martes, 30 de junio de 2015

DOW CARTAGENA


Al perdón se le puede definir así: “El perdón es la acción por la cual, expresamos a alguien disculpas por nuestros errores o admitimos la falta del otro, y aceptamos su petición”. Mucho se ha dicho sobre el mismo, pero hay frases memorables como las siguientes: Perdonar es no tener demasiado en cuenta las limitaciones y defectos del otro, no tomarlas demasiado en serio, sino quitarles importancia, con buen humor, diciendo: ¡sé que tú no eres así!” (Robert Spaemann) – “A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho” (Jacinto Benavente). Mucha tela hay por cortar en la materia, considerando que el perdón es un acto en el presente sobre un hecho en el pasado para no repetirlo en el futuro, y más, en estos tiempos de diálogos de paz cuando las Farc (terroristas antiambientales) se ufanan de sus acciones, justificándolas dizque por la mediocridad de los gobiernos (así lo dicen tanto sus jefes como sus ultradefensores), pero que en la práctica, ninguna verdad justifica a la otra. El caso de la presente columna es muy peculiar porque mediante una Sentencia de la Corte Constitucional, una multinacional debe pedir perdón a una comunidad por los daños ambientales causados a su entorno, que incluso, podrían llegar a ser irreversibles.

El lugar de esta historia es la ciudad de Cartagena de Indias, supuesta vitrina turística de Colombia, con un título tan solo en el papel de Patrimonio Histórico de la Humanidad, pero que en la realidad no se aplica, ya que los niveles de caos y desorden de mezclan con la inseguridad, la carencia de servicios públicos y el irrespeto al Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. Basta con mirar la adoración que sus gentes de alta sociedad le tienen a la India Catalina, cuya acción fue aliarse con los depredadores españoles quienes acabaron con su pueblo, la agonía lenta y dolorosa de la Ciénaga de la Virgen, el abandono de sus playas públicas así como su usurpación por parte de hoteles cuyos dueños tienen dinero y abogados para recurrir a toda clase de rabuladas; y una dirigencia política, que hagan el favor, dejan mucho que desear, no piensan en la comunidad, tan solo en su estatus social que les permite salir con cualquier mentira en las secciones sociales de los medios de comunicación.

La empresa protagonista de este caso es Dow Química, la cual lleva muchos años con sede en el supuesto Corralito de Piedra; le ha dado pocos empleos a los habitantes del área metropolitana, pero eso sí, aparecen con carrozas y tragos en todos cuanto festival hay (incluido el Reinado de la Belleza, a cargo de Raimundo Angulo y Alfredo Barraza), inclusive, durante varios años, sus ejecutivos se han casado con las niñas cartageneras de prestantes familias, con eventos sociales donde se derrocha la plata que le podría servir en inversiones necesarias en las zonas más populares. ¿Cuál es el trabajo de Dow? En su página web se puede leer: “Con su casa matriz en Indianápolis, Indiana, Estados Unidos, Dow Agro Sciences es un líder global en la provisión de productos para el control de plagas, productos agrícolas y de biotecnología. La compañía emplea más de 6.000 personas en 50 países y realiza ventas en el ámbito mundial por más de 3 mil millones de dólares”. Suena muy bonito e interesante, pero el tema de hoy no es que sea muy agradable, y por ende, tendrán que pedir perdón de verdad.

Entre sus productos se encuentra el Lorsban, un insecticida usado para tratar plagas de los mismos en los cultivos agrícolas, el cual es muy utilizado en Colombia, principalmente por los grandes grupos que acaparan tierras en la región Caribe. En junio de 1989 (hace 26 años aproximadamente), cuando el país vivía una de sus épocas más amargas gracias a las crueldades de todos los grupos al margen de la ley, hubo un singular hecho que atrajo la atención mediática: la planta que tiene esta multinacional en el sector de Mamonal, vertió (¿de forma accidental?) 23.8 kilogramos del químico en mención a la bahía, causando daños ambientales que hoy en día, ya se están considerando como irreversibles, entre ellos, la reducción de la actividad pesquera, fuente de ingresos para los campesinos de la zona. Precisamente, la comunidad correspondiente con la organización Fundepúblico entablaron las demandas correspondientes ante las autoridades ambientales nacionales y locales, que no le pusieron prioridad al tema a lo largo de este tiempo.

Tan solo, se vino a dar luz en días pasados, con la sentencia T-080 de 2015, emitida por la Corte Constitucional en donde se expresa: “La Sala Sexta de Revisión de la Corte Constitucional ordenó a la empresa Dow Química restablecer la zona de la bahía de Cartagena afectada por el vertimiento de un pesticida (Lorsban) el 19 de junio de 1989. Le exigió además proferir un comunicado en un diario local en el que reconozca las fallas humanas e institucionales que condujeron al derrame del compuesto químico y ofrezca perdón público por los daños ocasionados al ecosistema de la región y a sus pobladores”. 26 años tuvieron que pasar para llegar aquí, y si bien, a la multinacional le tocará respetar y obededer, así sea a regañadientes, hay que agregar: se necesita una solicitud de perdón y arrepentimiento, real y verdadera, tanto en la teoría como en la práctica.

PD1: lo más grave del Decreto Chavista 1787 sobre las Zodimain, es el daño ambiental que se podría generar por la locura bolivariana, con la bendición de la oposición venezolana. Colombia pagaría los platos rotos.


PD2: El Papa Francisco le dio un golpe duro a los intereses ultracatólicos en su encíclica Laudato Si.

martes, 23 de junio de 2015

NI PARQUES NI RÍOS



"Oigo y olvido. Veo y recuerdo. Hago y entiendo." (Proverbio chino). Esta frase refleja lo que se necesita urgentemente en un país de sordos y tercos como este, donde es tan necesaria la concertación, las ideas claras y el chocolate bien espeso: los canales de comunicación, y no se ciñe exclusivamente a los medios masivos. Cuando se trata de presentar un proyecto, se debe hacer de la manera más honesta y leal con sus propósitos de satisfacer a la comunidad, que se sienta representada ahí por el autor de la idea, personalizarse de la misma en vista de los beneficios que le traerá su desarrollo, que su cuidado y respeto sean primordiales para ser un motivo de orgullo. Pero el caso que se trata hoy, ha pasado por diversos canales rotos, donde se presenta como a, pero se entiende como b, se aprueba como c y se lanza como d; después se denuncia como e para ser concertado como f. ¿Conclusión? Cuando el proyecto se presenta sin una versión real, termina presentado como otro y juzgado como un tercero, ¿entonces cómo desarrollar la idea para satisfacer la comunidad incluida? Parece imposible, más si se tiene en cuenta que afecta la comunidad del Área Metropolitana del Valle del Aburrá, con una población de cinco millones de habitantes, aproximadamente.

¿Cuál es la necesidad a satisfacer? Dotar a la ciudad de Medellín y municipios cercanos de Zonas Ambientales, que escasean; tal vez la que medio se ha respetado es el Cerro Nutibara, del resto mirar las grandes comunas en los cerros a su alrededor, o los desastres de CDO (imperio de la supuesta ingeniería del otrora dirigente conservador y uribista Álvaro Villegas Moreno) que reinan a lo largo y ancho de sus puntos cardinales. Ah, y el río Medellín, objetivo de ciertos derrames industriales, que ya tienen su aroma a saboteo para recibir ciertos favores políticos y económicos. Incluso, el Sistema de Transporte Masivo presente, quizás el más desarrollado y que produce mayores ganancias en el país no se ha salvado de la controversia; dicen que el metro por haber sido construido al aire (junto con el metrocable) modificó el panorama con sus consecuencias buenas y malas, entre las que se podría contar la desvalorización de bienes inmobiliarios. Actualmente, están en desarrollo, el Metroplus y el Tranvía, sin que hayan colmado lo suficiente las expectativas, y el camino parece ser largo y tortuoso. Aquí entra el proyecto Parque del Río, ya que su desarrollo, si se llega a dar, afectaría directamente el transporte, lo cual podría generar pérdidas para el sector ambiental y comercial.

¿Argumentos para Parques del Río? Hay uno que si bien no se relaciona directamente, si es el pilar para su desarrollo. Se trata del Plan de Ordenamiento Territorial de la Administración de Aníbal Gaviria (Alcalde de Medellín, hermano de Guillermo, el fallecido exgobernador, y Sofía, Senadora liberal). Como todos los POT´s, ha tenido su historial de polémicas, con voces a favor y en contra, hasta con escandalera en el Concejo Municipal. ¿Razones a favor? “Es un proyecto para reconectar a la ciudad, que históricamente ha estado dividida por el río –explicó Antonio Vargas, gerente del proyecto–. Pero es más para que la gente disfrute el afluente y el espacio público y reclame la recuperación del caudal. Mejor dicho: que se convierta en el nuevo ícono de la ciudad” (El Tiempo). El hecho de que la ciudad hubiese sido construida a orillas del Río Medellín, no quiere decir que haya estado dividida en dos, son muchos los puentes de interconexión, y un cuerpo de agua, debería ser motivo de unión entre los miembros de la comunidad, pero en este país del sagrado corazón cualquier cosa puede pasar.

¿Razones para oponerse? “Claro que hay que hacer obras, todas las que sean necesarias, y si para ello hay que cortar árboles, que se corten, sin embargo como el Parque del Río no es lo que la ciudad requiere, duele la masacre ambiental, de la cual fuimos testigos, que nos dijeron era indispensable para poder iniciar la obra” (Diego Mora, El Colombiano). Se necesita el equilibrio entre el progreso y desarrollo con el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, porque si no hay conciencia de los daños que se pueden generar, la Bella Villa se acercaría a ser una Zona de Emergencia Ambiental, donde sería imposible vivir y trabajar; el debate seguiría no con argumentos, sino con acusaciones, agravio e intolerancia, y no se reactivarían los canales necesarios para la comunicación, seguirían tan rotos como los sistemas de vertimientos de químicos al río.

PD1: ¿Porqué el 85% de las acciones terroristas de las Farc se centran en la zona suroccidental del país? Habría que mirar la estrategia que está usando el Gobierno para combatirlas allá. A propósito del tema, se apoya la propuesta de la Séptima Papeleta a cargo de los Senadores Claudia López y Antonio Navarro; está bien que un proceso de paz para un conflicto de 70 años como el colombiano se requieran mínimo siete para llegar a algo, pero se necesita para ya el compromiso serio de las partes (principalmente de los ilegales) para iniciarlo en serio, y una muestra de eso sería el Desescalamiento del Conflicto para respetar el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible.

PD2: ¿Cuándo llegará el Matrimonio Igualitario a Colombia?

martes, 16 de junio de 2015

CHEQUE CHIMBÓLICO


“Cualquier hombre, a la vuelta de cualquier esquina, puede experimentar la sensación del absurdo, porque todo es absurdo” (Albert Camus). En este país de los absurdos, donde proponen pavimentar el Río Magdalena, donde a los futbolistas se les considera indispensables como envases pequeños de los perfumes más finos, donde quisieron gobiernos hormonados y bien testiculados, donde un presidente juró que los dineros del narcotráfico habían entrado a sus espaldas, otro evocó a Nohora y sus niños, y finalmente alguien fingió tener mano firme corazón grande, se encuentra con el siguiente absurdo: “Bogotá Distrito Capital, antes llamada Santafé, luego Bogotá Distrito Especial, por un lapsus Santafé de Bogotá Distrito Capital; una urbe con más de ocho millones de habitantes, extendida a lo largo y ancho de la sabana (casi comiéndose los cerros), no ha podido construir un Metro Decente”. ¿Porqué? La descoordinación entre los gobiernos nacionales y distritales ha dado al traste con un proyecto trascendental (eso si, necesita ir de la mano con lo que ha surgido de transporte integrado (Transmilenio y SITP), y tan solo, 70 años después de poner el metro en el panorama, si acaso hay un cheque chimbólico, dado por el Presidente Juán Manuel Santos al Alcalde Mayor Gustavo Petro. El término chimbólico viene de simbólico (porque no es real aún) y chimbo (término colombiano para denominar a algo susceptible de reversar).

