martes, 25 de noviembre de 2014

AEROCAFÉ, AEROPASILLA



En el sur de Antioquia, el Viejo Caldas, así como las zonas norte del Tolima y el Valle del Cauca, abundan los dichos exagerados, pero también abundan los proyectos de ese calibre, algunos han llegado a feliz término (no siempre implica un buen usos) y otros se han quedado en elefantes blancos. El objetivo de la columna actual es un híbrido entre las dos situaciones, donde han predominado los criterios politiqueros, regionalistas y religiosos, sobre los técnicos, económicos y factibles; el antiguo departamento de Caldas (fundado en 1905), donde el café pone la plata y la dirigencia, ha dado espacio para todo tipo de excesos en los gastos, como la construcción en las décadas de los 40´s y 50´s de cuatro aeropuertos locales; Santágueda y La Nubia en Manizales, Matecaña en Pereira y El Edén en Armenia. Han tenido sus contribuciones al desarrollo local y nacional, pero han sufrido los rigores de una clase política derrochona y arrogante, que no sabe lo que es administrar, y creen que todo se arregla en cantinas con aguardiente y billar.

Y ahora se encuentra en fase de supuesta construcción el Aeropuerto de Palestina, más conocido como Aerocafé, pero que la realidad lo muestra como Aeropasilla. El proyecto se encuentra ubicado en el municipio del mismo nombre, en el departamento de Caldas, a 22 kilómetros de Manizales y 28 de Pereira, aparentemente en un punto centrado, pero cuyo desarrollo ha sido uno de los hazmerreíres más sonados en los últimos 50 años de Historia Patria. Sus orígenes se remontan a mediados de los 60´s, cuando el eje cafetero se fragmentó en Caldas, Quindío y Risaralda, donde los únicos lazos de comunicación eran Telecom, los buses y los taxis, pero que seguían al vaivén de las castas sociales que aún existen allá (los Fernandos Londoños, Cesares Gavirias y Ancízares Lopez) que no permiten que se haga nada; es más, han tratado de vetar el Festival de Teatro de la ciudad de las puertas abiertas, con la complicidad de la religiosidad montañera, un coctel ideal para los ultraderechistas (es más, tuvieron de candidato presidencial a Oscar Iván Zuluaga, aunque solo se limitaba a recitar los gritos de Álvaro Uribe Vélez), mejor dicho, no aprendieron ni aprenden ni aprenderán a elegir. Que decepción.

Frente a este macondiano proyecto (se pide disculpas a la familia de Gabriel García Marquez), que en un principio se veía como la gran salvación regional, ha pasado a ser la pasilla de una cosecha mal recogida, mal administrada y lamentablemente perdida, porqué en su cincuentenario, tan solo es un plano que se ve muy bonito en el papel, pero absurdo en la realidad. Caídas de terraplenes, desplazamientos de la comunidad urbana y rural del municipio, enredos en los gastos donde lo real son las pérdidas, así como los súbitos cambios de diseño; de la gran pista de 4000 metros de longitud ahora si acaso tiene la mitad, de querer recibir jumbos cargueros ahora se limitará a aviones máximo 70 pasajeros, ¿quien sabe si tendrá operación nocturna?. En este enredo ilógico e imperdonable, valdría la pena hacer la siguiente pregunta: no le sirvieron cuatro aeropuertos abiertos en los 40´s y 50´s al Viejo Caldas, ¿esta utopía indescifrable podrá vivir? Deja muchas dudas en su construcción, con daños ambientales irreparables y una sostenibilidad coja, que prácticamente no tendría como enderezar su camino. Los políticos dirán: “dejemos esto en manos de mi Dios, que el disponga”. El de arriba está muy ocupado en otros asunticos de mayor importancia.

¿Cómo se defiende el proyecto, a pesar de todos los problemas? En la página web del Aeropuerto del Ripio, perdón, Pasilla, rectifíquese, del Café, dice su misión: La Asociación Aeropuerto del Café es una entidad sin ánimo de lucro…. creada con el propósito de construir un aeropuerto funcional…. operativo y competitivo que satisfaga las necesidades de transporte aéreo de los Habitantes de la región”. Para cumplir dicha misión se necesita un pequeño detalle; ser construido y estar trabajando, lo cual no cumple en su totalidad. ¿Qué visión tendrá? “En el año 2015, la Asociación Aeropuerto del Café entregará  al servicio de la Comunidad de la Región,…. Además, será una Entidad con alta capacidad de gestión, reconocida regional y nacionalmente por su transparencia en la contratación;…. construcción e interventoría de Proyectos de Infraestructura con alto impacto social y económico”. Faltan menos de 40 días para que llegue el año 2015, y el aeropuerto se ve crudo (prácticamente imposible), donde la gestión ha estado ausente, y los impactos sociales y económicos han sido negativos, incluso, desastrosos.

Para la muestra, el siguiente botón: en la edición de la revista Semana (segunda semana de noviembre) se habla del despilfarro de 150 millones de dólares en este problema, y que para solucionarlo, tendrían que sacarse 500 millones más, ¿de donde lo sacarían? De los bolsillos de los ingenuos contribuyentes del país del Sagrado Corazón. Es la mejor muestra de la pésima administración de los dineros públicos, que deberían ser sagrados (como lo profesa Antanas Mockus); pero como van las cosas, se tendría que esperar hasta el año 2025, para saber si funciona en algo o se abandona definitivamente. Lo que si es cierto es que los impactos generados alrededor de Palestina (Caldas) son dantescos, se han llevado por delantes reservas forestales y cuerpos de agua. ¿Quién los recuperará? Nadie.

PD1: Sigue la mojigatería tratando de dinamitar la vía hacia un País más justo e incluyente.

PD2: Drummond, Cerrejón y Cerromatoso siguen funcionando y creando problemas, ¿qué ha pasado?

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