martes, 20 de diciembre de 2022

EL NUDO DE LA SÉPTIMA

La otrora calle real, hoy en día carrera séptima, o también carretera central del norte, es una de las vías más representativas de Bogotá DC, no solo por la conexión de las principales localidades, también por el enorme problema de movilidad que tiene; es unos de los símbolos más famosos de congestión vehicular en toda Latinoamérica, sin que sus autoridades locales hayan podido hacer cosa mayor para solucionar. Transitar por la misma, salvo en días de ciclovía, se convierte en toda una prueba de paciencia para la humanidad, no solo por la cantidad de trancones, sino por el ruido y la contaminación. Incluso, durante varios años funcionó un absurdo contraflujo para favorecer solamente a quienes viven en los barrios más pudientes del norte de la capital, mientras que los del sur se tenían que rebuscársela como sea, porque ni la carrera once ni mucho menos, la carrera 13, son alternativas confiables. Durante la Alcaldía Petro se propuso un sistema de tranvía por esta calle, pero que no tuvo mayor apoyo, ya que no representaba mayor solución, ni el Transmilenio de Kike Peñalosa. Ahora Claudia López presenta su Corredor Verde, que en principio tiene cosas interesantes, pero que también deja muchas dudas.

 

Claudia define al Corredor Verde (El Tiempo) así: "es un sueño de ciudad y de 50.000 ciudadanos que nos dieron ideas para su diseño: una nueva carrera Séptima, arborizada, segura, con plazoletas, alamedas, espacio para peatones, bicis, con transporte 100 por ciento limpio. En 2025 nos vemos para estrenarla". Hace rato se pasó por la cifra de 50 mil ciudadanos, pueden ser más de 100 mil, ya que comprende las localidades de Candelaria, Santafé, Chapinero y Usaquén; las más influyentes en el modo de vida de la Atenas Suramericana. Y sumándole el hecho de que el sector de la ciclovía por la séptima es el más usado por los habitantes de la Selva de Cemento para ejercicio y esparcimiento los domingos y algunos festivos, hacen de esta vía vital para la ciudad. De ahí que se sugiera de la manera más atenta y cordial que antes de ponerse a trabajar en físico sobre este corredor, se piense muy bien en lo que se va a hacer, porque lo angosto de la séptima hace que no se puedan hacer mayores diseños ni mayores obras sobre la misma; de que aún sigue siendo el lugar favorito de residencia para muchos habitantes de todos los estratos, por las opciones de transporte y también por la excelente oferta en tarifas de servicios públicos.

 

El Director del IDU (El Tiempo), Diego Sánchez, manifestó lo siguiente: “No se están dando las situaciones que generaron en ese momento las demandas de acción popular. No se están vulnerando los derechos de nadie, no estamos alterando bienes patrimoniales, como ocurrió con el parque Nacional y algunos edificios de (la vía a) La Calera. En este caso lo que se ha hecho es reconocerles a los ciudadanos la oportunidad de participar. Si en algún momento algún ciudadano siente que no y presenta una demanda, tendremos todas las formas de demostrar ante cualquier juez de que lo que se ha hecho es un ejercicio de participación incidente intenso, como nunca se ha hecho en un proyecto de infraestructura en Bogotá”. Se refiere a la suspensión del proyecto de Transmilenio por la séptima en 2019, durante la Alcaldía de Kike Peñalosa, pero se le sugiere a Sánchez que piense muy bien en hacer algo, porque este Corredor Verde incluye el Transmilenio, y le podrían aplicar la misma suspensión, ni al perro ni al gato lo pueden capar dos veces. No se expongan a un ridículo mayor por una simple terquedad, la séptima por su característica geológica no resiste un medio de transporte a nivel; hubiera sido el lugar ideal para un Metro Subterráneo (le faltó ingenio a Gustavo Petro durante su Administración).

 

La otrora calle real, hoy en día carrera séptima, o también carretera central del norte, es una de las vías más representativas de Bogotá DC, no solo por la conexión de las principales localidades, también por el enorme problema de movilidad que tiene; es unos de los símbolos más famosos de congestión vehicular en toda Latinoamérica, sin que sus autoridades locales hayan podido hacer cosa mayor para solucionar. Transitar por la misma, salvo en días de ciclovía, se convierte en toda una prueba de paciencia para la humanidad, no solo por la cantidad de trancones, sino por el ruido y la contaminación. Incluso, durante varios años funcionó un absurdo contraflujo para favorecer solamente a quienes viven en los barrios más pudientes del norte de la capital, mientras que los del sur se tenían que rebuscársela como sea, porque ni la carrera once ni mucho menos, la carrera 13, son alternativas confiables. Durante la Alcaldía Petro se propuso un sistema de tranvía por esta calle, pero que no tuvo mayor apoyo, ya que no representaba mayor solución, ni el Transmilenio de Kike Peñalosa. Ahora Claudia López presenta su Corredor Verde, que en principio tiene cosas interesantes, pero que también deja muchas dudas.

 

Claudia define al Corredor Verde (El Tiempo) así: "es un sueño de ciudad y de 50.000 ciudadanos que nos dieron ideas para su diseño: una nueva carrera Séptima, arborizada, segura, con plazoletas, alamedas, espacio para peatones, bicis, con transporte 100 por ciento limpio. En 2025 nos vemos para estrenarla". Hace rato se pasó por la cifra de 50 mil ciudadanos, pueden ser más de 100 mil, ya que comprende las localidades de Candelaria, Santafé, Chapinero y Usaquén; las más influyentes en el modo de vida de la Atenas Suramericana. Y sumándole el hecho de que el sector de la ciclovía por la séptima es el más usado por los habitantes de la Selva de Cemento para ejercicio y esparcimiento los domingos y algunos festivos, hacen de esta vía vital para la ciudad. De ahí que se sugiera de la manera más atenta y cordial que antes de ponerse a trabajar en físico sobre este corredor, se piense muy bien en lo que se va a hacer, porque lo angosto de la séptima hace que no se puedan hacer mayores diseños ni mayores obras sobre la misma; de que aún sigue siendo el lugar favorito de residencia para muchos habitantes de todos los estratos, por las opciones de transporte y también por la excelente oferta en tarifas de servicios públicos.

 

El Director del IDU (El Tiempo), Diego Sánchez, manifestó lo siguiente: “No se están dando las situaciones que generaron en ese momento las demandas de acción popular. No se están vulnerando los derechos de nadie, no estamos alterando bienes patrimoniales, como ocurrió con el parque Nacional y algunos edificios de (la vía a) La Calera. En este caso lo que se ha hecho es reconocerles a los ciudadanos la oportunidad de participar. Si en algún momento algún ciudadano siente que no y presenta una demanda, tendremos todas las formas de demostrar ante cualquier juez de que lo que se ha hecho es un ejercicio de participación incidente intenso, como nunca se ha hecho en un proyecto de infraestructura en Bogotá”. Se refiere a la suspensión del proyecto de Transmilenio por la séptima en 2019, durante la Alcaldía de Kike Peñalosa, pero se le sugiere a Sánchez que piense muy bien en hacer algo, porque este Corredor Verde incluye el Transmilenio, y le podrían aplicar la misma suspensión, ni al perro ni al gato lo pueden capar dos veces. No se expongan a un ridículo mayor por una simple terquedad, la séptima por su característica geológica no resiste un medio de transporte a nivel; hubiera sido el lugar ideal para un Metro Subterráneo (le faltó ingenio a Gustavo Petro durante su Administración).

 

Lo más triste del caso es que el Corredor Verde incluye una característica que se podría convertir en un Suicidio Antiambiental para toda la Capital de Colombia; un solo carril (para Transmilenio) en sentido norte – sur, entre las calles 92 y 28. No se han dado cuenta de todos los efectos negativos que trajo el famoso contraflujo que estuvo durante más de 30 años, y que podrían ser similares o peores con esta característica. Se vendría la declive por contaminación sonora sobre las carreras 11 y 13, que de por sí, ya tienen problemas en este sentido, sin que se hayan hecho mayores soluciones. Y si dejan la restricción en sentido norte – sur, ¿qué pasará con la ciclovía? Lo más probable es que tendrían que trasladarla para otra zona, perjudicando a quienes la disfrutan (como el autor de la presente columna). Ni hablar de la desvalorización de propiedades inmobiliarias sobre las carreras 11 y 13, dado que nadie quisiera vivir allá en una problemática de ruido, que se podría volver irreversible. La séptima necesita alamedas y miradores que mejoren el panorama ambiental, pero de ahí a poner una hecatombe de movilidad y ruido en otras zonas, no. Hay que pensarlo bien.


martes, 13 de diciembre de 2022

DIÁLOGOS CON ELENOS

 

Una vez más se sienta a dialogar el Estado Colombiano (Gobierno Petro) con la guerrilla dogmática y fregada del Ejército de Liberación Nacional (ELN), de corte maoísta y sectario. Muchos dicen que es más difícil tratar a los elenos que a los otroras farcos, dado que tienen un método de demostrar su “política” de una manera más radical, basta con mirar las justificaciones que hacía uno de sus máximos líderes en vida, el españolete “Cura Manuel Pérez” sobre la voladura constante del oleoducto Caño Limón – Coveñas. Pero como dicen por ahí, de la perseverancia algo quedará, se mira con algo de esperanza la retoma de este posible acuerdo de paz, luego de que quedara suspendido a raíz del carro bomba contra la Escuela General de Policía “General Santander” el pasado 17 de enero de 2019, sumándole el hecho de que el Gobierno (Desgobierno) de Iván Duque, no quiso buscar mayor chance para la Paz en Colombia; incluso, se rumora de que se firmaría un Cese Bilateral del Fuego entre esta guerrilla y el Gobierno de Juan Manuel Santos en agosto de 2018, pero Angelino Garzón, a nombre del recién electo gobierno de Iván Duque en ese entonces, se le atravesó a esta posibilidad. Es que aún la guerra es un negocio para las extremas izquierda y derecha.

 

En días pasados ya se instaló la Mesa de Diálogos en Caracas (Venezuela, un país cuya clase política, tanto chavista como opositora no es de confiar), con la presencia del Alto Comisionado para la Paz (Danilo Rueda) como el Jefe Militar Eleno alias “Antonio García”. Ya varios países como Cuba, Noruega, México y Chile han aceptado tener un papel importante, bien sea como acompañantes o como garantes. Han llegado personajes de la sociedad colombiana a la mesa, como el Polémico y Fhüribista José Félix Lafaurie, quien se ha manifestado a favor de volver trizas el Acuerdo de Paz entre el Estado Colombiano y las Farc, también esposo de la Senadora Guerrerista del Centro Democrático, María Fernanda Cabal (quien no está de acuerdo con la decisión de Lafaurie, aunque lo dejará ir a Caracas); muchos dicen que es bueno que más sectores entren a los diálogos, pero deja un aire de preocupación de que el Gobierno Petro no esté apoyando decididamente la implementación del Acuerdo de Paz Vigente (¿el fhüribismo estará ilusionado con que se vuelva trizas?). Por todo eso, hay que estar vigilantes de como se desarrollen los mismos y los resultados que emitan.

 

También es cierto que los elenos durante la falsa paz con legalidad del gobierno (desgobierno) de Uribe en Cuerpo Ajeno (Ivanchis Duque), triplicaron en cantidad su cantidad de miembros en tropa, así como intensificaron sus acciones, a punto de que son respetados por ciertos miembros del Gobierno Tirando de Nicolás Maduro, que tienen rodeadas a las disidencias de las Farc (sin desconocer que aún tienen un poder peligroso), que pueden hacer paros armados en ciertas zonas del país, con consecuencias nefastas para la población; de ahí la importancia de buscar el diálogo para amainar por lo menos, esta situación. Otro factor para tener en cuenta con los elenos es que los frentes son más autónomos, por consiguiente, un cese de fuego con ellos es más complicado, ya que a un jefe de frente le puede gustar la idea, pero a otro no, y su dirigencia mayor no pueden y no quieren hacer mayor cosa frente a este problema. Y nada de raro fuese que llegase el final del Gobierno Petro en agosto de 2026 sin que se haya logrado mayores avances en la materia, aunque llevan la ventaja de retomar lo positivo que se ha dejado en los intentos anteriores, para ver si se puede llegar a unos mínimos, y convencer a los opositores a la paz, que es mejor que la guerra.

 

Alias “Pablo Beltrán”, al instalarse la mesa, pronunció las siguientes palabras (Euronews): "Esta mesa debe ser, y apuntamos a que sea, un instrumento de cambio, de esa ola de cambios que pide la sociedad colombiana, y esperamos no fallar a esa expectativa". Frases similares y con las mismas palabras se han escuchado en ocasiones anteriores, incluso en Quito (Ecuador), La Habana (Cuba) y Maguncia (Alemania), sin que se vean hechos de voluntad reales. Es por lo anterior que hoy se exigen resultados inmediatos a estos diálogos, ya que es la mayor apuesta del país hoy en día, ya que se no se resiste más este conflicto colombiano, ni el Gobierno Petro puede pretender que le den un Premio Nobel de Paz. Importante la presencia de la Organización de las Naciones Unidas, ya que pueden ser el máximo garante de que todo se esté realizando con la verdad y la honestidad, de ambas partes, para un reto mayor. Si bien es mejor soñar con la posibilidad de Paz Total algún día, también es cierto que cierta soberbia de los integrantes del Gobierno Petro, hacen que se tema en otro fracaso y la paz siga siendo un sueño, “y los sueños, sueños son”. De ahí a que hay que estar vigilantes con todos los sentidos.

martes, 6 de diciembre de 2022

CONEJERA A GORGONA

 