Fernando Mazuera, Virgilio Barco, Hernando Durán Dussán, Andrés Pastrana y otros cuantos alcaldes mayores en su época se propusieron hablar del metro como su bandera, se hicieron planos y estudios de factibilidad de toda índole, se los llevaron a los respectivos presidentes como Laureano Gomez, Carlos Lleras, Julio Cesar Turbay, el mismo Virgilio Barco y otros cuantos, hubo cocteles de lanzamiento, noticias a todos los barrios, pero a la hora de concretar algo, nada de nada. Tan solo quedan unos vástagos recuerdos que llenan de rabia a la izquierda que ha sido incapaz de gobernar el distrito desde el año 2008, se han empeñado en inculpar al exalcalde Enrique Peñalosa de haber preferido el Transmilenio (que funcionó durante los primeros ocho años porque las acciones se hicieron en el tiempo estipulado) que al metro, pero sería bueno preguntar; en 1998 el presidente era Ernesto Samper (muy cercano a la izquierda colombiana y latinoamericana), con un gobierno maltrecho y cuestionado, derrochando plata para mantenerse en el poder cuando sus vínculos con el cartel de Cali eran reales y para seguimiento judicial, ¿se propuso tomar como suyo el proyecto del metro para Bogotá? Todo indica que no.

En días pasados, hubo un acto especial (de esos que aparecen en las secciones sociales y aparentosas de los medios de comunicación masivos): la entrega del cheque chimbólico por 9.65 billones de pesos, que supuestamente representa la financiación del 70% del metro por parte del Gobierno Nacional. Eso sí, salieron a flote las diferencias entre la Casa de Nariño y el Palacio Liévano; mientras que la prosperidad propuso un metro subterráneo que iría desde Soacha hasta la carrera séptima con calle 100 pero conectado mediante trenes de cercanías con varios municipios de la sabana como Zipaquirá, Cajicá y Chía, la Bogotá humana (¿o inhumana?) quiere llevarlo hasta la 127 y nada más. Es más, suena a campaña presidencial de Gustavo Francisco Petro Urrego (cuya alcaldía ha dejado mucho que lamentar) cuya plataforma sería el metro distrital, así como la del Procurador Ordoñez las talanqueras al Proceso de Paz, la del Fiscal Montealegre con base en una Justicia Extraña, la del virrey, eh, vicepresidente Vargas Lleras con viviendas gratuitas y presentación de proyectos de infraestructura, como si fuesen sus hijitos. ¿Así es creíble este metro? Complicado.

Los actuales candidatos a la Alcaldía Mayor de Bogotá, han mostrado sus diversas opiniones en el tema; unos dicen que se puede dejar así, otros han propuesto reparos que son muy respetables; lo único para sugerirles es que investiguen más del tema, que quien llegue al Palacio Liévano el próximo primero de enero, tenga ya algo específico sobre el tema para desarrollarlo como el Gran Sistema de Transporte Masivo en Bogotá DC, que logre desterrar la Guerra del Centavo.

Varios expertos en la materia han expresado sus reservas, teniendo un ejemplo clave: Los cambios de última hora en el proyecto del metro para la capital confirman que este sueño se puede quedar en anuncios y en maniobras de corte electoral. La irresponsabilidad del presidente y del alcalde da ganas de llorar”, palabras de Fernando Rojas, Analista de la Universidad de los Andes. Solo se añadiría lo siguiente; debido a que el suelo y subsuelo de Bogotá DC es lleno de humedales escondidos por las grandes construcciones y que no se conocen planos definitivos sobre la infraestructura (caso puente de la NQS con 94) conduciría hacia un Apocalipsis Antiambiental en el distrito, incluyendo los seguros problemas de atrasos que hay en este tipo de proyectos, otro ejemplo, el Humedal La Conejera con la familia política del Alcalde, y su alianza negativa con la Bogotá Humana.

