Las maravillas naturales de Colombia siempre estarán en
peligro, tanto por factores ilegales como legales (leguleyadas estatales),
puesto que en un país cuyos principales productos son los commodities, tendrá
que buscar más reservas de los mismos, así tengan que llevarse por delante el
Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, así como por ser un país pobre y
sometido, deberá obedecer directrices de seguridad extranjera a cambio de
mejorar su situación económica y política, como es el tema de la presente
columna. La isla de Gorgona, pequeña y de pronto perdida en el Océano
Pacífico, es uno de los objetivos para ambos casos, puesto que es uno de los
surtideros de especies acuíferas más importantes de la región, así como un
punto estratégico para el comercio ilícito de narcóticos. Y ahora que se
está en el Gobierno del Cambio para seguir siendo más de lo mismo, el riesgo
para la destrucción de esta maravilla natural sigue latente, sobre todo con un
Gobierno (Gobiernillo) que se jacta de conocer el tema ambiental, la
sostenibilidad, el cambio climático y demás, pero que a la hora de actuar, se
queda nulo, porque su retórica así como las pérdidas de noción de la realidad
de su jefe (el Presidente Petro), han hecho que pierda liderazgo y el país se
encamine hacia el fondo de un abismo de crisis.
En la columna “Sigue la Alerta” (19/04/2023) se hacía la
siguiente observación: “Hay que tener un importante
detalle; este gobierno (gobiernillo) se ha jactado de querer cambiar la
política antidrogas, algo en que las mayorías están de acuerdo, pero aún no ha
mostrado el plan para el mismo, a tal punto de que está dejando muchas dudas
frente a un tema tan delicado como este”. Se
explica en el hecho de que pese a las múltiples advertencias hechas por
expertos en materia ambiental y sostenible sobre los riesgos de instalar una
antena de detección de naves del narcotráfico con su correspondiente base, en
la Isla de Gorgona, un lugar muy pequeño y que de tener una instalación así
correría con riesgos, incluso irreversibles, parece que el Gobierno
(gobiernillo) Petro aunque dice que no hará nada allá, no demuestra con hechos
y documentos esta decisión, lo que hace que se siga la alerta por la posible
suerte de este Parque Nacional Natural (PNN), posiblemente porque no es un tema
que despierte tantos intereses políticos para encrispar los ánimos presentes en
un país en incendio.
En días pasados se
llevó a cabo un plantón frente a las instalaciones del Ministerio del Medio
Ambiente, porque no se han visto mayores hechos para la protección de la Isla
frente a la posibilidad latente de construcciones gringas en el mismo. Dicha
manifestación pacífica fue convocada por activistas del “Comité Salvemos a
Gorgona”, con el siguiente propósito (Más Colombia): “El comité Gorgona afirma que la
movilización nacional se presenta como un esfuerzo para visibilizar las
irregularidades y proteger los recursos naturales de la isla Gorgona, instando
a la ciudadanía a unirse en defensa de este tesoro natural del Pacífico”. En un comunicado previo al plantón, el
mismo comité manifestó lo siguiente (Más Colombia): “El Estado colombiano
sigue violando el derecho fundamental a la Consulta Previa, Libre e Informada de las comunidades étnicas del
territorio Gorgona – Sanquianga, quienes, a través
de sus representantes, han reiterado su posición indeclinable en decir No al
proyecto militar en Gorgona”. Es una denuncia grave que pesa sobre un
gobierno que dice ser potencia de la vida, escuchar a la gente, querer el
cambio, pero que en la realidad está resultando más de lo mismo, sin Conciencia
Ambiental, que no quiere escuchar a nadie, se encierra en su ego que se pierde
en malos pasos (eso dicen).
Otro comunicado “En Defensa del Parque
Nacional Natural Isla de Gorgona”, contra el Proyecto Militar en el mismo, se
puede leer lo siguiente (Indepaz): “Exigimos al Gobierno Nacional:
Transparencia frente a las últimas actuaciones administrativas en este Parque.
Responder a las comunidades locales del litoral caucano y nariñense sobre el
reinicio de las obras de este proyecto militar a espaldas del país, explicar la
visita furtiva de personal de Estados Unidos a la Isla, revelar el estado de la
licitación pública de la concesión turística y los criterios técnicos que
justificaron el cierre del Parque por cuarentena sanitaria en plena temporada
de ballenas”. La pasividad de este gobierno (gobiernillo) frente al tema
es tan lamentable, que parecería negar la existencia de la Isla, ni pensar lo
que podría pasar con la isla de Malpelo, también en el Océano Pacífico, en cuya
costa colombiana, este Gobierno de la Potencia de la Vida, sacó un buen caudal
de votos en las elecciones presidenciales del año pasado, pero que solo
aplica la retórica de que saben de estos temas, pero que no aplican ni fu ni
fa. Es un descuadre similar a lo que está pasando tanto con el Acuerdo de Paz
vigente como con la Paz Total.
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