martes, 7 de septiembre de 2021

TRANSICIÓN ENERGÉTICA

 

Hacer el cambio de Energías Fósiles a Energías Limpias es una obligación si se quiere salvar el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, pero también se debe tener en cuenta que se necesitan los pocos beneficios que tienen las primeras para implementar (tanto a nivel técnico como económico y social) las segundas, con el fin de iniciar un equilibrio que se necesita para que dicha transición surta más oportunidades y fortalezas, que debilidades y amenazas. No es coger la varita mágica de un hada madrina o de un mesías (gente en la actividad política, que se creen unos dioses, pero solo arman problemas) y desaparecer las energías tradicionales (fósiles) de un día para otro, para que supuestamente canten los pájaros y florezcan los girasoles del amor; esto es un trabajo a corto, mediano y largo plazo; donde todas y todos contribuimos, con cultura ciudadana y conciencia ambiental, donde la pedagogía y la concertación sean los máximos exponentes del trabajo, y se tengan los suficientes argumentos legales para hacer entender que los dos tipos de energía tendrán que convivir un buen tiempo para lograr una excelente transición, sin afectar la economía global y contrarrestar con las mejores estrategias, el cambio climático inminente.

 

Muchas personas han opinado sobre el tema, unas con argumentos muy interesantes, de acuerdo o no con este cambio que se requiere; pero si se quiere contribuir al sano debate, donde la comunidad quede lo suficientemente ilustrada para asumir con entereza este reto. Entre quienes han estado al tanto de este debate y ha presentado unas excelentes razones para que se haga este proceso, está la del Senador de Dignidad, Jorge Enrique Robledo Castillo, uno de los dirigentes políticos que más ha estudiado sobre el tema de las energías fósiles en Colombia, no solo por su cercanía con los dirigentes de la Unión Sindical Obrera, principal sindicato de la Empresa Colombiana de Petróleos S.A (Ecopetrol); sino también por su vigilancia sobre las concesiones que se han hecho en esta materia, para la muestra, sus denuncias que fueron verificadas acerca de los problemas que se estaban presentando en el Campo Rubiales hace diez años, cuando su administrador era la Pacific Rubiales Energy Co., compañía que un tiempo más tarde salió del país. Se recomienda leer su columna “Las Complejidades de la Transición Energética”, de donde a continuación, se extraen los siguientes párrafos para hacer un pequeño análisis en la presente columna.

 

“Y que el mundo tiene que definir una política de transición energética, o sea, de hacer cambios en la energía que se utiliza para que ese fenómeno del calentamiento se ponga bajo control”. Si señor, se necesita una Política Global para poder llevar a cabo este cambio de una manera exitosa. No se puede ir de forma individual para no cometer el mismo fracaso de la guerra contra las drogas, donde se ponen los muertos y los decomisos, pero a cambio no se recibe nada. Está claro que las energías fósiles son las principales generadoras de ingresos, empleo y alternativas sociales en varios países del mundo, incluida Colombia; y por ende, una modificación y/o actualización en esta materia, deberá hacerse con un plan concertado, que requerirá un buen tiempo para su puesta en marcha, sin afectar la estabilidad de estas naciones (en su mayoría pertenecientes al tercer mundo, o en vía de desarrollo), de por sí, afectada por guerras y corrupción durante varios siglos. No se puede exigir a Arabia Saudita o México, que se deshagan de su infraestructura petrolera de un día para otro, para que vuelvan los bosques al desierto del Sahara, como lo están exigiendo los populistas de izquierda y derecha, porque el efecto sería peor. Aquí se requiere un trabajo mancomunado con paciencia y organización, donde se verán problemas, pero que con diálogo se podrán solucionar.

 

“Dejar de exportar petróleo no nos resuelve ningún problema y si nos golpea nuestra economía”. Toca recordar que el petróleo es el principal generador de ingresos por concepto de exportación; representando alrededor del 60% de los mismos, en cantidad. Además, basta con recordar todas los empleos directos e indirectos que ha generado durante los cien años aproximados que ha funcionado; incluyendo el gas, que se transformó en un servicio público muy accesible por sus precios bajos, y sus diversas funciones (cocina, aseo personal, transporte); desconocer estos beneficios sería ridículo, y en ciertos casos, peligroso. Y otra cosa que se debe tener en cuenta; una empresa como Ecopetrol, independiente de estar o no de acuerdo con su proceder, ha iniciado unos pilotos con fuentes de energías limpias, debido a que los ingresos proporcionados por las fósiles, le ha permitido poner en marcha procesos de responsabilidad social y corporativa; que aún necesitan del trabajo hecho en las energías tradicionales. Si se acaba de un plumazo con lo que se ha venido haciendo, ya no habrá espacio para las energías alternativas, algo en lo que se debe pensar antes de dar un nuevo paso en la transición.

 

PD: Si bien, el autor de la presente columna, siendo Ingeniero de Petróleos, pero no trabajando en esta industria hoy en día y defensor de las Energías Limpias, sabe que muchos colegas han tenido en su profesión un estilo de vida responsable, y que estarían dispuestos a trabajar con la comunidad, de forma ordenada y responsablemente, en una transición planificada y concertada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario