miércoles, 22 de febrero de 2023

PND DE PETRO

 

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) es la hoja de ruta que cada gobierno recién asumido, debe tener para trabajar a  lo largo de su período presidencial; debería ser presentado inmediatamente gana la presidencia, pero muchas veces por concertaciones, por “sugerencias” de la clase política y por misterio, se presenta demasiado tarde (como en este caso, casi siete meses luego de estar ya en trabajo), es la brújula que se tiene para poder desarrollar su programa de gobierno (el cual prometió cumplir a cabalidad en campaña, algo que nunca se ha hecho); varios han sido descalificados en la Corte Constitucional por no cumplir requisitos mínimos de trámite en el congreso o por querer pasarse por encima la Constitución Nacional; luego debe ser objeto de mucho cuidado en el legislativo y en el judicial, se supone que es un proyecto juicioso del ejecutivo y el constituyente primario (el pueblo) debe velar por su estricto cumplimiento, apoyando las cosas positivas y alertando sobre los aspectos negativos que podría traer, y por ende, perjudicar al Estado. En el caso del Gobierno Petro, se hicieron unas audiencias con las clases menos favorecidas (etnias, afros y comunidades lejanas) lo cual es positivo, pero preocupa que el lenguaje utilizado en los últimos días por el mismo presidente haga imposible llegar a un acuerdo para que en el congreso se tramite lo mejor para el país.

 

El PND de Petro se titula “Colombia, potencia mundial de la vida, lo cual concuerda con el discurso de la campaña electoral del Pacto Histórico, que llevó a una Centro – Izquierda por primera vez a la Presidencia de Colombia. Entre las definiciones que ha recibido el mismo, se encuentra la de la Líder Indígena del Cauca, Flor Troches (Infobae): “Aquí están las razones por las cuales millones de personas votamos; razones por las que hoy usted y su equipo de gobierno están aquí. Este es un mandato popular, el pueblo no le está pidiendo nada regalado, solo las bases justas y dignas para vivir”. Por eso la importancia de que el pueblo esté vigilante sobre lo que se apruebe en el Congreso, lo que quede luego del examen de constitucionalidad y lo que el Gobierno aplique, que no solo se recurra al espejo retrovisor sobre el gobierno anterior (en este caso, el desgobierno de Iván Duque); que por fin se gane una batalla contra los altos niveles de desigualdad social que tiene Colombia a nivel mundial, que alguna vez en la vida este país pueda tener algo normal y honesto.

 

El timonel de “Colombia, Potencia Mundial de la Vida”, es el Director Nacional de Planeación, Jorge Iván Gonzales, manifestó lo siguiente (La República): “Combina las voces manifiestas en los Diálogos Regionales Vinculantes con los compromisos previos del Estado. Este es el primer Plan Nacional de Desarrollo que desde el comienzo cuenta con la participación de todas las personas, que a lo largo y ancho de Colombia han querido expresar sus opiniones acerca de los proyectos estratégicos que garantizan mejores condiciones de vida”. Bueno, ojalá tenga un trámite sano en el congreso, donde se deben escuchar todas las voces expertas para que contribuyan al mismo, y se pueda lograr el mejor trabajo concertado y acordado, para el bienestar del pueblo. Y si no, que lo diga en sus propias palabras, el mismo Presidente Petro (Valora Analitik): “Hoy necesitamos acabar el hambre de Colombia y no suplicando fuera de nuestras fronteras. Parte de este cambio, que significa producir, es la base de la riqueza, es lo que está consignado en ese PND. Señor Presidente, se requiere que se aplique estrictamente lo que usted dijo, sin  necesidad de discursos incendiarios, con solo trabajar, es suficiente para que se logren los objetivos propuestos.

 

¿Qué costo tendría el mismo PND “Colombia, Potencia Mundial de la Vida”? 1154 billones de pesos, equivalentes a los Presupuestos Generales que le restan al presente gobierno. La meta de este PND (El Colombiano) es: “crear, suprimir, reestructurar, fusionar, escindir, liquidar o integrar empresas de generación, distribución y comercialización del sector eléctrico, con participación mayoritariamente de la Nación”. Suena muy ambicioso, pero se debe cumplir para evitarle al país otra frustración más, que este gobierno que se supone alternativo, no quede como los anteriores de mucha palabrería y poca acción (algo que parece ya estar dudando). Para este caso, se pueden tomar las mismas palabras (Infobae) de la Vicepresidenta, Francia Márquez Mina: “deseos de quienes participaron activamente de su construcción, incluyendo mujeres, niñas y niños que estuvieron involucrados en los diálogos regionales. es la voz” de comunidades raizales, indígenas, palenqueras, así como de la población en condición de discapacidad y la comunidad LGBT+”. Es importante tener presente lo que ha salido de boca de los mismos dirigentes nacionales, para que al final de su gobierno se pueda hacer una evaluación sensata, libre de sectarismos políticos (incluso, de indeseados influenciadores en las Redes Sociales), de lo que se hizo y lo que no se hizo, para hacer una elección de un nuevo gobierno que continue con lo positivo y pare adecuadamente lo que trae problemas y hacer las reparaciones necesarias.

miércoles, 15 de febrero de 2023

CONTRA BOGOTÁ

 

La primera línea del Metro para Bogotá, con solo el 18% de avance en sus obras, se ha convertido en un dolor de cabeza para la ciudad, por la obstinación y arrogancia de un Presidente que como Alcalde Mayor no supo (¿no quiso?) defender su proyecto de Metro Subterráneo apenas el Presidente de ese entonces, Juan Manuel Santos le dio el cheque simbólico de financiación, en 2015. Llegó Enrique Peñalosa al Palacio Liévano, y se cambió el diseño del metro por uno elevado (la primera línea del mismo), que no solo tuvo otro cheque simbólico, sino que tuvo licitación que fue ganada por los chinos. De aquí surge un interrogante; si se sabía que, en 2016, ya el metro subterráneo no tendría mayor posibilidad de sobrevivir, ¿porqué la centro – izquierda colombiana no le hizo mayor fuerza al SÍ a la Paz en el plebiscito del dos de octubre de ese entonces? Ya saben las consecuencias que esto trajo. En 2020, Claudia López llegó a la Alcaldía y le tocó prácticamente firmar el contrato de construcción del mismo, aunque ella siempre prefirió el sistema subterráneo, pero como Petro se hizo el loco, todo quedó ahí. En 2022, antes de que el Pacto Histórico llegase a la Casa de Nariño, se iniciaron las obras del mismo, junto con otros proyectos de movilidad vitales para la Capital de Colombia, y el departamento de Cundinamarca.

 

Durante el final de 2022, la Administración Petro mantuvo un perfil bajo sobre el tema, pero moviéndose sin consultarle a la Administración Distrital; le consultó a los chinos sobre la posibilidad de construir una parte de la primera línea del metro elevada (desde el Patio Taller hasta la Avenida Caracas con calle primera) y el resto fuese subterránea, como la segunda línea (Avenida Caracas con calle 72 hasta Suba); ojo, no es el mismo proyecto subterráneo que había propuesto Petro y que dice que hay planos, pero aún no los muestra, luego hay que seguir dudando de su propuesta. El pasado ocho de enero se reunieron ambas administraciones y los contratistas chinos para mirar unas propuestas hechas sobre el mismo; a la Alcaldesa le gustó una y al Presidente le gustó otra, ya empezaron las distancias. Pero se determinó entablar una Comisión de Trabajo para la misma, no solo a nivel técnico, sino económico y legal. Eso sí, los chinos fueron enfáticos en que un cambio de planos le traería a todos unos líos judiciales de marca mayor, con enormes pérdidas legales y económicas para el país, algo que parece que el “Gobierno de la Vida”, como se hacen llamar Petro y compañía, no han querido entender.

