martes, 26 de agosto de 2025

RÍO AMAZONAS

 

Uno de los mayores privilegios de Colombia es tener costas sobre el Río Amazonas, el más largo y caudaloso del mundo. Si bien son solo 120 kilómetros de orilla, ha sido fundamental para el desarrollo comercial, social y económico del Departamento de Amazonas, y principalmente de su capital, Leticia; además de ofrecer una de las mayores maravillas de biodiversidad al mundo, la presencia de especies de fauna y flora únicas de la zona, como la Victoria Regia y el Delfín Rosado. Lamentablemente, en el Desgobierno de la Etnia Cósmica, con un Falso Ambientalismo, la actitud frente a los diferentes problemas que presenta este Cuerpo de Agua no ha sido acorde frente a las soluciones que se requieren, tan solo una retahíla de patrioterismo barato y de Agenda Privada, ya que no quieren a la Presidenta de Perú (Dina Boluarte), y pareciera que se quisiera participar en un complot para tumbarla ya que no le permitieron a Pedro Castillo seguir al frente del país inca, debido a su incapacidad para gobernar, ni hablar de su cercanía con un Delincuente de Cuello Blanco (Vladimir Cerrón). Ni hablar del espectáculo payasesco del Precandidato Presidencial favorito de Gustavo Francisco, el chillón Daniel Quintero Calle alias Quinterín.

 

Mientras se arma este barullo político que le sirve tanto a Petro como a Boluarte de Cortina de Humo, evadiendo los problemas reales de ambas naciones, nadie se ha detenido en un problema que está ahí desde hace varias décadas: el Río Amazonas se está secando paulatinamente, y en menos de cincuenta años, Leticia (Amazonas) podría perder su costa sobre el río, el cual vería reducida en proporciones no calculadas, su cauce; lo que traería unas consecuencias sociales y ambientales sobre la zona de recorrido, las cuales podrían ser irreversibles si no se toman medidas conjuntas (incluyendo obviamente a Brasil), se quedaría solo los recuerdos de las películas “Fitzcarraldo” y “Aguirre, la ira de Dios”. Lo que menos se necesita es una confrontación política y armada entre los países que tienen costas e influencia del río más grande del mundo. El problema no es el Islote de Santa Rosa (jurisdicción peruana), el problema es que se deben enfrentar las consecuencias del cambio climático para por lo menos mitigar los efectos sobre toda la zona. Estas acciones deben ser coordinadas por todos los países de la Cuenca del Amazonas, con sensatez y trabajo macro, sin patrioterismos baratos y populistas, propios de la Agenda Privada. Ojalá Quinterín no llegue nunca a la Presidencia de Colombia porque sería capaz de armar una guerra chiflada, donde todo el mundo saldría perdiendo.

 

Se recomienda leer un trabajo hecho por la Universidad Nacional sobre el problema que presenta actualmente el Río Amazonas, donde se puede leer el siguiente párrafo de la Bióloga y Docente Silvia López: “Los ríos son como cintas transportadoras, que, además de agua, llevan energía y materia” ... “Mientras tengan fuerza, transportan estas cosas, pero cuando la pierden, las van soltando. En el caso del Amazonas, los sedimentos y materiales que vienen desde los Andes se van depositando en el fondo del río. Con el tiempo, esos sedimentos se acumulan y llegan a formarse bancos de arena que sobresalen de la superficie del agua”. El problema no es colocar banderas de falsa soberanía en islotes ni cuales pertenecen a tal país, el asunto es que el río parece estar empezando un proceso de secamiento, que podría traer nefastas consecuencias como su innavegabilidad y la pérdida de especies únicas de fauna y flora. Eso sí, el orden público es otro problema grande, dado que la zona es un corredor del narcotráfico y la minería ilegal, con todos los grupos ilegales que hay en todas las costas del gigante suramericano, que desemboca en el Océano Atlántico, en territorio brasileño.

 

Otras afirmaciones importantes sobre el tema, las ha dado el Profesor  Santiago Duque a la Revista Cambio: muchas veces nosotros entendemos los ríos como si fueran estáticos y quietos. Pero los ríos se están moviendo, están cambiando su cauce, cambian su velocidad” … “Es hacerle un guiño al río para que nos tire el agua, para acá. Pero es sumergido, o sea, no le va a quitar el agua de Perú, pero sí nos va a mandar a Colombia. Entonces era frenar la erosión del lado peruano y hacer que el flujo se redistribuyera. Se habla sobre una propuesta que hay para hacer dragados en el lado colombiano y colocar unos espolones en el lado peruano para evitar que el lado colombiano pierda las aguas del río en unos años. Lamentablemente, la respuesta del Desgobierno de la Etnia Cósmica, no ha sido la más adecuada, por ejemplo, las palabras de Gustavo Petro en la celebración del siete de agosto en Leticia: "Colombia no reconoce la soberanía de Perú sobre la isla de Santa Rosa". Ni que hablar de doña Dina: "Nuestra isla Chinnería, con su capital Santa Rosa de Loreto, es jurisdicción peruana y está dentro de nuestra soberanía nacional, por lo que no hay nada pendiente que tratar con nuestro hermano país del norte, con los hermanos colombianos". Aquí se requieren más acciones conjuntas y menos patrioterismo barato y populachero.

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