martes, 29 de marzo de 2022

HAZTE EL AMOR

 

Como si no faltasen las polémicas en un país destrozado y arruinado, ahora la mojigatería colombiana quiere imponer sus puntos de vista, sin tener en cuenta aspectos de salubridad, solo les importa el que dirán y el fanatismo religioso. Desde hace más de 200 años de Patria Boba, las convicciones religiosas se han utilizado para conservar el poder por parte de aves de rapiña poderosas y con suficiente dinero para encerrar al pueblo en unos laberintos de donde nadie sale, y quien ose escapar, es desaparecido o desterrado. Unos ejemplos podrían ser la Constitución de 1886 que “consagraba” el país a la Religión Católica, con una radicalidad que los centros de las grandes decisiones que se tomaban para “la comunidad” no eran los entes ejecutivos ni legislativos ni judiciales, eran los templos religiosos, en donde hubo casos de que se podía determinar si alguien tenía o no derecho a seguir viviendo, hagan el favor. O a mediados del siglo XIX y XX, donde en Antioquia mandaba el polémico y no grato Monseñor Builes, quien desde los púlpitos azuzaba a la masa ultraconservadora para solucionar todo a bala y puños, porque eran los designios de Dios; ni hablar de los escándalos (con sectas evangélicas y cristianas incluidas) que se han presentado en los últimos tiempos, por la aparición de mensajes de Conciencia Sexual, en donde se aborda temas de enfermedades de transmisión sexual, métodos de anticoncepción e interrupción voluntaria del embarazo.

 

¿Ejemplos? Hay uno reciente. En días pasados, la Alcaldía de Medellín y la Secretaría de la Juventud lanzaron la campaña “PARA EL MAL HUMOR, HAZTE EL AMOR”, donde se habla de temas de sexualidad y que se encuentra dirigido principalmente, a la población joven y adolescente, que se encuentra en la época del despertar sexual. Viene acompañada de frases como “el orgasmo libera endorfinas, serotonina y oxitocina: hormonas de felicidad que pueden hacer de un día malo uno para no olvidar”; se habla del orgasmo como una situación normal en la vivencia de la vida sexual de cualquier ser humano, y la masturbación como una respuesta sana y responsable frente a esta situación, que puede calmar la tensión y darle al ser humano, un placer y una calma que puede contribuir a su convivencia con los demás seres del planeta, jamás se han mencionado los términos de promiscuidad ni depravación sexual, como lo quieren hacer ver ciertos miembros de la Antioquia Ultragoda y Nazi, quienes están empeñados en una revocatoria cuasi hundida contra la Administración Municipal actual de la Tacita de Plata.

 

Tiene unos afiches de posiciones de masturbación, que se pueden haber visto en otras campañas de esta índole, así como en el mundo de la pornografía, pero eso no significa que sea una apología. En un comunicado emitido por la Secretaría de la Juventud de Medellín, se manifiesta lo siguiente (El Espectador): “El estudio de la masturbación como práctica saludable ha encontrado su desarrollo principal en el análisis de las funciones vegetativas de la salud fisiológica, esto es consecuente al logro del orgasmo de forma individual y a voluntad, incluyendo la presencia de mayores niveles de liberación de oxitocina y endorfinas, lo que redunda en beneficios como aportar al fortalecimiento del sistema inmune y ayudar a lograr y sostener mayores periodos de sueño reparador”. Hay estudios de universidades prestigiosas que dan fe de la anterior afirmación, y como diría el Alcalde Daniel Quintero en las Redes Sociales: “No estamos hablando paja”. Solo habría que agregarle la siguiente frase: “Quien no se haya masturbado o hecho la paja (como dirían los viejos arrieros), no existe. Todos vemos el tema del sexo como un chiste verde, pero a la hora de la verdad, es un tema de responsabilidad que debe ser explicado adecuadamente, de generación en generación” (el autor de la presente columna).

 

Los Opositores a dicha campaña, se escudan en la falsa moralidad y las convicciones del conservatismo recalcitrante, incluso citan falsas frases sobre “responsabilidad sexual” del uribismo radical, bajo la premisa de que se deben conservar; que las mujeres, población lgbtiq no tienen derecho a nada, que se debe rezar el santo rosario todos los días, para salvarse de Satanás (¿realmente existirá?); incluso, podría verse un amago de este tema de mojigatería, en el año 2019, se izó la bandera del arco iris al lado de la de Antioquia y Medellín, cuando un uribista extremista en un acto de vandalismo inaceptable, bajó la bandera, la rasgó a punta de puñal y la tiró a una caneca de la basura, es cuando en estos momentos alguien se acuerda afortunadamente, de que este tipo de campañas sobre Conciencia Sexual e Información Adecuada a toda la población, para que no se sigan presentando propagación descontrolada de enfermedades, ni embarazos no deseados, ni abusos sexuales, que estos asuntos no sean tratados como tabúes inalcanzables, sino como un compromiso familiar y comunitario de educación para las generaciones futuras.

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