miércoles, 7 de junio de 2023

CONTINGENCIA ENERGÉTICA

 

En medio de toda la bullaranga generada por los escándalos de polígrafos y chuzadas en la Casa de Nariño, caso similar al de la Seguridad Democrática; se han dado a conocer las cifras de reservas de hidrocarburos (petróleo y gas) que existen en el país y donde supuestamente este Gobierno Terco (donde hay una Ministra de Minas que no sabe del tema, pero que parece superar en poder a la ExPoderosa Jefe de Gabinete, Laura Sarabia, así como del ExEmbajador gritón en Venezuela, Armando Benedetti). Doña Irene sigue empeñada en sacarse un clavo que no sabe de donde ni quien ni que lo causó, ya que cuenta con la bendición total del Presidente y de la Vicepresidenta (quien la recomendó para el cargo), solo con tal de recurrir a un supuesto ambientalismo en “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, algo que aún no se ha visto en estos diez meses del gobierno del cambio para seguir siendo de lo mismo. La obstinación sobre un tema tan delicado como este, hace que se pierda la realidad y que la obnubilación le hagan tomar el poder excesivamente, con favores recibidos (destitución de la Viceministra de Minas, la Directora de la Agencia Nacional de Hidrocarburos y el antiguo Presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, quien dejó a la principal compañía del país en un estado de solidez financiera).

 

Se empieza por la parte insensata, la del Gobierno, quien a través de la ANH publicó en días pasados publicó el informe sobre las Reservas de Hidrocarburos que aún tiene el país, sacó un informe donde se pueden leer los siguientes párrafos (Portafolio): Además, la producción de petróleo se ubicó en 275 millones de barriles, lo que indica un crecimiento de seis millones con respecto al año anterior (269 millones de barriles), lo que quiere decir, que habría reservas para 7,5 años…Con respecto a las reservas probadas de gas, estas se situaron al cierre de 2022 en 2,82 terapiés cúbicos (Tpc), que equivalen a 2.82 trillones de pies cúbicos. Esto quiere decir, que hubo una diferencia de -0,35% con respecto al 2021. La producción de gas comercializado llegó a 0,39 terapíes cúbicos, lo que quiere decir que hay reservas para 7.2 años”. Mientras celebran como un logro el aumento de las reservas de petróleo, ven con indiferencia las reservas de gas, dado su gran uso domiciliario, pero ni siquiera proponen estrategias responsables y serias para buscar más reservas, ya que el sector energético es el que más ingresos le da al país por exportaciones. Solo recurren a la ingenuidad de importar a Venezuela, un proyecto que todavía se demora décadas.

 

Por otra parte, la sensatez se encuentra la columna publicada en El Tiempo por el ExMinistro de Hacienda y experto en la materia, Antonio José Ocampo (error garrafal de este gobierno, dejarlo ir por una absurda guerra de egos), que dice entre otras cosas: “Por lo demás, dejar de producir y exportar petróleo por parte de Colombia no contribuiría a mitigar el cambio climático global, ya que solo producimos el 0,6 % del total mundial y otros países rápidamente reemplazarían las menores exportaciones colombianas… En materia de generación eléctrica, el problema es además el inmenso atraso de los proyectos de energía solar y eólica, que se ha reflejado con fuerza en la cancelación del proyecto de generación eólica de Enel en La Guajira. Los permisos ambientales y las consultas previas con las comunidades no pueden convertirse en un freno al desarrollo de estos proyectos”. El Gobierno pretende meter la cabeza en un hueco en la tierra como el avestruz, cuantas veces Ocampo desde el Ministerio no hizo miles de llamados no solo en materia de recursos energéticos, salud, diálogo, paz; pero como no era del gusto del sanedrín que aún perdura de en antiguo Palacio de la Carrera en Bogotá, se tuvo que regresar a EEUU a seguir en la carrera universitaria. No hay derecho.

 

Cada quien tiene derecho a pensar, decidir y hacer lo que quiere, incluso desde lo más alto del poder, pero frente a un tema tan delicado como este, donde aún se necesita en buena cantidad la energía fósil para la industria del país, también para la implementación gradual y organizada de las energías limpias, si se debe pensar en un equilibrio que les brinde garantías a todas las partes, independiente de las simpatías que se sientan. El Presidente sigue empeñado en cumplir su Plan de Gobierno, a las buenas o a las malas, porque le dolería su alter ego. Dicen que hubo diálogos vinculantes en las regiones sobre el Plan Nacional de Desarrollo y trámites de las diversas reformas, pero por lo que se ha aprobado en el Congreso de la República, parece que no se tuvo en cuenta nada, es como si quisiera arrasar con lo poco que hay para dejar todo un espacio a lo negativo que podría traer el futuro gracias a un caos administrativo (no se debe olvidar que los gobiernos anteriores también la han embarrado en grande), la radicalización no conduce a nada bueno, tan solo al aislamiento gubernamental.

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