PD1: ¿Porqué hay ciertas Organizaciones No Gubernamentales (ONG´s), que permanecen pasivas frente a la barbarie de las Farc? Parecen más anticolombianas que el mismo Timochenko.

PD2: A propósito de daños ambientales ocasionados por las Farc y demás grupos legales e ilegales; tarde o temprano, la Pachamama se las cobrará todas, y no habrá piedad que valga.

martes, 9 de junio de 2015

JOYA ISAGÉN


“Las joyas de la Corona son joyas u objetos de bien de piedras preciosas o de bisutería pertenecientes al reinado de una familia real en un determinado país. Pertenecen al soberano y son transmitidos al siguiente monarca para simbolizar el derecho al cargo. Normalmente incluyen una o más coronas, piedras preciosas, espadas, cetros y/o anillos. Así era el concepto que se tuvo a lo largo de la historia, pero desde el siglo XVIII con la llegada de la Revolución Francesa y los Conceptos de Democracia, se extendió más allá de lo físico; también a lo humano, político, económico, militar y geográfico. Cuenta la historia que el empeño de las joyas de la corona que hizo Isabel La Católica para financiar la expedición de Cristobal Colón, contribuyó a su debilitamiento, puesto que el Imperio Británico se apoderó de más del 50% de las tierras recién descubiertas, sino que años más tarde Napoleón llegó a la Península Ibérica, y las tierras occidentales aprovecharon la ocasión para empezar su proceso independista. Moraleja; la venta de estas joyas no solo no contribuye a mejorar la situación inmediata, sino que conlleva a la debacle posterior. Todo esto se trae para el caso que atiende la presente columna; una Joya de la Corona existente en Colombia llamada Isagén.

¿Qué es Isagén? Desarrollamos proyectos de generación, producimos y comercializamos energía eléctrica y ofrecemos soluciones asociadas con el propósito de satisfacer las necesidades energéticas de nuestros clientes y crear valor empresarial. Nuestra gestión se desarrolla con los más altos estándares éticos, con responsabilidad social y ambiental, con sentido económico y orientación al cliente”. Así reza en los estatutos de la poderosa empresa energética nacional. Junto con Ecopetrol, conforman el principal conglomerado minero – energético presente en este Macondo Garciamarquiano, y si bien, su trabajo ha sido reconocido alrededor del mundo, con nexos técnicos y económicos a lo largo y ancho de América Latina, que produce las mayores utilidades económicas nacionales, es cierto que ha sido una tentación para la inversión privada, principalmente la extranjera, la cual solo se podría dar de una manera muy polémica, su venta. Esto ha generado una controversia, que ha ido desde las opiniones de expertos en la materia, hasta acciones judiciales que han buscado negar esta acción (no muy sana, ya que siendo joya de la corona, no se puede feriar en un todo a mil), y sus compromisos ambientales y sostenibles podrían quedar en peligro de desaparecer.

Antes de recoger voces a favor y en contra (como la del autor de esta columna), hay que resaltar un detalle muy interesante; el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe Vélez, bajo la siguiente frase: “Si el Gobierno se deshace de Isagén y la empresa internacional que venga no realice estos proyectos, ¿quién los va a realizar? Van a dejar las regiones colombianas sin estos proyectos”; se ha opuesto en los últimos días a la venta de Isagén. Pero el Fhüribismo se olvida de un detalle; en el segundo reinado de la Seguridad Democrática, con Uribe de Presidente y Oscar Iván Zuluaga de Ministro de Hacienda, se iba a vender la misma empresa so pretexto de haber firmado un convenio con Fonade para la financiación de supuestas obras de infraestructura y atender coletazos de la recesión económica mundial que había en ese entonces. La presión ejercida para tal oposición, hizo que el proyecto durmiese un lustro en el sueño de los justos, pero hace unos cuantos meses resucitó así; el Presidente Juán Manuel Santos le dio la órden al Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas (el Señor del NO) y al Vicepresidente, Germán Vargas Lleras (el Virrey entre los amigos) de que uniesen esfuerzos (luego de la mechoneada publicitaria que se habían dado) para vender la joya de la corona, a como diese lugar, así no fuera del gusto del país. Quedan los siguientes interrogantes: ¿se uribizó la prosperidad?, ¿porqué se centra dicha ventas en la financiación de vías 4G, plataforma de Don Germán?, ¿será la plataforma de su campaña presidencial en 2018? Habrá que estar bien atentos.

