Como
si no faltase más mojigatería en Colombia, ahora los “dueños de la moral”,
negociadores de iglesias de garaje y demás hipócritas religiosos, pretenden
seguir en la absurda guerra contra la Interrupción Voluntaria del Embarazo
(IVE), que ya se encuentra contemplada como exequible por la Corte Constitucional
hasta las 24 semanas. No solo quieren decidir sobre la suerte de la mujer y la
criatura en gestación, sino que también quieren entrometer sus asquerosas manos
en el cuerpo de la misma, destruyendo útero y ovarios sin medir realmente las
consecuencias de sus abominables actos. Hasta pretenden que la mujer en estado
de shock, luego de una situación desagradable por un embarazo no deseado les
firme un documento donde les regala el feto sin tener en cuenta los efectos
psicológicos que podría implicar; quieren solucionar la violencia con más
violencia mientras agitan sus camándulas cargadas de sangre y dolor; quieren
imponer sus creencias incluso en el mismo cuerpo de la mujer con la biblia en
la mano, cuando al país lo rige la Constitución de 1991 (todavía evocan la de
1886), siendo que varios de esos devotos de la fé en exceso, han contribuido a
la destrucción de la mujer, incluso con actos violentos, que no vengan a
predicar la falsa moral.
¿En
que consiste la polémica adopción fetal? Según “Diario Jurídico”, tiene las
siguientes definiciones: “la adopción desde el vientre materno, se crea el programa
nacional de asistencia médica y psicológica para mujeres en estado de embarazo
no deseado” … “es
establecer la Política de Estado para el Desarrollo Integral en la Infancia y
Adolescencia”. De por sí, se lanza en
ristre contra la Sentencia C-355 de 2006, de la Corte Constitucional que, en
primera decisión, legalizó la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) hasta
las 12 semanas en tres casos: malformación del feto que le haga la vida
imposible fuera del útero, peligro de muerte y para la madre, y violación.
Desde entonces, las recusaciones y solicitudes de nulidad de la sentencia han
sido múltiples (inclusive, con la palanca del Inquisidor y Procurador Alejandro
Ordoñez Maldonado), pero ha logrado superar toda clase de obstáculos, y ha
llevado al país a un debate (en unos casos sano, en otros muy convulsionado)
sobre este tema, incluso, con enfrentamientos de palabra en inmediaciones del
Palacio de Justicia. Los expresidentes Uribe y Duque (mojigatos por naturaleza)
se han quejado por este tema, aduciendo moralismos falsos, que les interesa la
vida, cuando es puro oportunismo politiquero.
Este
es un proyecto que se ha venido presentando en el Congreso de la República, se
ha venido presentando desde hace varios años con los siguientes argumentos (El
Tiempo): “Quien o quienes expresen su
consentimiento antes del nacimiento, podrán revocarlo dentro de los 30 días
siguientes al nacimiento. Y quien o quienes lo
expresan con posterioridad al nacimiento, podrán revocarlo en cualquier momento
dentro de los 30 días siguientes a su otorgamiento” … “Busca que
durante el embarazo tenga todo el acompañamiento y reforzamiento de derechos,
porque hoy en día una joven o mujer es violada y está en situación de pobreza,
la única opción que le da el Estado es que aborte”. Se parte de una falsa premisa y es que el Estado
obliga a abortar a toda mujer que resulte embarazada, sin su consentimiento, cuando
en realidad se le está brindando (así sea con muchos obstáculos) a la mujer
todas las garantías para que tome la mejor decisión para su futuro, sin imponerle
criterios políticos y/o religiosos. No se han nombrado los genios religiosos
que hacen esta clase de propuestas, porque no vale la pena mencionarlos y mucho
menos darle el voto en campañas políticas. Que se queden con sus camándulas y
rezos en el olvido.
Cuando se quiere avanzar en un tema tan espinoso como la
Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), también conocida como aborto, se
pretende imponer una cortina de falso moralismo en el ámbito nacional,
aduciendo que Colombia todavía es un país Deísta, cuando en realidad, como lo
dice la Constitución de 1991, es un Estado Laico donde se respeta toda creencia
religiosa y no religiosa. No se puede imponer la biblia sobre la constitución
aduciendo unas razones absurdas, y más cuando un “Gobierno de Cambio” (que en
realidad son los mismos de la ideología uribista) tiene en sus filas y bodegas,
a predicadores de la moral que ni siquiera saben donde están parados (¿cierto
Pastor Saade?); es mejor tener la Constitución de 1991 como guía que a Jehová, Yahvé,
Baal entre otros, y más, cuando se pretenden imponer y admirar casi que con un
arma en la sien. El Útero y los ovarios son de la mujer, no de las creencias
religiosas que deben estar lejos de todos los cuerpos vivientes de todas las
especies, no se está en el tiempo del diluvio universal, se está en tiempos de
concertación, diálogo y respeto hacia todos los seres humanos.
PD: Insólito, cuando la Reforma a la Salud había superado el
primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, el
Presidente Petro hace un bochinche, echando a buenos miembros del gabinete
ministerial y reemplazándolos por otros no amigos del diálogo. Absurdo.
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