Cuando un gobierno se hace elegir a nombre del Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, es una propuesta interesante. Pero todo cambia cuando no se ve aplicación de dicha propuesta, aduciendo que como son una nueva fuerza en el poder, pueden hacer los mismos que los partidos tradicionales, se convierte en toda una Conejera (miren el caso de la Bogotá Humana, con Gustavo Petro de Alcalde y Susana Muhamad como Secretaria de Ambiente, frente al Humedal la Conejera); y todo parece indicar que lo aplicarán contra el Parque Nacional Natural “Isla de Gorgona”, toda una maravilla natural, aduciendo que se necesita una base militar allá. Es cierto que las extintas guerrillas de las Farc atacaron la isla en plena etapa de diálogos de paz en La Habana (Cuba), de ahí que se hizo más fuerte el rumor de imponer una Base Militar, pero no se ha tenido en cuenta los posibles efectos ambientales en la zona (incluso, algunos ya se podrían calificar de irreversibles). Ese cuentico del Nuevo Gobierno de que pueden hacer lo que quieran, incluso emular la nefasta Seguridad Democrática, so pretexto de nuevas ideologías, no se puede admitir, deben gobernar con la Constitución en la mano, y no con la arrogancia y prepotencia que prevalece en la mayoría de los miembros de la Casa de Nariño.

 

El principal argumento para este absurdo es que, en el mes de diciembre del año 2015, se otorgó la Licencia Ambiental a este “proyecto” por parte de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), tras solo 29 días de haberse hecho la solicitud correspondiente, bajo el número 1730. Desde entonces varios expertos en la materia, han hecho diferentes críticas y solicitudes de reversión de dicha decisión, argumentando deficiencias en la misma, así como los posibles efectos negativos que podría traer. Estos impactos negativos podrían afectar los arrecifes coralinos, litorales rocosos, especies marinas de fauna y flora (algunas, únicas en el mundo), y, sobre todo, Gorgona es una isla de pequeña extensión, lo que implicaría que cualquier trabajo material hecho allá, tendría unas afectaciones irreversibles en el paisaje de la zona. Ha habido miembros de las FFAA y la Policía Nacional que han defendido este proyecto, como el Comandante de Guardacostas del Pacífico, Capitán de Navío Javier Bermúdez (El Tiempo): “Podemos decir que esa licencia ambiental entregada por la Anla nos permite tener la tranquilidad de que cumplimos con todas las exigencias”. Que equivocación tan inmensa se tiene en materia ambiental.

 

En contraposición se encuentra el Científico Alan Giraldo, quien manifestó lo siguiente al mismo diario (El Tiempo): “En su momento cuando esto surgió los que tuvimos la oportunidad de mirar la documentación de soporte identificamos debilidades en la gestión del ejercicio de la licencia ambiental, que se pusieron de manifiesto y que hicieron que postergara durante tantos años la implementación de la obra”. La Isla de Gorgona es considerado un Parque Nacional Natural, y que, si durante varios años se ha aplazado la construcción de la nefasta Base Militar, es porque aún no se tienen los suficientes argumentos y datos para analizar todos los impactos positivos que tendría, frente a los impactos negativos que seguro habría si se pone en marcha este proyecto. Y más aún, en tiempos en que ya se está buscando la Paz Total, y que el país viva en armonía con su Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, unos de los más biodiversos del mundo, no se requeriría realizar un proyecto de índole militar y que ya se está tratando de pasar la etapa del conflicto colombiano. Pero si decepciona el silencio total del gobierno que prometió el cambio, y que quiere evadir el compromiso adquirido con 11.3 millones de votantes que lo eligieron el pasado 19 de junio.

 

En estos días se presentó una interesante columna del Dirigente Político, Jorge Enrique Robledo (Más Colombia), donde se puede leer lo siguiente: ¿Cómo explicar que este crimen como de película de terror se esté ejecutando en Colombia, no obstante, el rechazo de la comunidad académica, entre ellas, el Consejo Nacional Científico asesor del parque natural Gorgona y la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales? Fácil. Porque la base de la Armada Nacional, con sus tropas, su muelle y sus barcos, más lo que se les ocurra montar, son para protegerle un radar a las fuerzas armadas de Estados Unidos, país que financia este golpe al patrimonio natural y medioambiental de Colombia y nuestra soberanía nacional”. Pero como Robledo no es de las simpatías del Petro, Francia y su Pacto Histórico, entonces no lo escucharán. Pero hay un detalle que vale la pena; expertos en la materia como Manuel Rodríguez, Julia Miranda, Andrés Hurtado y demás, se han manifestado de forma similar, y si quiere más, indague porque los Gobiernos de Juan Manuel Santos e Iván Duque, no hicieron mayor caso a este desagradable proyecto. Si quiere amar al Medio Ambiente y al Desarrollo Sostenible, entierre en el olvido este adefesio, señor Presidente.