Diversas voces han reaccionado en contra, y con justa razón frente a semejante despropósito. Para la muestra se pueden leer algunas: “Privatizar Isagén es un pésimo negocio para Colombia” (Jorge Robledo, Senador del Polo Democrático). “El patrimonio público no se negocia, ni mucho menos se les debe entregar a las multinacionales un activo estratégico como Isagén” (Viviane Morales, Senadora del Partido Liberal). Incluso, el Consejo de Estado determinó imponer Medidas Cautelares frente al tema, mientras se toman medidas de fondo, porque quedan muchas dudas, y seguirán apareciendo, sobre la materia. El autor de esta columna ya dijo su negativa a tal venta, por la siguiente razón; en el dictado de la Gestión Ambiental de Isagén, se lee lo siguiente: Cuenta con un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) con el cual se identifica, evalúa, previene, controla, mitiga y compensa los impactos ambientales de las actividades, productos y servicios asociados a la generación de energía y permite el cumplimiento de los requisitos legales aplicables y otros compromisos que la Compañía suscriba”. Con su posible venta, Isagén no solo perdería su condición de Joya de la Corona, también su esencia ambiental y sostenible.

PD1: Nada justifica que las FARC hayan decidido tener como su Objetivo Militar al Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. Si siguen así, ¿para qué dialogar?

PD2: Se está alargando el culebrón de Interbolsa.



miércoles, 3 de junio de 2015

GUAJIRA DESOLADA


Mientras la ilusión sea una quimera pero imprima alegría, será suficiente para reflexionar y actuar contra la realidad cruda, diría un loco anónimo desde el Cabo de la Vela (Guajira). Imposible admitir que existen calamidades silenciosas y crónicas, pero lo que ocurre en este departamento es una muestra fehaciente de que si, gracias a unos políticos sin conciencia quienes solo piensan en la llenura de sus bolsillos, unas empresas privadas que se burlan de la comunidad, grupos ilegales que destruyen ilusiones y esperanzas, y un país vecino que solo se acuerda cuando necesita patrioterismo barato. Este hermoso rincón de Colombia, al cual le han dedicado muchas canciones y poemas musicales, Gabo le echó elegías a lo largo y ancho de sus obras, se ha mostrado (a pesar de todo) como una península que resalta en la Zona de Confluencia Intertropical (por algo Venezuela le ha tenido ganas), erigiéndose como una alternativa ambiental y sostenible, donde el ecoturismo se podría aplicar perfectamente, pero aquí viene la siguiente pregunta: ¿Qué hacer con un departamento, donde clase política, sector público, sector privado y grupos ilegales se ufanan de la corrupción y el contrabando? Difícil encontrar la respuesta, pero si un país entero se une, un día no muy lejano podrá hallarla.

En la columna Carta Guajira (07/06/2012), se destacaba el valor de una Líder Comunitaria de la Región, Vicenta Siosi, le escribió una carta al Presidente Juán Manuel Santos, donde le expresaba la preocupación sobre un proyecto de desvío del río Ranchería, por exigencias del Conglomerado Minero que maneja la Mina de El Cerrejón, que traería consecuencias nefastas para el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible. El último párrafo de la misiva se lee así: Al final de la reunión concluyeron que sería una gran obra de ingeniería y que las cosas seguirían igual. A lo que una jovencita de la comunidad preguntó. ‘Si todo permanecerá Igual ¿Por qué nos quieren compensar? Nuestro transcurrir en la península Guajira gira alrededor del río, él es la gracia y la vida aquí’. Señor Presidente, por favor no permita que la empresa extranjera Cerrejón destruya el acuífero que mantiene el Ranchería y seque la única fuente de agua que poseemos. Si se licencia el traslado y empezamos a padecer los perjuicios, no podremos volver atrás, el daño es irreversible”. ¿Qué pasó entonces? No solo desviaron el cuerpo de agua, sino que El Cerrejón prácticamente expropió el mismo (evocando los tiempos de vida de Hugo Chávez con el centro de Caracas), sino que puso a la comunidad a padecer una hambruna que no se ha enfrentado con medidas efectivas, no hubo compensaciones, se acabó lo poco que quedaba de flora y fauna, tanto rural como salvaje, y contribuyó a la hambruna que el gobierno quiere negar, pero que los hechos dicen lo contrario.

¿Quién era el gobernador en ese entonces? Nada más y nada menos que el anticélebre Juán Francisco Gómez Cerchar, más conocido como Kiko Gómez. Es una historia muy peculiar, mientras la situación social reflejaba el drama que se empezaba a asomar en ese entonces, pero Kiko aparecía en todas las encuestas con altos índices de favorabilidad (¿Cuáles serían los métodos para sostener esta infamia?) y era motivo de inspiraciones en el vallenato, era considerado un mesías del norte de Colombia, incluso, lo propusieron como presidenciable. Pero llegó el momento en que el tsunami de contrabando, narcotráfico, corrupción y crimen se le salió de control, salieron a flote que tenía sus redes nefastas haciendo de las suyas (incluso, llegando a presumir de que tenía sus redes peligrosas, como se puede leer en la investigación por la muerte de la ExAlcaldesa de Barrancas, Yandra Brito), y se revelaron sus nexos con alias Marquitos. Hoy Kiko está en la cárcel, se proclama un perseguido político, un supuesto buen muchacho que hace milagros por su pueblo (¿milagros manchados de sangre, dolor y lágrimas?), hay gente que todavía llora por su libertad, pero lo cierto es que Kiko deberá responder. Ahora quiere imponer en la Gobernación a Oneida Pinto, otra polémica política, quien produjo un cisma en Cambio Radical, porque Carlos Fernando Galán se opone a su aval, pero la Familia Char (los mismos de los cuatro extranjeros jugando para el Junior) la bendice como una supuesta princesa. Así, ¿Cómo ser más optimista con el panorama? No hay derecho.

Regresando al tema de la hambruna, periodistas como Gonzalo Guillén y Claudia Morales han hecho trabajos in-situ (en el departamento) sobre la situación y han encontrado cifras realmente graves: cerca de 4770 niños entre cero y cinco años han muerto de física hambre y abandono durante los últimos seis años. ¿Cuál ha sido la respuesta del Gobierno Nacional? En una visita en días pasados, el Presidente Santos, en una actitud arrogante y grosera, afirmó, según cifras oficiales (las cuales no es que sean de mucha confianza), que en los últimos ocho años (¿defendiendo a su antiguo patrón y ahora acérrimo enemigo?) solo han muerto 300 niños, y lo más triste, no ofreció soluciones a la problemática, dando la impresión de que su segunda presidencia no es proactiva, y fácilmente la pueden tumbar. Presidente, reaccione.

Ni hablar de Drummond con el caso de sindicalistas asesinados, ni el caso de Dibuya con un puerto privado sin beneficios, el tren del carbón que tiene a sus laderas a las farc haciendo de las suyas, los paras y el contrabando, en fín. Ojalá no tomen como objetivo militar a Bahía Portete.

PD1: El Metro de Bogotá, de tumbo en tumbo.

PD2: Circuito roto, hace inviable, el proyecto “Parques del Río” en Medellín.