 

Ya la olla pitadora estaba a punto de perder su tapa. En una visita a los patios talleres de Bosa, sin presencia de algún representante del gobierno nacional, la Alcaldesa fue enfática en afirmar lo siguiente (palabras más, palabras menos): “la comisión sigue trabajando, pero mientras no se defina nada y la duda legal persista, el proyecto vigente es el metro elevado (así tenga el padrinazgo de Kike el Bolardo) y se tiene que seguir trabajando en el mismo”. Y los chinos siguen trabajando en el mismo como les corresponde, frente a lo cual afirmaron que los trabajos mayores para la línea elevada empezarían en abril o mayo. Reconociendo que el Gobierno Nacional aparentemente se comprometió a financiar los excedentes que se generarían con las modificaciones, persistió en su terquedad, queriendo mandar al carajo a la Administración Distrital y los Contratistas Chinos. Y todo esto, adornado con una perlita de frase del Ministro de Transporte, Guillermo Reyes, un personaje que ha estado salpicado en copias de trabajos de derecho (Informativo Colombia): “Es muy claro: si no se acepta, como se ha venido diciendo, que se hagan las modificaciones propuestas dentro del marco jurídico, pues el Gobierno también, en la medida en que financia el 70% de los otros proyectos, pues esos otros proyectos se van a tener que parar”.

 

Es claro que el Gobierno Nacional quiere imponer una Alcaldada frente a este tema, que tiene el poder y la plata (que sale del bolsillo de todas las colombianas y colombianos), pero eso sí, deberá respetar los contratos y modificarlos bajo criterios legales y no populistas, propios de una dictadura como la de Daniel Ortega. El Presidente Petro ha afirmado que lo invitaron del gobierno de China para hablar sobre el tema, pero no se sabe cuando viajará ni con quien hablará; es mejor que se vaya preparando para una frase del siguiente estilo: “tu proyecto es muy interesante, pero lo contratado se debe respetar y solo se podrá modificar si la legalidad lo permite, es mejor que se baje de esa nube”. La primera línea del metro ya no estará para el 2028, de pronto para el 2035, así haya bajado la calentura de la polémica entre Gustavo y Claudia (viaje en el mismo avión hacia San José del Guaviare para presentar el Plan Nacional de Desarrollo), pero lo que es cierto que el mismo Petro deberá asumir todas las consecuencias de este acto, incluso las políticas.

miércoles, 8 de febrero de 2023

SALUD CORCHO

 

Tal como lo había prometido en la campaña presidencial del año pasado, el Gobierno Petro quiere hacer una Reforma a la Salud, en trámite legislativo durante el período ordinario de labores en el congreso y no en sesiones extras en el presente mes, tal como lo habían anunciado en un principio. La Salud en Colombia está regida actualmente por la Ley 100 de 1993, bajo dos padrinazgos nada recomendables (Cesar Gaviria, Presidente en ese entonces y el ExSenador Álvaro Uribe Vélez), que si bien necesita muchos ajustes para mejorar, es necesaria una transformación coordinada para no crear mayores traumatismos al servicio prestado. Las Empresas Prestadoras de Salud (EPS), si bien han estado en el ojo del huracán por los Palacinos y la politiquería, han hecho una buen labor en el momento, y los casos que han llegado a las tutelas, en la mayoría han sido atendidos satisfactoriamente. Pero la empecinada obsesión del Gustavo Petro y su Ministra de Salud, Carolina Corcho, han hecho que no se conozca bien el texto de la reforma, han hecho un ambiente poco o nada favorable para la misma y que se empiece a generar una desconfianza hacia la Casa de Nariño, solo seis meses después de haber asumido la presidencia, con la Espada de Bolívar como testigo.

 

La Ministra de Salud, quien no es amiga de conciliar y dialogar, el pasado 14 de enero, en una reunión en Villavicencio (Meta), afirmó lo siguiente (Infobae): “En este nuevo sistema vamos a fortalecer eso que no es importante hoy para las EPS: los APS, desde allí, vamos a trabajar con equipos médicos resolutivos”. Pero la Ministra, antes de serlo, en sus tiempos de Líder Médica Sindical, había manifestado su animadversión frente a las EPS´s, luego no se puede confiar totalmente en lo que se propone, porque la prestación de este servicio fundamental no se puede confiar de un día para otro; o se podría regresar a épocas donde el ISS se veía a gatas para los servicios elementales de salud, donde la mayoría de los hospitales se encontraban dominados por el abandono y la maleza. Como aún las EPS´s y los Profesionales de la Salud siguen con serias reservas (con toda la razón) sobre esta reforma, a la Ministra Corcho le dio por arremeter contra las galenas y los galenos por formular medicamentos en su mayoría supuestamente caros (sin los suficientes argumentos, Carolina); para eso se podría simplemente presentar una ley de control de precios, que en su momento el Ministro de Salud (en ese entonces), Alejandro Gaviria, propuso.

