martes, 21 de diciembre de 2021

COALICIÓN CENTRO ESPERANZA

 

Sin lugar a dudas, las elecciones del año entrante serán la principal agenda colombiana, donde se definirá si el Acuerdo de Paz tiene o no posibilidades de ser implementado, y por ende, quien dirija al país a partir del próximo siete de agosto, tendrá ese enorme reto. Para esto, se deberá estar pendiente de la plataforma que tengan las diferentes candidaturas, y las distintas coaliciones políticas que se vean en el panorama. Dicen que ese tal Pacto Histórico ya despegó, pero no se ven suficientes garantías democráticas para todas las opciones que hay ahí, mientras a Gustavo Petro lo llevan en coche sin que nadie le pueda cuestionar nada a él o su sanedrín inmediato, las demás candidaturas (vale la pena destacar el trabajo de Francia Márquez) se encuentran rezagadas, sin mayores recursos económicos ni acceso a medios de comunicación y redes sociales para exponer sus ideas; y ni modo de cuestionar sus lista al senado (donde se impuso el ego de Gustavo Bolívar) y el amiguismo en las listas a la cámara; hay de todo menos democracia. Igual situación ocurre alrededor del Centro Democrático, donde Uribe quiere imponer a Oscar Iván Zuluaga y Miguel Uribe con miras a tragarse el Equipo por Colombia (invisible en ciertos momentos), incluso, pasándose por la faja la lealtad de sus coequiperos, o sino, que lo diga María Fernanda Cabal.

 

Por las razones anteriores, el autor de la presente columna ha decidido elegir la Coalición Centro Esperanza, una interesante plataforma que se encuentra conformada por buena parte del Equipo Negociador del Acuerdo de Paz entre el Estado Colombiano (en cabeza de Juan Manuel Santos) y la antigua guerrilla de las Farc, ya que a nivel nacional se ve como la única que le puede enderezar el camino a la implementación del Acuerdo de Paz, así como ha decidido estar alejada de la polarización existente en este Macondo ruidoso. No tiene ni a Uribe ni a Petro parapetados haciendo de las suyas, aunque siguen tratando de infiltrarla o dinamitarla como si fuese una bomba de hidrógeno; pero es importante sugerir algunas ideas para mejorar su desempeño en la carrera política. Primero, fue un error del Nuevo Liberalismo presentarse con listas cerradas y aparte para las legislativas, si bien Luis Carlos Galán fue una figura importante de la política colombiana, en estos tiempos no está tan presente, y eso, le podría generar un alto costo en las urnas.

 

Segundo, a Compromiso Ciudadano (un movimiento político que existe desde hace más de 20 años, más veterano que la Alianza Verde y el Polo, solo por mencionar algunos ejemplos), le falta hacer sus listas al congreso, no se puede ir pegado a otros movimientos, perdiendo su autonomía. Frente a su candidato Sergio Fajardo, si bien es cierto es una persona honesta, daría un excelente mensaje de coherencia si se marginara de la campaña presidencial mientras no se aclaren los procesos que tiene en la Fiscalía (entidad de dudosa confianza). Con respecto a Oxígeno Verde y su líder Ingrid Betancourt, la verdad es que sería una gran opción (una mujer candidata presidencial donde solo hay hombres), aunque el fantasma de un amago de demanda contra el Estado Colombiano le dieron un aire de arrogancia y motivos para desconfiar. Está Juan Fernando Cristo, uno de los políticos más avezados en el país, con gran trayectoria en el legislativo y diferentes puestos ejecutivos, pero su movimiento político es inexistente (no se oye ni se siente); el exrector y exministro Alejandro Gaviria, un hombre de gran oratoria y gran trabajo académico, cometió la ingenuidad de comerle en un momento, cuentos al expresidente uribista Cesar Gaviria, lo que le generó un mal aire. Ni hablar de la Alianza Verde, hecha un manicomio donde su candidato, Carlos Amaya, no tiene mayor opción.

 

Por lo anterior, la única alternativa viable y sensata, según el autor de la presente columna, se llama Dignidad en cabeza del Candidato Presidencial Jorge Enrique Robledo. Encierra el legado que el ExCongresista y ExDirigente Sindical, ha defendido a lo largo de su carrera política, independiente de estar o no de acuerdo con algunas de sus posturas, su trabajo ha sido honesto, transparente y público, a tal punto, de que en varias ocasiones fue elegido como el mejor congresista. Miren un detalle; le ha propuesto al candidato Gustavo Petro hacer unos debates sobre la Transición Organizada de Energías Fósiles a Energías Limpias, pero el rey del Pacto Histórico, arrugado y asustado, se ha negado a asistir, como si le tuviese miedo; lo cual hace de Robledo una opción real para derrotar al uribismo y al petrismo en el 2022. Si bien, sus ideas son de izquierda, en su movimiento político hay personas de centro y derecha que han contribuido con excelentes ideas y trabajos a la consolidación de un movimiento atento a escuchar y trabajar por satisfacer las necesidades del pueblo colombiano. A quienes dicen que Robledo está muy viejo para la carrera presidencial, solo se les recuerda que su coherencia lo hacen el más lúcido de los candidatos presidenciales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario