Uno de los hechos
más importantes del presente año que está por finalizar, es la entrega del
Premio Nobel de Paz 2025, a la Líder Opositora Venezolana, María Corina
Machado, dadas las implicaciones políticas que tuvo, tanto en el momento de su
designación como en su entrega. Es para el mundo conocido, el Régimen de
Terror que se está viviendo Venezuela desde hace más de 12 años, cuando fungió
Nicolás Maduro Moros, como sucesor del fallecido Hugo Chávez Frías, en la
Monarquía del Miedo, llamada hipócritamente Socialismo Siglo XXI. Ni
Leopoldo López, ni su esposa Lilián Tintori, ni Henrique Capriles, y mucho
menos, Juan Guaidó han logrado unir a toda una comunidad alrededor de actuar
por la libertad del pueblo originario del Libertador Simón Bolívar, como lo ha
hecho María Corina, aunque eso sí, sus nexos con Donald Trump, Álvaro Uribe
Vélez, Iván Duque Márquez y Marta Lucía Ramírez, le hacen pasar malos ratos, ya
que esta gente ha estado vinculada con intentonas golpistas y de invasiones
violentas, lo que llevaría a una catástrofe regional, donde la principal
afectada sería Colombia, dado los dos mil kilómetros de frontera terrestre y
una buena porción de Costa Caribe como límites. Sin lugar a dudas, le ha
asestado un duro golpe a los nuevos socios del ELN e Iván Mordisco, y un
aliento al oprimido pueblo bravo de José Antonio Páez.
Todo esto comenzó
con la salida clandestina de María Corina
de Venezuela, ya que desde el Palacio Miraflores de Caracas, la
consideran objetivo militar, siendo su principal socio, el Desgobierno de la
Etnia Cósmica (Casa de Nariño), donde están adquiriendo los mismos aires
dictatoriales, principalmente bajo la visión de la Agenda Privada de Gustavo
Petro (Presidente de Papel) y Armando Benedetti (Presidente de Facto y
ExEmbajador ante el fraudulento gobierno venezolano). La líder opositora
tuvo el apoyo de Estados Unidos (aclarando que no fue directamente de Donald
Trump, ya que también aspiraba al máximo galardón), la acción de un
exintegrante de las fuerzas armadas gringas (experto en este tipo de
operaciones), hizo posible el periplo desde Venezuela hasta Oslo (Noruega). Salir
de un punto en la costa venezolana hacia Curazao (80 kilómetros en alta mar,
donde podrían haber padecido las agresiones desde el portaaviones Gerald Ford,
podrían haber dado un triste final a todo. Sin embargo, llegaron a la Antilla
Holandesa y embarcarse en un avión particular rumbo a la fría Escandinavia, así
ya no alcanzase a llegar a la Ceremonia Oficial; donde finalmente la reemplazó
con todas las de la ley su hija Ana Corina Sossa Machado.
En la Ceremonia de
la entrega oficial del Premio Nobel, hubo un acontecimiento que sin lugar a
dudas, marcó el carácter político de este acontecimiento; entre las palabras
del Presidente del Comité del Premio Nobel, Jorgen Watne Frydnes (El Tiempo): "Debe aceptar los resultados
electorales y renunciar a su cargo. Debe sentar las bases para una transición
pacífica hacia la democracia, porque esa es la voluntad del pueblo
venezolano"…"María Corina Machado y la oposición venezolana han
encendido una llama que ninguna tortura, ninguna mentira y ningún miedo
podrán apagar".
Mejor dicho, es una advertencia a Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y demás
integrantes del Cartel que maltrata a Venezuela (¿se incluirán al Tren de
Aragua y el Cartel de los Soles?), de que quien ganó limpiamente las elecciones
del pasado 28 de julio de 2024, fue el Candidato Opositor, Edmundo González
Urrutia (muy cercano a la misma María Corina, en términos políticos), y que se
debe ir de Miraflores y respetar la Constitución Vigente en la tierra de Andrés
Bello. Maduro y Compañía deberían tomar de forma más seria esta advertencia que
el despliegue militar de Trump en el Mar Caribe, y no seguir causando
problemas.
Para terminar se dejan algunos apartes
del discurso que escribió María Corina Machado y que fue leído por su hija Ana
Corina (El Confidencial): “Queridos venezolanos, el mundo se ha
maravillado con lo que hemos logrado. Y pronto presenciará uno de los
momentos más conmovedores de nuestro tiempo: el regreso de nuestros seres
queridos a casa. Y volveré al puente Simón Bolívar, donde una vez lloré entre
los miles que se marchaban, para darles la bienvenida a la vida luminosa que
nos espera”. El régimen de Maduro ha tenido todas las oportunidades
para ser escuchado en diversas mesas de diálogo que se han desarrollado en
Noruega (país facilitador) para lograr consensos con la oposición a ver si
Venezuela sale del atolladero donde está, pero no solo se han burlado, sino que
han desaparecido a opositores (al estilo de los Falsos Positivos de la nefasta
Seguridad Democrática del Culibajito); y nombrando ciertos individuos como Alex
Saab como su Representante Diplomático (un tipejo, quien supuestamente nació en
Barranquilla, y ha tenido nexos con el narcotráfico, que lo diga la Agencia
Jurídica “De la Espriella Lawyers). Se vendrá un proceso lento, pero que
dará luz a la Democracia.
PD: esta columna reaparecerá el próximo
siete de enero de 2026.