En días pasados, en Puerto Inírida (Guainía), se llevó a
cabo la firma del Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la
Vida”, que se supone es la guía de trabajo del Gobierno de Gustavo Petro (se
supone el cambio, pero está resultando más de lo mismo, estilo Uribe). Si
bien no le aprobaron todo lo que quería, hay herramientas suficientes para
poder trabajar consensuadamente y de la mano con la comunidad, ya que se
hicieron diversas reuniones comunitarias en toda la geografía colombiana durante
finales del año pasado y principios del presente; y junto con la Reforma
Tributaria del ExMinistro Antonio José Ocampo, el PND fue de los proyectos que
tuvieron menos problemas en el Congreso de la República. En su discurso de
firma del pnd, el Presidente Petro manifestó el siguiente párrafo: “En la clasificación que hicimos en la campaña
electoral, donde se fue presentando el Programa de Gobierno, manifestación tras
manifestación, conferencia tras conferencia, se fue forjando una mayoría
popular, que es un hecho histórico, ni un voto comprado, ni un mecanismo de
manipulación para subordinar al pueblo a personas cuyos intereses son ajenos a
los del mismo pueblo, se fue construyendo un torrente así como el del río que
hemos visto aquí cerca, el Inírida, que confluye aquí con otros dos ríos
hermosos, y forma lo que se llama una estrella fluvial, pocas en Colombia, pero
inmensas e importantes”.
Bueno, el presidente sigue insistiendo en su
estilo populista y algo incendiario, para tratar de contrarrestar los supuestos
intentos golpistas y de crisis del Pacto Histórico, pero debe recordar que, con
ese PND, guste o no, debe desarrollar los mejores programas de gobierno para
dejarle algo positivo al país antes del próximo siete de agosto de 2026. Otra
frase de su discurso: “Antes gobernábamos con el plan de (el expresidente
Iván) Duque, ahora sí se necesita un gobierno que sea capaz de aplicarlo, que no
tenga el temor, ningún susto, ningún espectro de esos que suelen suceder para
atravesarse”. Si va a utilizar el espejo retrovisor, estará muy enredado
alrededor del trabajo que se logre hacer, ya que es bien sabido que el Gobierno
de Iván Duque no fue un gobierno, fue un desgobierno. Es mejor que se concentre
en lo que va a hacer, porque con todos esos problemas de gabinete ministerial,
así como la pelea con partidos políticos en un principio aliados, lo ha dejado
en una posición desventajosa en el congreso frente no solo al PND, sino a otros
proyectos que el gobierno considera vitales.
Siguiendo con el discurso de la firma, el
Presidente se dedicó un poco a la historia de la tierra y concretamente del
Guainía para darle un poco de colorido al ceremonia, que nunca había ocurrido
en un territorio tan alejado de la realidad colombiana. Otras de las cosas
interesantes que mencionó en dicho discurso fue lo siguiente: “Una sociedad
profundamente desigual, de las más desiguales de la humanidad, no puede vivir
en paz, así de simple. No se puede estar en el país de la belleza cuando unos
lo pueden tener todo y la inmensa mayoría tiene que sobrevivir de día a día y
alguna parte de esa mayoría tiene que morir porque no hay un puesto de salud,
porque no hay derechos, porque no hay alimento, porque no hay agua potable”.
Sin desconocer la desigualdad social en Colombia, así como el problema mundial
de la escasez de agua potable en el mundo entero, parece que todavía el
Presidente sigue creyendo que aún es candidato, y debería recordad que estos
problemas se solucionan con concertación y trabajando de la mano con sectores,
incluso de la oposición, pero que las actitudes que ha tomado en los
últimos días no podrán hacer nada y se quedará como el resto de gobiernos, en
las mismas y vuelto un elefante blanco.
Eso sí, no faltó el momento de tensión cuando
se refirió a la no aprobación de la “Expropiación Express en el Congreso,
cuando empezó por esta frase (El País): “no fue lo
suficientemente audaz” … “formas más radicales de ir por la tierra”
… “Una enorme irresponsabilidad histórica y yo la tengo que nombrar aquí porque
es una de las grandes manchas que dejó el Plan de Desarrollo, es un vacío (que)
no permite la construcción en el almendrón mismo de la construcción de la paz y
de la justicia social” … “Hay que pasar por encima,
saltar y seguir adelante, porque nos obligan a las formas más radicales que las
leyes actuales establecen para ir por la tierra cuando pudo ser más tranquilo”.
Aparte de peligrosas dichas palabras, habría que decir que se está mintiendo,
ya que la expropiación existe dentro del marco legal colombiano, pero que
hacerla a la topa tolondra como lo quiere el Presidente, podría ser un terrible
detonante para la generación de nuevos conflictos internos, que podrían costar
muchas vidas y que destruiría de un solo tajo el proyecto de Paz Total (uno de
los supuestos ejes del PND). Hay que dialogar y hacer las cosas con calma.
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