Como
tratando de aprovechar el alza de los precios de los hidrocarburos por la
infame invasión de Rusia, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales
(entidad suscrita y dominada por el Gobierno (desgobierno) Nacional) le otorgó
la licencia correspondiente, mediante resolución 000648, al piloto de pruebas
de extracción petrolera mediante fracking en Puerto Wilches (Santander), el
primero en el país. Sin lugar a dudas fue otra de las tantas promesas
incumplidas por Iván Duque como presidente, que hizo como Candidato de Uribe,
así como a la ya frustrada ratificación del Acuerdo de Escazú (donde se
enfatiza la protección a Líderes Ambientales, quienes han sido asesinados en su
mayoría, en Colombia), lo que demostraría el antiambientalismo reinante en la
Economía Naranja, ya próxima a irse. Por consiguiente se ha iniciado la
polémica alrededor de dicha acción, pero lo que si es seguro, es que este paso
se dio de manera apresurada, ya que los altos precios del hidrocarburo no se
podrán mantener por la difícil coyuntura que se atraviesa, así como EEUU y la
Unión Europea están buscando suplir a la oferta que en materia de recursos
energéticos fósiles tiene la tiranía de Vladimir Putin; Venezuela y el Medio Oriente
ya se estarían alistando como los posibles oferentes, y pronto, los precios
comenzarían a bajar.
En el
siguiente párrafo sobre este hecho, en el diario Portafolio, se puede leer lo
siguiente: “La Licencia Ambiental otorgada para el “Proyecto Piloto de
Investigación Integral - PPII- Kalé”, no incluye en ninguna de sus etapas, la
aplicación en fase exploratoria o de desarrollo
comercial de la técnica de Fracturamiento Hidráulico Multietapa con Perforación
Horizontal”. Luego a renglón seguido, se indica lo siguiente (Portafolio): “Ecopetrol,
a su vez, debe realizar un estudio donde se
contemple el levantamiento topográfico del área de la locación a construir,
análisis geotécnicos, hidráulicos y de suelos, el cual debe ser presentado en
los Informe de Cumplimiento Ambiental ICA para lo locación”. No se
estaría dando licencia directamente a realizar de una vez la prueba piloto, se
requeriría primero hacer una especie de estudio de impacto ambiental en una
superficie pequeña (4.67 hectáreas aproximadamente), donde se perforarán los
correspondiente pozos de investigación, inyección y captación. Lo que si se
debe anotar es que por más mínima que sea la superficie de trabajo, los
resultados (buenos o malos), tendrán un alto impacto ambiental y social sobre
la zona circundante, y que los pasos siguientes que se darían, se deberán
concertarse con la comunidad, algo que no se ha hecho adecuadamente en las
fases previas.
¿Voces a
favor y en contra? La Empresa Colombiana de Petróleos, más conocida como
ECOPETROL, manifestó lo siguiente al diario El Espectador: "evaluar los
potenciales impactos ambientales derivados de la ejecución, y que tiene
contempladas medidas para prevenir, mitigar, corregir y compensar posibles
impactos en los ecosistemas, la biodiversidad, los recursos hídricos, el suelo
y el aire, entre otros aspectos". Como se puede leer e insistir, no es
una licencia que permita hacer fracking inmediatamente, se requiere unos
estudios para evaluar sus impactos ambientales y proponer los planes de manejo
correspondientes, frente a lo cual hay que tener los sentidos bien despiertos
para que no se vuelva a vulnerar la participación de la comunidad. Mientras que
entre las voces que se oponen, o por lo menos, expresan sus dudas, se encuentra
la del Secretario de Ambiente de Santander, Miguel Sarmiento (El Tiempo): “El
estudio de impacto ambiental entregado a la Anla no fue socializado con
nosotros, y se faculta esta práctica extractiva pese a que la Procuraduría
recomienda no avalarla por falta de evidencia científica que indique que no
afecte el medio ambiente, el agua y la salud pública”. Y lo peor, la cosa
no para aquí.
El mismo
Funcionario expresó lo siguiente por las Redes Sociales: “La protección de
todos los ecosistemas estratégicos del departamento es un compromiso del
Gobernador Mauricio Aguilar. Por eso, desde la Gobernación de Santander, no celebramos la aprobación que otorgó la Anla para
desarrollar un piloto de fracking en Puerto Wilches”. Sumado a lo dicho por
la Alianza Libre de Fracking: "en medio de irregularidades, protestas y
amenazas, la ANLA aprueba licencia ambiental para piloto de fracking de
Ecopetrol"…"en menos de cinco meses, con numerosas voces de rechazo,
serios cuestionamientos al trámite y el aumento de los hechos de violencia en
el Magdalena Medio incluyendo amenazas de muerte que implicaron el exilio de
una activista de la región". Todo proyecto minero – energético que no
se haya concertado adecuadamente con la comunidad afectada, como ocurre en la
mayoría de los casos en Colombia (si bien su principal fuente de ingresos
económicos por exportación son los hidrocarburos), debe ser rechazado de
inmediato; las implicaciones ambientales, sociales y de orden público que
traen estos proyectos, no deben ser olvidados, deben ser analizados lo
suficiente para presentar unos planes correspondientes para su manejo, sobre
todo en una época en la que se debería estar iniciando la transición
planificada hacia energías limpias, que llevaría un buen tiempo.
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