 

A propósito del actual Ministro de Educación, ya ha manifestado sus reparos a la reforma con buenas razones. Se  ha ganado el regaño del mismo Petro (quien quiere imponer esta reforma, al igual que sus locuras frente al Metro de Bogotá); pero Gaviria tiene buenas razones (Portafolio): “Sin un diagnóstico claro ni una respuesta a las preguntas planteadas la reforma propuesta, puede hacer daño, mucho daño. Lo que iría en contra del principio de siempre para quienes se ocupan de la salud de la gente: ante todo no hacer daño"…"Todo esfuerzo reformista debe empezar por un diagnóstico, por un análisis de lo que funciona y no funciona, por una evaluación de las capacidades instaladas (nunca se comienza de cero) y las heterogéneas realidades territoriales". Todo parte de que no les gusta la ley 100 de 1993, que si bien tiene malos padrinazgos, le ha dado atención a más del 90% de la población colombiana, y ha sabido corresponder a los requerimientos que se han exigido en la mayoría de las tutelas que ha tenido que atender; no es cuestión de egos como lo creen Petro y Corcho (siendo Médica Psiquiatra); pero hay algo más preocupante, un proyecto que genera divisiones en un equipo de gobierno, jamás será digno de confianza.

 

A lo anterior se suma la presencia en el equipo de trabajo de un Defensor de Derechos Humanos, llamado Pedro Santana, quien ha tenido acusaciones graves de acoso laboral y sexual, tal como lo expresó la ONG “Viva la Ciudadanía”, el 29 de agosto de 2014 (El País, Colombia): “la Asamblea (de Viva la Ciudadanía) le formuló cargos y procedió a terminar unilateralmente su contrato laboral, por estimar sustentadas las quejas de acoso laboral y sexual en contra”. Frente a este hecho, el Gobierno Nacional ha guardado un silencio imperdonable, tal vez por el ego de su Representante Legal, quien aparenta defender los Derechos de las Mujeres, pero que ya ha tenido varios problemas en este sentido, como la caída del nombramiento de su Embajador ante Emiratos Árabes, Víctor Currea de Lugo. Esta Reforma a la Salud, que algunos dicen ser necesaria, tiene muchos antecedentes negativos, que la hacen un monstruo de temer y desconfiar, que la quieren imponer al mejor estilo de las dictaduras bananeras, tan solo para satisfacer los egos del Presidente y la Ministra, que podría traer serios problemas para el país, y duros golpes a la Centro – Izquierda en elecciones a corto, mediano y largo plazo.

miércoles, 1 de febrero de 2023

LA OBSESIÓN DE IRENE

 

Hasta agosto del año pasado, Irene Vélez Torres era una Filósofa y Humanista desconocida para la sociedad colombiana, solo se tenían unas referencias de su padre Hildebrando (quien parece un guardián pretoriano en el Ministerio de Minas) quien ha sido asesor de Francia Márquez. Pero cuando el recién posesionado presidente Gustavo Petro la designó como Ministra de Minas, el país se sorprendió, no porque se le tuviese desconfianza, sino porque su perfil no compagina en tal entidad oficial. Y como si no faltase más polémica, en sus primeras entrevistas se mostró muy partidaria de la transición no muy ordenada de energías fósiles a energías limpias, como lo quiere imponer el mismo mandatario, algo que le ha traído varios dolores de cabeza del país; para llegar a las energías limpias aún hay que utilizar responsablemente las fuentes de energías fósiles y que cualquier cambio brusco en las condiciones de trabajo en este campo (fósiles), espantará a cualquier multinacional de energías alternativas. Ya posesionada, su primer acto fue una rabieta en una rueda de prensa alegando que le estaban haciendo más de 50 preguntas, así como la famosa premisa de que para mejorar la situación del país, había que hacer un “decrecimiento económico”; como diría el humorista Héctor Suarez, “¿qué nos pasa?”

