En medio de un panorama sombrío y de mucha desconfianza, ese
tal Presidente Gustavo Petro, en medio de los problemas públicos en el Cauca,
que le costó la vida a una de las asistentes a la Minga Indígena en Cali, un
domingo por la noche hizo una alocución nocturna, donde solo habló él, así haya
aparecido con el MinTransporte y la viceministra. En la misma, Gustavo
Francisco habló de un supuesto análisis que su Gobierno (desgobierno) había
hecho del documento final de los estudios que había hecho la Sociedad
Colombiana de Ingenieros (SCI) sobre las ventajas que tendría la primera línea
del Metro de Bogotá, en caso de hacerse subterránea, o elevada. Tal vez no le
hicieron caer en cuenta que este documento es un estudio de factibilidad sobre
ambas posibilidades, sin que se demarque por una de las dos opciones, labor que
le corresponde a los gobiernos de turno (nacional y distrital), que en su
momento, eligieron para la primera línea, un metro elevado, así no sea el más
agradable a la vista, pero que ya viene en construcción, con contratos ya
firmados y compromisos bancarios a nivel internacional, ya adquiridos, que lo
hacen irreversible, y que para los habitantes del Distrito Capital, puede ser
la esperanza de tener ese sistema de transporte masivo, luego de más de ochenta
años de carreta.
¿Qué dijo Gustavo Francisco en su alocución? Según
Infobae, entre todo que dijo, que en la mayoría no se ajustan a la realidad,
manifestó lo siguiente: “La ganancia social en 30 años de la propuesta
que le hacemos a la Alcaldía y Bogotá es un 60% superior a la propuesta del
distrito”, indicó Petro, que defendió la posibilidad de implementar la
iniciativa mixta. “Si se hace mixto el metro, el tiempo de viaje
disminuiría en un 77% en toda la ciudad, respecto al proyecto de metro elevado
hoy, obras que los ciudadanos podrán aprovechar para tener mejor calidad de
vida”. A ver, en la Alcaldía de la Bogotá Inhumana, perdón, Humana, el
Alcalde en ese entonces (Gustavo Francisco) propuso una primera línea
subterránea en su totalidad; le dieron el aval del Gobierno Nacional (en cabeza
de Juan Manuel Santos), con cheque chimbólico, perdón, simbólico por diez
billones de pesos en el 2015; luego la Alcaldía de Gustavo Francisco se olvidó
del tema, y en 2016, el Gobierno Nacional tuvo que desechar el tema, ocasión
aprovechada por Enrique Peñalosa para impulsar su metro elevado, luego
bendecido por el Gobierno de Iván Duque, y a Claudia López y Carlos Fernando
Galán, no les quedó más camino que seguir la obra como se proyectó
definitivamente.
Desde
que llegó a la Casa de Nariño, Gustavo Francisco se ha empeñado en torpedear no
solo la primera línea, sino todo el sistema del metro así como proyectos de
infraestructura que beneficiarían a Bogotá y Cundinamarca, porque no le
colmaron sus caprichos de niño chiquito, ahora con una excentricidad más: lo
quiere mixto (una parte elevada y otra subterránea), pero unas veces propone
que el intercambiador de sistema se haga en la primero de mayo con 50, otra en
la Avenida Caracas con calle primera, y otras veces, subterráneo por esta
avenida, y ahora, subterráneo pero por la carrera trece; no sabe donde está
ubicado. Encima de todo, habla de una tasa de retorno alta para un sistema
que no tiene planos ni estudios, porque el de su alcaldía era totalmente
subterráneo, el que se hace tiene la primera línea elevada y las otras dos
subterráneas (no cayó en cuenta Gustavo Francisco de ese detalle); mientras
tanto, el Ministro de Transporte, pasa por helicóptero y echa una perorata
antibogotana porque no le dijeron si a la propuesta del Mesías de Izquierda, y
seguirán poniendo piedras en el zapato, porque prácticamente le declararon la
guerra a la Atenas Suramericana.
¿Qué dice el Alcalde Carlos Fernando Galán? Según el diario El Tiempo, el Burgomaestre Capitalino, en una respuesta sensata y tranquilizadora, manifestó entre otras cosas: “No estamos hablando de unos estudios que se perderían, ni tampoco es un cálculo a futuro de cuál podría ser el costo social. No. Son inversiones físicas” … "Jurídicamente no es posible cambiar un contrato como lo plantea el Presidente, existe un contrato firmado y en ejecución y nosotros somos respetuosos de la ley, de las instituciones y de la Constitución"…"Frente al metro, ni un paso atrás". Simplemente, Carlos Fernando Galán está defendiendo los proyectos que beneficiarán a millones de habitantes de Bogotá, en un futuro a mediano y largo plazo, no es cuestión de egos ni de caprichos (estilo Petro, quien ahora busca protagonizar una mechoneada de Señorita Laura con el Desechable Hampón “Iván Mordisco”). Se vendrán tiempos difíciles para el Distrito, que solo tendrán una luz de optimismo luego del siete de agosto de 2026, si llega un Gobierno Nacional sensato, que no guste de los egos ni de las bodegas, y que demuestre que puede trabajar con las Administraciones Locales.
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