco en la
desconfianza hacia el Fracking, pero para eso, están los Planes de Manejo
Ambiental y Social que si se llevan a cabo con esmero, cuidado y
responsabilidad, lograrán compensar los efectos generados. El Autor de la
Presente Columna, profesional en este ramo, sabe que no se pueden desperdiciar
las oportunidades positivas que el sector minero – energético conllevan, y que
para la transición hacia energías limpias de manera organizada y responsable,
se requieren aún las fuentes de energías fósiles.
Una de las muestras de la irresponsabilidad de este
Gobierno (Desgobierno), es el OSO que se hizo con el Pozo Oslo, un activo de de
la Sociedad CrownRock, perteneciente a la Occidental Petroleum Company (OXY).
El Pozo Oslo, ubicado en Estados Unidos (basta con recordar que Ecopetrol es
una empresa con inversiones internacionales, que han servido para suplir los
problemas que se han presentado con el abastecimiento de hidrocarburos y
derivados en el país en los últimos años), se presentaba como una excelente
alternativa, tanto en lo económico con en la provisión de gas al país, ahora
que está muy escaso. Había conversaciones sobre la adquisición del mismo por
parte de la Estatal Petrolera Colombiana, ya se había calificado como un
proyecto altamente confiable y la situación iba bien. Pero un día para otro,
el mismo Presidente Petro (en medio de sus viajes a la Etnia Cósmica), le dijo
al Presidente de Ecopetrol (el polémico Juan Ricardo Roa), que para todo, bajo
la supuesta razón de que se usaba el fracking en el pozo. A ver, el pozo
está ubicado en suelo norteamericano y los Estados Unidos son quienes al final
deciden que tipo de trabajo se hace, y que para los problemas ambientales que
se puedan generar, hay un Plan de Manejo correspondiente.
¿Reacciones? Las hay, y en su mayoría en contra, con
justa razón. El ExMinistro y ExPresidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry
(célebre por el término mermelada), dijo lo siguiente (La República): “se
trataba de un proyecto Oslo, y consiste en la evaluación de derecho que
tiene la compañía de adquirir esta participación de CrownRock, que tendría
un valor de US$12.000 millones, en precios de 10 de diciembre de 2023. Echeverry
también comentó que para materializar Oslo ya se habían surtido todas las
instancias previas, toda vez que significaba un negocio de gran tamaño y
ya contaba con el visto bueno al interno de la compañía. Solamente faltaba la
aprobación del presidente Gustavo Petro”. Y para
completar, la Calificadora Moody´s (se supone que el Presidente Petro debe
saber que es y que hace), manifestó lo siguiente (La República): “La
compra de la participación de CrownRock aumentaría la producción de Ecopetrol
en la Cuenca Pérmica alrededor de 15% - 20% de su Ebitda, frente a 10% actual.
Esperamos que los activos empiecen a generar flujo de caja a los precios
actuales de las materias primas, pero seguirían aportando flujo de caja a
precios más bajos”. Mejor dicho, el Ego de Petro y su falta de sensatez
dañaron esta oportunidad para Colombia.
Pero
no contento con esto, el Gobierno (Desgobierno) Petro se ha hecho el
desentendido frente a un Derecho de Petición enviado por el Representante de
los Accionistas Minoritarios de Ecopetrol, Jorge Orejarena, a Juan Ricardo Roa,
Presidente de la Petrolera Colombiana, donde se hacen las siguiente preguntas
válidas, como (página web de Jorge Enrique Robledo): “La acción de Ecopetrol
ha tenido fuertes descensos luego de que Ecopetrol cancelase la negociación con
la Oxy, decisión que el Citi Bank considera equivocada y que atribuye a la
politización de la petrolera. ¿Esa desvalorización no tiene nada que ver con la
pérdida de reputación en el mundo petrolero del presidente de Ecopetrol y del
presidente Gustavo Petro?, ¿Usted considera que dirigió con acierto el proceso
que terminó en este descalabro para Ecopetrol? ¿No cree que le llegó la hora de
renunciar a la presidencia de la empresa? Por favor, explicarnos”. Una
de las principales perjudicadas por una decisión politiquera y absurda, será la
transición hacia fuentes de energías limpias, ya que la escasez de
hidrocarburos y derivados en el país, harán que se tenga que importar en uno o
dos años si no se hace nada, y por ende, los posibles dineros para la
transición se deban usar en suplir necesidades.
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