 

Luego Irene afirmó que no se buscarían más hidrocarburos y que en caso de haber una escasez de los mismos y sus derivados en Colombia, se podrían adquirir en Venezuela, ay Dios, la infraestructura del país vecino (que aún sigue siendo la Arabia Saudita del Hemisferio Occidental) se encuentra en decadencia y no se cree que Colombia sea su prioridad a la hora de exportar sus hidrocarburos. Durante un buen tiempo (mes y medio) estuvo muy callada, aunque seguía viajando en comitivas oficiales con el presidente tanto a la Cumbre de Cambio Climático en Egipto como a la Cumbre Económica en Davos (Suiza), donde hizo su mayor espectáculo polémico cuando afirmó lo siguiente (La Silla Vacía): “decidimos que no vamos a conceder nuevos contratos de exploración de gas y petróleo… eso ha sido muy polémico a nivel nacional, pero es una señal de nuestro compromiso en la lucha contra el cambio climático”. El aporte negativo de Colombia al cambio climático por el hecho de que el petróleo es su principal fuente de exportación e ingresos no supera el 0.5%, no justifica semejante metida de pata (ni siquiera la expresó el mismo Petro), ahora si se prendieron todas las alarmas no solo a nivel nacional, también internacional.

 

Pero si afuera del Ministerio; Irene ha generado polémica, dentro del mismo lo que ha habido es un pésimo ambiente de trabajo. Cuando soltó la frase (palabras más, palabras menos) que no solo era orden presidencial, sino que varios funcionarios habían firmado y estado de acuerdo con su documentación para tal fin (donde se mezclan reservas probables con probadas de petróleo, horror de los horrores), se descubrió una inexactitud del más bajo calibre. Gracias a las declaraciones de la ExViceministra de Minas, Belizza Ruiz, quien sufrió matoneo por parte de la misma Ministra apenas le expresó su oposición a lo que se estaba haciendo, como se puede leer en entrevista al Espectador y a Jorge Espinosa en Caracol Radio: “Es imposible manifestar inconformidad con un documento que no se conoce. El documento lo conocí en su totalidad cuando fue publicado por Twitter. (…) No es posible que yo haga un análisis o un cuestionamiento de algo que no se presentó anticipadamente y nunca paso por mi despacho”. El documento fue presentado después de que la ExViceministra le había presentado su carta de renuncia al Presidente, en una reunión donde le manifestó su inconformidad con lo que estaba pasando. Ni hablar de la guerra declarada al Director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.

 

Es bien sabido que Ministros como José Antonio Ocampo de Hacienda y Alfonso Prada del Interior, han manifestado su malestar por el modo de actuar de la Ministra Irene, quien ha tenido varios roces con el resto del Gabinete Ministerial, así como funcionarios administrativos de la Casa de Nariño; pero el presidente por terquedad, quiere mantenerla a las buenas o a las malas, no se sabe cuánto tiempo durará este tire y afloje, que está perjudicando la confianza inversionista y económica del país. Todo el mundo está de acuerdo en que haya Transición Energética, pero debe ser ordenada y equilibrada para no perjudicar la economía ni las fuentes de empleo que se han generado con las fuentes de energía fósiles, no imponiéndola ni gritándole a todo el mundo, se le dice con todo respeto, Señora Ministra. Y no falta el incidente desagradable con la Bodeguilla Petrista, quien en las redes sociales ha manifestado que hay un matoneo de género, no solo contra Minminas, también contra Minsalud (otra perlita del gabinete);  en vez de hacer hashtags y demás protestas, deberían aconsejarlas para que hagan algo sensato, que se necesita.

 

PD: ¿Qué pensará la Unión Sindical Obrera (USO), de todo esto, cuando quiso imponer el apoyo al entonces candidato Petro en elecciones?