Las elecciones locales en Bogotá D.C el pasado 29 de
octubre, dejaron resultados como una derrota para la Coalición de Gobierno (muy
mal gobierno de Petro), así como una sorpresiva victoria en primera vuelta (49%
de la votación total válida) de Carlos Fernando Galán, como Alcalde Mayor de
Bogotá, en representación del Nuevo Liberalismo, con el apoyo total del
Liberalismo tradicional, emulando a lo dicho por el Exalcalde Jaime Castro “si
el liberalismo se une, se gana a Bogotá”. Más allá de todas las polémicas
generadas por su paso por Cambio Radical (ciertos avales a políticos de dudosa
reputación), lo cierto es que el hijo de Luis Carlos Galán y Gloria Pachón, hizo
unas excelentes presentaciones en los debates, a los que asistió en su
totalidad, así como no dejarse provocar por el clima de fake news y camorra que
le estaban generando por parte del Pacto Histórico. Se dice que es sorpresiva
esta victoria en primera vuelta, así fuese punteando en las encuestas, ya que
es muy difícil olvidar su paso por la escandalosa Coalición Centro Esperanza,
así como el estruendoso fracaso del Nuevo Liberalismo en las elecciones
parlamentarias del año anterior; se pensaba que ese tinte de soberbia le iba a
pasar cuenta de cobro, pero no fue así. Ganó y ganó bien.
¿Qué pasó en dicho triunfo? Primero, les quitó electores
a los candidatos menos fuertes (Lara, Molano, Robledo, Vargas y demás), así
fuese un porciento de la votación, por aquello de que se podría arreglar el
asunto en una sola vuelta, luego de una campaña harta y con peleas entre los
candidatos. Llegará con una base fuerte al Cabildo Distrital, con mayorías que
le podrían asegurar un primer año de miel, para presentar los proyectos más
urgentes que la Selva de Cemento necesita para salir del atolladero. Puede que
le haya servido ser el hijo del inmolado Luis Carlos Galán, pero también su
excelente manejo de los medios de comunicación (hace unos años fue periodista
de City Noticias), hizo que se moviese como pez en el agua (toca recordar que,
si bien perdió la alcaldía en 2019, logró más de un millón de votos en la
misma, un hito no tan grande como el de Claudia López quien sacó casi 1.2
millones de votos); por algo logró casi millón y medio de votos. Siempre se
mostró como un candidato de centro (así tenga su historia en la derecha
colombiana), y demostró el programa que tiene para el Distrito: ojalá lo
cumpla.
Con respecto a su archirrival hasta ese entonces, Gustavo
Bolívar, toca anotar que si bien tuvo el respaldo de la maquinaria petrista en
el distrito, su campaña cometió un sinnúmero de errores; primero, negar la
financiación de la nefasta primera línea cuando les compró implementos de
“protección y trabajo”; segundo, la duda que no pudo aclarar alrededor de la
primera línea del metro de Bogotá: mientras el iba a una notaría a firmar un
documento donde se comprometía a no parar la misma, así fuese elevada o
subterránea, mientras que el Presidente Petro proponía una consulta popular
sobre la misma, tirándole su propuesta a la basura. Galán, al igual que
Juan Daniel Oviedo, se enfatizaron en proponer, Bolívar se puso a pelear con
Claudia López y personas que le cuestionaran su apoyo a la primera línea, sin
dedicarle tiempo a su programa de gobierno que jamás se conoció. Creyó que por
ser el ungido del Mesías de Izquierda iba a tenerlo todo para llegar al Palacio
Liévano, pero la vida lo sorprendió y lo dejó sin trabajo, por ahí de mal
perdedor, apareció en un video diciendo que la primera línea del Metro elevado
era una chambonada, contradiciéndose a sí mismo.
Finalmente, resaltar la otra sorpresa electoral; el
segundo lugar del Candidato Independiente, Juan Daniel Oviedo, Exdirector del Dane
y quien se lanzó por firmas, ya que ni Duque ni Uribe lo apoyaron (dicen que
por su condición de LGBTIQ). Al principio punteaba en las encuestas, pero luego
bajó al tercer lugar por sus posiciones frente a la supuesta institucionalidad
durante la nefasta Seguridad Democrática, que lo hizo caer al tercer lugar de
las preferencias electorales. Sin embargo, con volanteo y buenos debates, logró
quitarle el segundo lugar al libretista y exsenador amigo de Gustavo Petro;
seguramente hará un buen trabajo en el Concejo Distrital donde hará una
oposición argumentada y propositiva, sin mayores peleas y velando por el
Bienestar Distrital. Todo parece indicar que, a partir del primero de enero
de 2024, se tendrá un aire más optimista para la capital colombiana, que habrá
un mejor trabajo y más coordinado, que se continuará con lo bueno que se ha
venido haciendo y se corregirá lo que va por mal camino. Aún no es el
tiempo de decir quien es presidenciable y quien no, toca dejar que las
candidaturas electas trabajen tranquilamente, porque se tendría un buen
gabinete distrital (personas que se desempeñaron positivamente en las últimas
cinco administraciones).
PD: el mapa que presentó en las Redes Sociales el
Presidente Gustavo Petro donde muestra los departamentos donde votaron por los
suyos y donde no, ¿suena a posibles represalias contra los últimos?
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