En
este Gobierno (desgobierno) que se ha ufanado de ser un Falsete con relación al
Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (lo de la Economía Naranja es pura paja),
se han propuesto tomar medidas desesperadas con miras a favorecer una
candidatura por ahí, donde de pronto les ha favorecido un poco el Frailejón
Ernesto Pérez, pero que, del resto, hace llorar. En días pasados
propusieron nuevamente al Congreso de la República la ratificación del anhelado
y necesitado “Acuerdo de Escazú”, el cual ya fue aprobado en primer trámite en
el Senado de la República, pero que ya se prevé un camino difícil y complicado
a lo largo del Capitolio Nacional, ya que no solo tiene opositores en las
bancadas afines a Duque (Uribe en Cuerpo Ajeno), sino que se les han sumado
ciertos gremios que no ven con buenos ojos, el documento que no solo se
encamina a respetar el entorno ambiental y social, sino lo más importante, la
protección de los Liderazgos Sociales relacionados con esta materia, y que se
ha descuidado terriblemente en Colombia, por el recelo del partido gobiernista
hacia el Acuerdo de Paz, que aún lo siguen considerando como un golpe duro en
su ego guerrerista.
En la
Comisión correspondiente de la Cámara Alta del Congreso, el tratado tuvo seis
votos a favor de los Senadores Antonio, Sanguino, Iván Cepeda, Ana Paola
Agudelo, Jaime Durán, Benner Zambrano, y Feliciano Valencia (todos de distintos
movimientos políticos y diversas corrientes ideológicas); solo se opuso Luis
Eduardo Díaz, muy afín a ciertos grupos políticos y económicos, de alto poder.
Como se puede anotar en el comunicado emitido por WWF: “Para la Alianza por el Acuerdo
de Escazú, este es un
gran paso para la aprobación de este tratado, que genera un escenario propicio
para el fortalecimiento de la democracia ambiental y la protección de los
defensores de derechos humanos en Colombia”. Más adelante
se puede observar: “Agradecemos a los senadores que han apoyado el proceso
por su compromiso y seguimiento al tema, y a cada una de las personas que desde
la sociedad civil han unido su voz al
llamado común por un país con mayor justicia ambiental, manifestando su
respaldo al Acuerdo de Escazú. Cada uno ha sido fundamental para lograr este
avance”. Pero la pelea se viene ahora, no solo en la plenaria del Senado, sino
en la Cámara de Representantes, donde sin lugar a dudas, la campaña electoral
será el factor clave para que el Acuerdo sobreviva a esta legislatura, o ya
sea, responsabilidad del siguiente gobierno.
¿Voces
a favor? Un ejemplo interesante es el de la Fundación Ambiente y Sociedad, que
dijo lo siguiente: “El Acuerdo de Escazú́ busca disminuir y prevenir los
conflictos ambientales garantizando a la ciudadanía tres derechos
fundamentales: el acceso a la información, oportuna, comprensible y
culturalmente apropiada, en igualdad de condiciones para los grupos más
vulnerables; la participación ciudadana… Adicionalmente, el Acuerdo incluye por
primera vez medidas concretas para la protección y defensa de los defensores y
las defensoras ambientales”. De ahí la importancia de su aprobación que
es necesaria y esperada después de mucho tiempo, así como la férrea oposición
de ciertos sectores poderosos del país, además sumando los antecedentes de
rechazo anteriores que ha habido en el Capitolio, no solo por esta oposición,
sino por la indiferencia disfrazada de debilidad por parte de este Gobierno
(desgobierno), caracterizado por su camandulería, sino por el desorden y
caos que le ha generado al país, ¿cierto Ivanchis?
¿Ejemplos
de la oposición al “Acuerdo de Escazú”? El Consejo Gremial, en días pasados,
sacó un comunicado cuyo primer párrafo, se puede leer en el diario Portafolio: “Luego de un análisis cuidadoso del tratado y de la normatividad
nacional e internacional aplicable en el país, el Consejo Gremial Nacional
insiste en que el Acuerdo de Escazú es innecesario y altamente riesgoso -por
ende inconveniente- para Colombia y en particular para la reactivación y el
crecimiento económico, el incentivo a la inversión y fortalecimiento del tejido
empresarial, la generación de empleo y la contratación de bienes y servicios”. ¿Innecesario en un país donde se están matando a doquier Líderes
Sociales y Ambientales?, ¿Por qué es nocivo para el fortalecimiento del tejido
empresarial, o es que niegan el tejido social? Pero como si no faltase más
polémica, en el informativo de opinión Visión Colombia 2022, el analista Nelson
Roberto Pardo (afín a la derecha colombiana), manifiesta lo siguiente: “No
podemos permitir que esos seudo - ambientalistas de los países firmantes, se
entrometan y paralicen con demandas y peticiones cargadas de su ideología de
extrema izquierda…Ese acuerdo les da todas las herramientas, para hacerlo sin
ningún problema”. Terrible el término seudo – ambientalistas, así como
decir que la protección del Medio Ambiente, el Desarrollo Sostenible y sus
Liderazgos están abanderados por la extrema izquierda. Por lo anterior, se
hace muy necesario este tratado, para detener de una vez por todas, esta
estigmatización a los asuntos ambientales con fines políticamente peligrosos.
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