El
próximo 29 de mayo, habrá la primera vuelta de elección presidencial, donde no
se ve ninguna candidatura con triunfo absoluta, por lo que se tendrá que
recurrir a una segunda vuelta electoral, el 19 de junio posterior, para que el
siete de agosto haya un cambio de gobierno, con la remota esperanza de que se
corrijan muchas cosas, luego de las chambonadas de la Economía Naranja, en
cabeza del gobierno (desgobierno) de Iván Duque Márquez y Marta Lucía Ramírez
de Rincón. Por lo anterior, el autor de la presente columna hará manifiesto su
voto para la primera vuelta, como una invitación a participar masivamente en
las urnas, con el fin de que los extremistas y violentos no tengan cabida en la
democracia colombiana, imperfecta pero presente, al fin y al cabo, gracias al
talante garantista e incluyente de la Constitución de 1991, que es la que rige
actualmente. Sin lugar a dudas, habrá que buscar que los nuevos jurados de
votación y demás integrantes del cuidado de los comicios electorales, sean
mejores que quienes estuvieron en las elecciones legislativas del pasado 13 de
marzo, donde estuvieron en el limbo más de 500 mil votos, un 2.8%
aproximadamente de toda la votación obtenida.
¿Quiénes
son los elegidos por el autor de la presente para ser votados? Sergio Fajardo
para la Presidencia y Luis Gilberto Murillo para la Vicepresidencia. ¿Porqué?
Como miembro de la Coalición Centro Esperanza, se acatarán las directrices
emitidas, y así mismo, reconocer que fueron quienes presentaron en público su
plataforma de gobierno, donde se pueden leer los siguientes aspectos en
relación al Medio Ambiente y al Desarrollo Sostenible: “Nuestra meta como país debe ser eliminar la deforestación
para el 2030, para lo cual debemos reducirla en al menos 50% para el 2026.
Implementaremos el Plan Nacional de Zonificación Ambiental para orientar la inversión
pública y el desarrollo productivo, e implementaremos al 100% el Catastro Multipropósito”. Como se puede leer, hay mucha relación a la
implementación y cumplimiento del Acuerdo de Paz entre el Estado Colombiano y
la antigua guerrilla de las Farc, el cual ha sido maltratado por el actual
gobierno (desgobierno) nacional y su red de aúlicos, incluidos medios de
comunicación como “Canal RCN”, “Canal NTN24” y “Revista Semana”, entre otros.
No se puede dejar pasar una oportunidad de calmar los ánimos en este país,
cansado de la violencia y la polarización, que tantas tristezas han traído, así
como recuperar a la nación del aislamiento internacional que le ha dejado la
secta de Carnitas y Huesitos.
Así como se acatan las directrices de la Coalición
Centro Esperanza, se debe dejar una Nota de Protesta, con respecto a todo lo
que ha pasado en esta contienda electoral: primero las peleas entre Sergio
Fajardo y Alejandro Gaviria, la nefasta llegada y posterior salida de Ingrid
Betancourt (con aires de Marine Le Pen); luego el reality que quisieron
protagonizar los Hermanos Galán Pachón, incluyendo una polémica con el
ExCandidato Carlos Amaya. Se perdieron voces importantes como la del Senador
Electo Humberto de la Calle, por la falta de organización del Partido Verde
Oxígeno, y de la eterna crisis en la Alianza Verde. El único aspecto positivo
fue sin lugar a dudas, el trabajo en la calle y pedagógico que hizo el Partido
Dignidad, en cabeza de su Jefe, Jorge Enrique Robledo Castillo.
Lamentablemente, los demás movimientos políticos y candidaturas, hicieron
fiestas con todo lo que pasó, incluso, se habló de una posible alianza con otra
candidatura, la cual jamás se concretó ni se sabrá el porque y como iba a ser.
Pero bueno, hay que poner la cara frente a la democracia, porque no se puede
delegar el voto en alguien que de pronto le pueda hacer mayor daño a Colombia.
Ahora muchos dirán, ¿porqué no se miran las demás
opciones? Empezando por el Pacto Histórico, cuyo Rey Emérito es Gustavo Petro
(Candidato Presidencial), donde quieren invisibilizar a su fórmula
vicepresidencial (Francia Márquez), así como idolatrar a antiguos cacicazgos
politiqueros que en otras épocas, fueron alfiles de la extrema derecha; el
Equipo por Colombia con Federico Gutiérrez a la cabeza y el segundo a Rodrigo
Lara Sánchez, donde solo defienden la debacle de la Economía Naranja, y se
dedican a predicar las ansias guerreristas del dueño del Ubérrimo; la Liga
Anticorrupción con Rodolfo Hernández (presidencia) y Marelen Castillo, con una
plataforma simple que no resiste cualquier análisis sensato a la hora de tomar
decisiones trascendentales como la elección presidencial; y otras candidaturas
que no suenan ni truenan ni aparecen en los debates. Por lo anterior, es que se
lamenta el caos y el desorden que ha reinado en la Coalición Centro Esperanza,
que tiene un personal inteligente, pero que los egos no le han permitido
trabajar adecuadamente. Finalmente, se insiste en el llamado a acudir a las
urnas como una muestra de confianza en este país, imperfecto pero lleno de
muchas cosas buenas por trabajar.
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